Wamba refuerza sus lazos de hermandad con Pampliega

Ayer, la corporación y vecinos de Wamba, con su alcalde José Luis Álvarez a la cabeza, dieron muestra de su hospitalidad con sus hermanos pampliegueños. La comitiva burgalesa, compuesta por 150 personas y liderada por su alcalde Pedro Oma Knomi, llegó a media mañana al municipio anfitrión, que se encontraba en plena celebración de sus fiestas patronales. Como no podía ser de otra manera, el recibimiento tuvo lugar a los pies de la estatua del último rey godo. A continuación, desde el balcón del ayuntamiento los dos alcaldes dirigieron unas palabras a sus convecinos para luego intercambiarse unos obsequios. «Esta fiesta tiene su origen hace 38 años y deseamos que siga mucho tiempo más», dijo Álvarez del Caño, quien también agradeció los desvelos de los que en su día promovieron el hermanamiento y de aquellos que en la actualidad lo han hecho posible. «Vamos a tratar a nuestros hermanos como se merecen. Hemos modificado nuestro calendario de fiestas, para que puedan disfrutar de nuestras tradiciones y del ambiente de las peñas», improvisó.

Por su parte, el alcalde invitado, agradeció las atenciones. «Estamos muy felices. La concordia entre ambos pueblos es total. Es extraordinario ver cómo la unión crece año tras año», dijo el de Pampliega en palabras para este diario.

Acto seguido participaron en una misa en la iglesia de Santa María, antes de asistir a vermut peñero. «Da gusto ver el pueblo así de concurrido. Me siento orgulloso del acogimiento que peñas y vecinos han dado a nuestro pueblo hermano», dijo satisfecho el edil wambeño. Tras una comida bajo la marquesina del municipio, todos asistieron al III encierro taurino de la localidad, compartieron un aperitivo y se divirtieron con una discomovida que sirvió como despedida de ambos pueblos.

Wamba y Pampliega quieren dar a conocer la historia del rey Wamba, quien sucedió Recesvinto como rey de los visigodos en el año 672, y murió en 688 retirado en un monasterio de Pampliega. Allí permanecieron sus restos, hasta que el rey Alfonso X, ordenó su traslado a la catedral de Toledo. «Estamos recabando apoyos para conseguir el regreso de los restos a Pampliega, de donde nunca deberían haber salido. No hay nada que deseemos más», dijo Pedro Oma Knomi que, en nombre de su pueblo, el pasado mes de octubre remitió una carta a la Casa Real, solicitando su mediación para el traslado.

«Ahora está en manos del Ministerio de Cultura. Si a finales de septiembre no tenemos respuesta, enviaremos un nuevo escrito. Queremos que se conozca la historia del rey Wamba, que también es la de nuestros pueblos», terminó.