Valladolid

Vox mantendrá los comedores escolares de verano que puso en marcha Puente

La nueva responsable municipal del área educativa entiende que es un servicio útil y consolidado, por lo que el Consistorio lo seguirá prestando los próximos años. «Mientras yo esté, van a estar abiertos», manifestó este miércoles la que ha sido cabeza de lista de Vox al Ayuntamiento de Valladolid, en referencia a los comedores escolares en el periodo de vacaciones estivales, tras asistir a la inauguración de unas instalaciones para impartir ciclos de Formación Profesional en el centro Sagrada Familia.

Es una de las primeras medidas que va a tomar Irene Carvajal al frente del área de Educación y Cultura. Por el momento, familias de 132 niños de 4 a 14 años han solicitado este servicio que presta el Ayuntamiento entre el 1 de julio y el 31 de agosto: 31 en el colegio Allúe Morer; 35 en el Entre Ríos; 9 en el Miguel Hernández y 20 en el Pedro Gómez Bosque. Este último centro sustituye al colegio Teresa Íñigo de Toro, que este verano afronta obras para instalar un ascensor. El plazo de petición acaba este viernes, 23 de junio. Son los datos facilitados por Carvajal, que resalta que si los hogares «de familias con menos recursos necesitan este servicio de comedor, una administración pública está obligada a dárselo», puesto que se trata de «poner en el centro de las políticas municipales a las personas». A ese enfoque social suma la teniente de alcalde el de conciliación que puede suponer para las familias.

El programa municipal que funciona desde 2015 implica que los niños que participan (suele haber diferencia entre las solicitudes y los que finalmente hacen uso del comedor) acceder a ese recurso de alimentación y disfrutan de actividades de ocio educativo y animación social. Carvajal avanzó que el convenio por el que se presta vence este año y su intención es abordar con el personal técnico del Servicio de Educación cómo ha funcionado y ver en qué se puede mejorar a futuro. Suprimirlo no entra en sus previsiones.

Los niños que acceden a este servicio de comedor estival que sufraga el Ayuntamiento de Valladolid disfrutan durante el curso de una beca del 100% para el menú que se sirve en sus colegios. Esa gratuidad en días lectivos corre a cargo de la Junta de Castilla y León. El final de curso pone fin a esas comidas gratuitas. El PP históricamente se ha negado a abrir comedores en verano para dar continuidad a ese servicio. Lo hizo en solitario en el último gobierno de Juan Vicente Herrera y con el respaldo de Ciudadanos y de Vox en los gobiernos de Mañueco.

El argumento que se mantiene desde la Junta es que se trata de un servicio complementario educativo y de conciliación, que va ligado al curso, y que los niños de familias vulnerables que comen sin coste en el colegio tienen cubierta la alimentación en verano con la atención que prestan los Servicios Sociales.

El último debate autonómico sobre los comedores estivales es del 31 de mayo, en el hemiciclo de las Cortes. El PSOE presentó de nuevo la iniciativa para que la Junta abriera los comedores escolares durante todo el año (también en vacaciones de Navidad y en Semana Santa) para las familias que demanden ese servicio, siendo gratuito para niños de hogares en situación de pobreza o riesgo de exclusión. «El hambre no entiende de vacaciones», esgrimió Nuria Rubio, procuradora que defendió la proposición, que tuvo el respaldo de toda la oposición y el voto en contra de las bancadas de PP y de Vox. Los socios en la Junta se opusieron asegurando que Castilla y León tiene una tasa de pobreza inferior a la media y que hay en marcha medidas dentro de la Red de Protección a las Familias que garantizan la alimentación de estos niños en sus casas.

El procurador leonés Miguel Suárez Arca, de Vox, acusó al PSOE de pintar un escenario «alarmista e irreal» e incidió en que Castilla y León está, en tasa de pobreza, mejor que la media europea y la popular Noemí Rojo, parlamentaria por Valladolid, remarcó que el modelo de la Junta cubre «las necesidades de la familia los 365 días del año».