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No se ha hecho esperar y las previsiones, siempre sujetas a la complejidad de una pandemia, son la de sufrir un mes de enero difícil ... en cuanto a contagios, ingresos hospitalarios y mortalidad, con una próxima semana con fuertes cifras y la siguiente, previsiblemente, empiece a dar muestras de control.
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La consejera de Sanidad, Verónica Casado, fue contundente este martes: «Cabe esperar que todavía aumenten los casos de coronavirus después de una temporada con tan importantes reuniones sociales y familiares hasta hace pocos días». Los negativos efectos de las navidades aún no han terminado de hacerse efectivos y la tercera ola, considerada como tal desde el 1 de enero, llega con más fuerza que las dos anteriores. «La velocidad de contagio es vertiginosa, se está duplicando y los casos son muy graves», destacó la responsable sanitaria autonómica.
1.752 casos nuevos de la covid registró ayer Castilla y León tras 783 el día anterior. Además la comunidad tuvo que lamentar ocho nuevas muertes, todas ellas en los hospitales. En cuanto a los hospitales ya hay 533 ingresados en planta y 146 en las UCI.
Por ello, la Junta no solo ha vuelto a poner en marcha las restricciones de los peores momento de la segunda ola –cierre del interior de la hostelería, de centros comerciales, reducción de aforos.... ya en vigor desde hoy– junto a las no retiradas como el toque de queda o la incorporación del confinamiento perimetral, sino que Verónica Casado volvió a recomendar el autoconfinamiento de la población y a pedir que las salidas de los domicilios se limiten solo a los casos de necesidad básica como ir a la farmacia o a comprar comida.
La consejera insistió en que se limite al máximo la actividad social para frenar la velocidad de contagio del virus, superior a la de la segunda ola. Durante el mes de diciembre pasado, «la tendencia fue decreciente, día a día»; pero en los últimos días del año se produjo un cambio de tendencia que «pensamos inicialmente que podría ser un 'diente de sierra', que sucede en las predicciones de las incidencias, pero no ha sido así y en los últimos días se ha disparado». Repasó la consejera cómo, la semana pasada, Castilla y León tenía una tasa de 285,3 casos por 100.000 habitantes a siete días, cuando en la anterior era solo de 125,32, cinco veces superior a la de la semana correspondiente a la Navidad». Y repasó que, en la semana 42 de la pandemia (la del 12 de octubre), con los mismos porcentajes de ahora, en la siguiente se superaron los 500 casos por 100.000 habitantes. Y así, en la actualidad, la incidencia acumulada es de 323 casos por 100.000 habitantes en siete días –200 se considera el máximo 'aceptable'– y de 469 en los últimos 14 días, por lo que Casado destacó que, sin olvidar el coste social y económico de las limitaciones, la situación obliga a tomar medidas más restrictivas para evitar además el colapso hospitalario.
Todas las provincias –menos Burgos (196) «que estará a punto de hacerlo»– superaban ayer los 200 casos por 100.000 habitantes a siete días y todas están en nivel 4, el de riesgo máximo y extremo.
Recordó que «después de la «incidencia bastante razonable del 24 de diciembre se ha pasado a una situación compleja», con datos a siete días de 496 en Ávila, 466 en León, 391 en Palencia, 306 en Salamanca, 643 en Segovia, 214 en Soria, 359 en Valladolid y 200 en Zamora.
En cuanto al origen de este «exponencial» repunte, Verónica Casado señaló que eran «multicausales». Así, apuntó por una parte a la influencia de Madrid, «al aumento de la incidencia» en la comunidad vecina tal y como «lo demuestran por ejemplo los datos de Sepúlveda, en Segovia». Y explicó también la importancia de «la siembra, es decir, de personas que eran asintomáticas y tenían el virus y han diseminado el contagio sin saber que estaban infectadas». Sin embargo, la responsable autonómica no ha relacionado el gran incremento de casos con la nueva cepa del Reino Unido porque, explicó, «aunque sabemos que ya circula, no se ha detectado en zonas donde se han disparado los casos». En definitiva, y con los datos actuales, Sanidad apunta a un incremento de contactos como causa de la alta transmisibilidad.
Asimismo, esta tercera ola parece traer un perfil de enfermos más complicado. No solo porque afecta, o se detecta más, en la población de entre los 19 y los 39 años, sino porque hay casos de muy mala evolución. Destacó a este respecto Casado que los coordinadores clínicos habían indicado que muchos pacientes que ingresan en los hospitales van directamente a las UCI por su estado de gravedad y necesidad de rápida intubación. Señaló que, no obstante, la causa podría ser que habrían esperado con síntomas a ver si se les pasaba, sin acudir al centro de salud y cuando ya lo hicieron la enfermedad estaba muy avanzada. Por ello, solicitó que ante el menor indicio se consulte al médico.
En cuanto a los casos de covid notificados este martes, aumentaron el 123,7% al pasar de los 783 contagios del lunes a los 1.752. Es una de las cifras más altas de la segunda ola –hubo 2.052 el 14 de noviembre–. Además, se produjeron ocho nuevas muertes, todas ellas en los hospitales y tres procedentes de residencias.
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