Los vecinos de la mujer muerta en un piso tapiado: «Queremos recuperar la tranquilidad»

Tras la denuncia por desaparición interpuesta por sus familiares el día 16, la policía daba con su paradero en la vivienda, cuya puerta se encontraba inaccesible por un muro de cemento y ladrillos. La fallecida se encontraba en la cama y aparentemente no presentaba signos de violencia, aunque faltan por determinar las causas de la muerte de la mujer, si murió o no por causas naturales. Por el momento continúan los interrogantes, ya que aún no han llegado a dependencias policiales los informes forenses relativos a la autopsia de la mujer y que determinarían cuáles fueron las causas del deceso y la fecha aproximada en la que falleció la mujer, puesto que su familia explicó en dependencias policiales que llevaba sin saber de ella desde finales de año.

Asimismo, desde la subdelegación del Gobierno en Valladolid señalan que el conocer finalmente los resultados forenses «puede llevar aún varios días», ya que todo se encuentra dentro de una investigación que sigue su curso para esclarecer entre otras causas, cuándo se tapió la vivienda en la que posteriormente fue localizada Leire Navarro y quién lo hizo o quién dio la orden de levantar ese muro. Los vecinos dicen desconocer si alguien estuvo tapando la entrada del tercero con ladrillos y cemento.

Mientras tanto en las calles aledañas donde apareció el cadáver de la mujer, se sigue hablando del tema con perplejidad y los residentes del bloque optan por el hermetismo o la negativa a profundizar en el tema o a la hora de hacer cualquier declaración.

Varios de ellos explicaron a este medio que la convivencia con la vecina que en mayo ocupó de forma ilegal el tercer piso junto a su entonces pareja «era un calvario, ambos eran drogodependientes y eran constantes las peleas que tenían entre ambos, los gritos, las amenazas y los comportamientos incívicos a cualquier hora«, señalan. Estos episodios hicieron que la policía acudiera en numerosas ocasiones a este bloque de Azorín.

Desde hace unas semanas los vecinos pensaron que la mujer había abandonado la vivienda, «la pareja ingresó en noviembre en la cárcel a ella la veíamos cada vez menos y pensamos que se había ido», explicaban hace unos días los vecinos.

Ahora rehúsan hacer más declaraciones al respecto de un tema que les ha dejado perplejos. «Solo queremos recuperar la tranquilidad del día a día que teníamos antes de que vinieran aquí y de que pasara todo esto», señalan con notable hartazgo al recordar los meses de difícil convivencia con la mujer finalmente hallada muerta.