Los vecinos de Caño Argales alertan de la inseguridad del edificio centenario de Alimentación Heras

En el recodo entre la calle Panaderos y la plaza del Caño Argales se encuentra el edificio que hasta 2015 acogió el tradicional comercio de ultramarinos 'Alimentación Heras', reconocido establecimiento especializado en bacalao. El cierre de este último huésped de la construcción dio paso al inicio de la rehabilitación del centenario edificio, proyectando un inmueble residencial de 753 metros cuadrados con seis viviendas y un estudio.

Sin embargo, esta edificación se encuentra actualmente en un limbo. Tras la retirada del andamiaje que lo cubrió inicialmente desde 2017 hasta 2022, se procedió a la instalación de un estabilizador de fachada, cuya cimentación ocupa desde entonces la vía pública. Por entonces, se preveía que las obras en el inmueble llevarían entre 18 y 24 meses. No obstante, pareciera que los trabajos de rehabilitación ni siquiera hayan empezado.

«Constantemente recibimos quejas y denuncias de los vecinos por el estado del andamio y la cerca alrededor de ese edificio y los vecinos llevan denunciando desde hace años el riesgo que esto supone», declara Teresa García, presidenta de la Asociación Vecinal Caño Argales. «La valla metálica que separa las obras de la plaza es peligrosa, a veces se mueve por el viento. Algo con lo que hay que tener especial cuidado al estar tan cerca de un parque infantil», afirma.

Y es que el panel metálico que rodea las estructuras de sujeción de la fachada refleja un deterioro que salta a la vista. En algunos puntos, la valla no se encuentra debidamente sujeta a los bloques de hormigón de la base. En otras zonas lo único que fija la cerca al edificio es un alambre oxidado sobre del que pende media docena de latas de cerveza, prueba del avanzado estado de abandono de la estructura, que detrás de la verja acumula basura e incluso escombros.

Además, el problema no solo afecta a la plaza de Caño Argales, sino que «también implica la calle Panaderos, donde hay muchas vallas que se meten en la acera», matizan desde la Asociación. «Esto ha provocado que se quiten algunas plazas de aparcamiento. Pero no es un tema reciente, los vecinos llevan años denunciándolo», afirma Teresa.

Desde la Asociación Vecinal Caño Argales desconocen «completamente» el porqué de la situación actual del edificio y su entorno. Sin embargo, afirman haber puesto en conocimiento su malestar ante el Consistorio tras la reunión celebrada hace unos días en la que abordaron el futuro del histórico quiosco, ubicado en la misma plaza.