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Nunca antes había habido tantos ocupados en Valladolid como ahora, con lo que eso tiene de positivo en términos de empleo y actividad económica. Han ... alcanzado la cifra récord de 245.103, la más elevada de toda la serie histórica del INE (que arranca en 1976, aunque la metodología vigente comienza en 2008), y además representan prácticamente la cuarta parte de los que hay en la comunidad. Para ser exactos, suponen el 23,7% de los 1.033.514 contabilizados en la región, según la última entrega de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al primer trimestre de este año.
En vísperas del Primero de Mayo, la jornada reivindicativa por excelencia del movimiento obrero, el Instituto Nacional de Estadística sitúa el aumento de los ocupados en Valladolid en el 5,64% respecto a hace un año, muy por encima de la media autonómica (3,18%) y nacional (2,43%). Un grupo en el que la EPA engloba a los ciudadanos de 16 o más años «que durante la semana de referencia han estado trabajando durante al menos una hora a cambio de una retribución en dinero o especie, o quienes teniendo trabajo han estado temporalmente ausentes del mismo por enfermedad, vacaciones, etcétera».
Hace tres lustros largos el colectivo atravesó un buen momento –llegó a marcar un hito de 243.100 en el segundo trimestre de 2008–, pero desde esa fecha había ido decayendo. Tanto es así que, más allá de alzas puntuales, hasta finales de 2019 no se había apreciado una recuperación clara. La pandemia frustró esta tendencia y ha habido que esperar hasta el año pasado para encontrar una cifra superior a aquella (los 244.700 del periodo octubre-diciembre de 2024). La consolidación ha llegado en este ejercicio, con un pico que dentro de Castilla y León solo ha marcado Valladolid. En el resto o bien se ha retrocedido, o bien ha habido otros momentos más boyantes para este indicador.
72,3% se dedica a los servicios
Siete de cada diez vallisoletanos están empleados en este sector, frente al 18,3% que trabaja en la industria, el 6,4% que se dedica a la construcción y el 3% que vive del campo.
Igualmente interesante es saber en qué trabajan los vallisoletanos. Y la respuesta es que la inmensa mayoría se dedica al sector servicios, nada más y nada menos que siete de cada diez. O lo que es lo mismo, 177.300, el 72,3% del total. A continuación aunque muy lejos se encuentran los que desarrollan su labor diaria en alguna industria, que ascienden a 44.800 (el 18,3%); a más distancia los empleados en la construcción, que son 15.700 (el 6,4%), y con un peso casi residual los 7.200 que se encuadran en la agricultura, un exiguo 3%. Esta estructura es muy parecida a la existente en Castilla y León, donde la hostelería y otros negocios similares emplean al 70,9%, las manufacturas al 17,3%, la edificación al 6,6% y el campo al 5,2%. En el caso de España esos porcentajes son, respectivamente, del 76,3%, el 13,4%, el 6,8% y el 3,5%.
La radiografía del mercado laboral de la provincia revela también que son menos las personas que buscan una ocupación y no la encuentran. Aunque entre enero y marzo se ha registrado un repunte del paro respecto al cierre de 2024, en línea con lo que ha ocurrido en Castilla y León y en España –debido al fin de la campaña de Navidad y a que la Semana Santa ha caído fuera de esos meses–, los 23.497 desempleados actuales implican una caída del 14,24% respecto a hace un año. En términos absolutos, 3.900 menos. En promedio el descenso autonómico ha sido del 13,98%, mientras que en el conjunto de España se ha limitado al 6,35%.
La distribución por sexos, por otra parte, revela que continúa habiendo más mujeres paradas (en concreto 12.320, el 52,4% del montante global) que hombres (11.177, el 47,6%). Ahora bien, no es menos cierto que esa distancia se ha acortado significativamente. De hecho, basta comparar los datos del primer trimestre de 2024 con los de 2025 para comprobar que mientras que entre los varones ha crecido el desempleo el 12,65% (son 1.255 más que el año pasado por estas fechas), en las féminas se ha recortado la friolera del 29,5%, lo que equivale a 5.155 menos.
23.497 desempleados en la provincia
De ellos algo más de la mitad son mujeres, el 52,4%, frente a un 47,6% de hombres.
La suma de ocupados y parados da como resultado los 266.601 activos que hay en la provincia, de acuerdo con la explotación de la Encuesta de Población Activa que realiza la Junta. Una variable que ha escalado el 3,54% frente al 1,42% de la comunidad y el 1,35% del país, en consonancia con la evolución que han experimentado sus dos componentes. De ahí el análisis que hace Raúl García, el delegado de CCOO en Valladolid, quien considera que también es importante destacar que «se pasa de 196.600 a 189.700 inactivos, lo que son 7.000 personas que han dejado de estar en esa apatía de no hacer nada». «Todo lo que indica que aumenta la actividad y la ocupación es positivo, como lo es también que bajen los parados e inactivos. Así que para Comisiones Obreras la valoración es positiva en este sentido», resume.
El responsable sindical resta importancia al incremento del paro en relación a octubre-diciembre de 2024, que califica de «completamente estacional», y recuerda que «en el primer trimestre históricamente hay un pico de subida» que en esta ocasión ha colocado la tasa en el 8,75%. «A mí me gusta más hacer una valoración en cuanto a la diferencia que hay con respecto al año anterior», prosigue, y en esa línea llama la atención sobre que «casi se reduce en 4.000 personas. Ese es el dato que marca la tendencia». Y pone el acento en «el paro femenino, que pasa de 17.500 a 12.300 mujeres. Son 5.000 menos que dejan de estar desempleadas». Algo que se observa asimismo «en el paro registrado», lo que le lleva a señalar que estamos antes «una ligera corrección» de la tradicional brecha.
Con todo, Raúl García apostilla que «serían muchos más los beneficiados si la calidad del empleo que hubiera en Valladolid fuera mejor, porque podríamos haber retenido mucha más población y haber mejorado estas cifras». Lo explica: «En el reflejo de la negociación colectiva el salario es el primer indicador, y en el cómputo de todos los convenios sectoriales que hay en Valladolid siempre vamos a la zaga del resto de España, somos una de las provincias que menores incrementos salariales tenemos. Al final eso hace que las personas no quieran hacer un proyecto de vida en un sitio donde no se valora suficientemente bien su trabajo», lamenta.
El secretario provincial de UGT, Jesús Vara, sostiene por su parte que «el aumento del paro en 2.000 personas (respecto al trimestre anterior) no es una buena noticia, ni para la sociedad en general ni para los trabajadores en particular», por más que se haya anotado una disminución respecto a enero-marzo del ejercicio pasado. «Estamos en un momento muy complicado, muy difícil, y todo este tema de los aranceles de Estados Unidos nos lleva a una gran preocupación», añade.
Junto a esto, el dirigente de la Unión General de Trabajadores hace hincapié en que «la mesa del Diálogo Social en Valladolid todavía está sin firmar, hay un retraso importante en Laguna de Duero mientras que en Medina del Campo y Arroyo ni siquiera se ha llevado a cabo». A su juicio «esto es importante para todas esas poblaciones», porque «les aportaría una sensación de tranquilidad de cara a que los inversores puedan apostar por esta provincia», concluye.
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