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Medio punto. Eso es lo que ha subido la tasa de paro en Castilla y León en el primer trimestre de 2025, hasta situarse en ... el 8,70%, según la Encuesta de Población Activa (EPA) que ha publicado este lunes el Instituto Nacional de Estadística (INE). Se trata de un incremento del 5,39% que se traduce en 5.000 desempleados más que al cierre del año pasado, como consecuencia fundamentalmente del fin de la campaña de Navidad pero también del hecho de que la Semana Santa ha caído muy tarde.
Sin el empuje de este acontecimiento religioso y cultural clave para el turismo en la comunidad –que se tendrá en cuenta en el segundo trimestre al haberse producido en abril–, el número de personas sin trabajo ha crecido hasta las 98.500. Representan el 3,5% de las 2.789.200 contabilizadas en España, donde la evolución del desempleo ha sido aún peor puesto que el aumento ha sido del 7,46%, dos puntos por encima del dato regional.
La diferencia es aún más abultada si se contraponen las tasas de paro autonómica (el mencionado 8,70%) y nacional (11,36%). Tanto es así, que dejando de lado las tres únicas autonomías donde el desempleo baja respecto al trimestre anterior (Cantabria, Murcia y el País Vasco), resulta que Castilla y León es la quinta por la cola en porcentaje de incremento, por detrás de Galicia (1,43% más), La Rioja (1,70%), Valencia (2,05%) y Andalucía (2,53%).
98.500 parados en Castilla y León
De ellos 51.500 son hombres y 45.000 mujeres, según la EPA del primer trimestre de 2025.
La comparativa es todavía más favorable en relación al periodo enero-marzo de 2024. En términos anuales los parados caen en 16.000 en la región, el 13,98%. Es más del doble que en el conjunto del país, donde el descenso se limita a un 6,34% equivalente a 188.700 ciudadanos. Eso no impide que haya cuatro comunidades que están mejor, de nuevo La Rioja (-18,99%) y Galicia (-15,68%), además de Asturias (-15,42%) y Navarra (-14,26%).
Lo más positivo, no obstante, es que la brecha de género se reduce. Según la EPA, mientras que en el primer trimestre 1.300 mujeres salieron de las listas del Servicio Público de Empleo (SEPE) y su equivalente autonómico, el Ecyl, entraron 6.000 hombres. Y lo mismo ocurre en relación al ejercicio pasado: de los 16.000 parados menos registrados, 13.100 eran féminas y 2.900 varones. Con todo, el cómputo general sigue siendo favorable a estos últimos, puesto que son 47.000 frente a 51.500 desempleadas.
El análisis por provincias revela el distinto comportamiento que han experimentado unas y otras en la región. Hay tres donde el paro desciende de manera importantísima en relación al cuarto trimestre de 2024: Salamanca (-34,52%), Segovia (-31,48%) y, en menor medida, Ávila (-18,84%). No ocurre lo mismo en León, donde se dispara el 44,30%; Soria, con el 41,67%; Palencia, con 30,00%, y Burgos, con el 25,45%. En Valladolid escala el 9,30%, mientras que en Zamora se queda exactamente como estaba.
Si se echa la vista doce meses atrás el balance tampoco es homogéneo. León y Palencia son los dos únicos territorios autonómicos donde el desempleo sigue al alza, con subidas del 28,74% y el 8,33%, respectivamente. En el resto los recortes son muy desiguales, y van desde el -41,67% de Ávila, el -40,54% de Salamanca y el -32,73% de Segovia, al -24,44% de Soria, el -19,66% de Zamora, el -14,23% de Valladolid y el más reducido -4,83% de Burgos.
El Instituto Nacional de Estadística, por otra parte, pone de manifiesto que de los 98.500 castellanos y leoneses que quieren trabajar y no pueden hacerlo 43.000 pertenecen al sector servicios, 6.900 a la agricultura e idéntica cantidad a la construcción. Junto a esto, hay 37.200 que buscan su primer empleo o han dejado de trabajar hace más de un año.
Asimismo, la EPA sitúa la tasa de actividad autonómica en el 54,04% (0,21 puntos menos que el trimestre anterior pero 0,38 más que hace un año), frente al 58,57% nacional (0,09 puntos más que hace tres meses pero 0,05 menos que al inicio de 2024). La población ocupada continúa superando el millón de personas –para ser exactos 1.033.500, que son 31.900 más que en las mismas fechas de 2024–, mientras que en España se cifra en 21.765.400 (515.400 más que el pasado ejercicio).
En el terreno de las valoraciones, CEOE Castilla y León ha abogado por «evitar toda tendencia al conformismo». Al igual que en ocasiones anteriores, la patronal critica «la incertidumbre regulatoria» porque a su juicio «puede perjudicar la creación de empleo», en particular de la mano de «medidas de política del mercado laboral con efectos sobre el modelo de relaciones laborales y la negociación colectiva, como el reciente anuncio de aprobar en el Consejo de Ministros del próximo martes, 29 de abril, el proyecto de Ley sobre reducción de jornada laboral».
La Confederación de Organizaciones Empresariales, que preside Santiago Aparicio en la región, considera que «esta realidad precisa ser contrarrestada con medidas estabilizadoras que alienten las decisiones de inversión y contratación: más seguridad jurídica, menos proliferación burocrática y, sobre todo, un alivio a la subida acumulativa de los costes laborales y cargas impositivas que padece el tejido productivo».
Desde la Unión General de Trabajadores (UGT) Antonia Isabel Guerrero, vicesecretaria general de Políticas Públicas, ha recordado que al examinar los datos «hay que tener especial cuidado dada la estacionalidad de la Semana Santa, ya que no todos los años cae en el mismo trimestre y esto los altera significativamente». Eso explica «seguramente» que los servicios sumen 10.000 desempleados, «mientras que el sector industrial se mantiene más estable» y «hay que destacar la caída del sector agrario a un 6%».
Junto a esto, la dirigente de UGT ha resaltado que con el 8,7% «Castilla y León es la cuarta comunidad autónoma con la tasa de paro más baja, y por debajo de la cifra estatal del 11,36%», si bien hay provincias como la leonesa con «6.000 parados más» mientras que «el polo opuesto sería Salamanca, con un descenso de 5.800 personas». Según Antonia Isabel Guerrero, el mercado de trabajo de la región «gracias a la última reforma laboral está consiguiendo tener empleo estable y de calidad, más mujeres trabajando y con el desempleo juvenil en mínimos históricos, pero aún así queda mucho por mejorar» y para ello «dentro del marco del Diálogo Social se siguen firmando acuerdos», ha concluido.
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