Susto sin consecuencias en el encierro campero de Portillo
Un varón tropezó con unos arbustos a la entrada de la localidad y uno de los astados arremetió contra él, sin causarle heridas de gravedad
No le faltó emoción a uno de los encierros camperos de las fiestas de Portillo. Era uno de los eventos más esperados por los amantes de la tauromaquia en Valladolid, y prueba de ello son los centenares de caballistas y visitantes que no quisieron perderse la cita. A las diez de la mañana, puntuales, la manada salió de los corrales municipales del Comoso escoltada por numerosos caballistas.
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Por el campo, el recorrido fue rápido y traquilo hasta la entrada en la localidad. Una vez allí, uno de los astados desvió su trayectoria hacia una de las calles donde la multitud aguardaba para ver la entrada de la manada por el recorrido urbano. En su intento de huida, un varón, cuya identidad no ha trascendido, se tropezó con los arbustos ubicados junto a la calzada, con tan mala fortuna que el toro arremetió contra él. Sin embargo, el astado se resbaló con el asfalto, frustando así su embestida. El hombre, que permaneció en posición fetal en todo momento, fue socorrido por una decena de visitantes y, aparentemente, no sufrió heridas de gravedad.
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