Así suenan en Valladolid las jotas feministas: «Vente mocita, dame la mano, juntas nos cargaremos el patriarcado»

A su lado estaba la escritora y traductora –del noruego– Ana Flecha (León, 1986), quien puso el foco en otra jota, 'Ala entrada de León', donde se canta: «A tu madre le voy a decir que no sabe leer, ni tampoco escribir; ni sumar ni restar con los dedos ni multiplicar, carita de cielo». Corazón y Ana se miraron.

Y descubrieron el «mensaje machista» que supuraban algunas de las canciones que en sus pueblos se habían cantado siempre. Detrás de los aires festivos había unas sombras pesadas que apuntaban a lo peor (como los abusos) o apuntalaban los estereotipos. «En muchas se habla de que si eres guapa, de que si eres fea y a ver que cuándo te vas a casar».

Ante esto, decidieron darle un giro. Conservan la música, la melodía y transforman la letra, con mensajes feministas y un enfoque de clase. Hablan de abuelas republicanas, de amores entre mujeres, de cultura de la violación... Y eso, desde hace cuatro años, lo llevan a los escenarios con el nombre de Ajuar. Este sábado (a las 20:00 horas) se suben al que se ha instalado junto al Canal de Castilla, dentro del programa festivo Abierto en Canal, que ofrece conciertos y actividades culturales en el barrio de La Victoria. Este viernes hubo una lectura dramatizada de Miguel Delibes y la proyección del documental 'Sobre el cielo de Valladolid'. El sábado, tras la actuación de Ajuar, le llega el turno a Caña y Media, grupo de música mestiza y reivindicativa.

«Vente conmigo, mocita, dame la mano, juntas nos cargaremos el patriarcado», dice la nueva letra de la 'Jota de la Virgen de Guadalupe', rebautizada como 'Jota antipatriarcal'. 'La cinta del pelo' se ha convertido en 'La republicana bollera', donde se canta: «Cinco duros me da el rey si ante él me arrodillo, y aunque me diera un doblón, yo así no me humillo. Que yo las rodillas las tengo muy finas y no me arrodillo si no es delante de la mi Josina».

En sus actuaciones, Ajuar explica cómo eran las letras anteriores y cuál es su propuesta para eliminar las alusiones machistas. «Es muy emocionante ver cómo que se crea una comunidad de escucha en torno a estas jotas», cuenta Corazón. Para ello, se apoyan en la pandereta leonesa (la toca Ana)y el mortero o el almirez extremeño (de Corazón). «Nos gusta que la puesta en escena sea sencilla. Yhay algo muy poderoso en la música que es solo voz y percusión. Es algo que vincula a muchas culturas –por ejemplo, muchísima música africana– y es muy emocionante». Y todo ello, con las jotas que escucharon de niñas, en su León y Extremadura natal.

«Además, nos dimos cuenta de que, por la trashumancia, se compartían muchas melodías. Al principio nos cuestionamos si no sería un sacrilegio cambiar la letra, pero el folclore es algo que evoluciona, que la gente lo crea y lo transforma. Son canciones preciosas, pero con algunas letras que hoy no se pueden cantar con alegría. Se tienen que adaptar a una nueva realidad... y es el modo de que pervivan», concluyen.