Ver 35 fotos
«Sigamos construyendo juntos una Policía Municipal cercana, eficaz y plenamente entregada a Valladolid»
Los agentes celebraron este sábado su día con un acto en el que tomaron posesión 35 nuevos efectivos y se entregaron distinciones por actuaciones destacadas
No son médicos, aunque ellos también salvan vidas, incluso poniendo en riesgo la suya propia. Son los encargados anónimos de velar por la seguridad de la ciudadanía, ya sea controlando la circulación, peinando las calles a pie o a bordo de vehículos patrulla o realizando peligrosas persecuciones para atrapar a delincuentes, entre otras muchas labores. Y este sábado les tocó dejar ese discreto segundo plano y salir por un momento del anonimato para recibir un merecido reconocimiento y celebrar con compañeros, autoridades y seres queridos el Día de la Policía Municipal de Valladolid. Más aún en este 2025, el «año puente», como se refirió el alcalde, Jesús Julio Carnero, entre el 200 aniversario del Cuerpo Nacional de Policía (2024) y el bicentenario de la Policía Local de la capital vallisoletana (2025).
La de este sábado fue una jornada para honrar a la patrona, la Virgen de San Lorenzo (que, por cierto, estrenaba peana con un escudo del Cuerpo tallado y realizado por el agente Rafael Acebes), y reconocer la «labor, entrega y compromiso» de los efectivos que forman parte de esa «gran familia» como es la Policía Municipal, además de para dar la bienvenida oficial a los 35 nuevos agentes que tomaron posesión. «Sois el futuro del Cuerpo», les aseveró la superintendente jefa, Julia González, quien remarcó la «profesionalidad, solidaridad y capacidad de servicio» de la plantilla. «Durante el último año hemos afrontado grandes retos –mencionó, por ejemplo la Dana de Comunidad Valenciana o el apagón general del 28 de abril– y en todos habéis demostrado lo grandes profesionales que sois», dijo.
Julia González también aseguró ante policías, familiares y autoridades que arroparon al Cuerpo en la celebración de su día en el Teatro Calderón sentirse «profundamente orgullosa de cada uno de los agentes». «Nos espera un año especial de celebración, de compartir nuestra historia con los ciudadanos, de reforzar aún más nuestra empatía y cercanía. Sigamos construyendo juntos una Policía cercana, eficaz y plenamente entregada al servicio de nuestra ciudad», apuntó.
Tras el merecido homenaje a los jubilados –se rindió un especial tributo al de más edad, Patricio Duque– se concedieron los reconocimientos a los denominados guardias urbanos de honor, una distinción de la Policía Local a aquellas personas o instituciones que, por diversos motivos, mantienen un vínculo especial y ensalzan la profesión policial.
Guardias urbanos de honor
Lo recibieron el inspector jefe de la Policía Nacional Ignacio Pinillos; el capitán de la Guardia Civil Manuel Martín; el suboficial mayor de la Guardia Civil Francisco Javier Martín; la directora del servicio de Ocupación de Vía Pública, Silvia Cebrián; el capataz del servicio municipal de limpieza Rafael Astorga; el empresario Carlos Prado; el periodista radiofónico Raúl Rodríguez; y el inspector jefe de la Policía Local de Masanasa (Valencia), Javier Urban.
Este último pudo sentir en sus propias carnes, con una prolongada y calurosa ovación (algunos asistentes incluso se pusieron en pie), el cariño que le profesa la Policía Local. A esa localidad valenciana acudieron, hasta en «diez reemplazos», agentes desde Valladolid para arrimar el hombro y ayudar en todo lo que fuera necesario tras las trágicas inundaciones. «Es un honor para la Policía de una población pequeña como la que vengo recibir un galardón así», admitió Urban, al tiempo que resaltó ante un Teatro Calderón lleno el «grado de implicación, interés y empatía» que mostraron los efectivos vallisoletanos desplazados. «Fue mucho más alto de lo exigible; tuvieron un comportamiento ejemplar y digno con la población, estaremos eternamente agradecidos», concluyó.
En el seno del Cuerpo, se otorgaron galones de mérito a una veintena de policías por sus acciones destacadas en acto de servicio, como la que realizaron el pasado 16 de septiembre Sergio Ayala, Roberto Gallego y Jorge García. Ellos intervinieron, de madrugada, en una peligrosa reyerta con machetes y espadas ninja que se saldó con dos detenidos. «Siempre es de agradecer que te reconozcan por tu trabajo, sobre todo por los familiares, pero es más la satisfacción del trabajo bien hecho», dice Jorge García, en representación de unos agentes que coinciden en que ser policía local para ellos no es un empleo más. «Es vocacional, te levantas con una sonrisa, hay además muy buen ambiente y cada día es una cosa nueva, no sabes lo que va a suceder. Puede haber unas fiestas muy tranquilas, como ha sido el caso este año, y al día siguiente de acabar te encuentras con una reyerta. Por ejemplo, un minuto antes de la intervención con los machetes estábamos intentando atrapar a un perro que estaba suelto», reconocen.
Por último, se entregó la medalla a la constancia a la promoción que se incorporó a la plantilla en el año 2000, conocida como 'Millenium', por sus 25 años al servicio de la ciudadanía.
Una peana con el escudo de la Policía Local tallada a mano por un agente
Fue la insistencia del Mayor de la Policía Municipal de Valladolid, Iñaki Ayuso, lo que animó al agente Rafael Acebes a elaborar una peana de «madera tipo nogal» para colocar sobre ella la talla de la Virgen de San Lorenzo, patrona del Cuerpo, que les acababan de donar. Así que Aceves, que aunque se le dan bien las manualidades «nunca» habría hecho algo parecido, se puso manos a la obra. «Estaba la figura encima de un taburete y no lucía nada; se me daban bien las manualidades, así que me animé», cuenta este policía municipal.
De hecho, la peana está tan personalizada que incluso tiene tallado el escudo de la Policía Local. «Me puse a hacerlo despacito, un poco cada día, y en mes y medio lo tuve hecho», señala. Este sábado, durante el acto para celebrar el Día de la Policía Municipal, se ha expuesto por primera vez la talla sobre la nueva peana y la superintendente jefa, Julia González, le ha agradecido públicamente el gesto. «Es emocionante», sentencia Rafael Aceves.