La Semana Santa 2020 de Valladolid incluirá una procesión nueva y cambios de día
Luis Argüello impulsa una transformación profunda que incluye la consolidación del desfile del Sábado de Pasión de los Artilleros
Cuando finalizó la pasada Semana Santa, el Obispo Auxiliar de Valladolid, Luis Argüello, mostró su decidida y enérgica intención de «dar una vuelta» a cofradías ... y procesiones. Argüello ofrece un impulso y plan para modernizar la Semana Santa, anticuada en muchos aspectos, con una profunda transformación. Habrá una nueva procesión en la mañana del Sábado Santo, será fija en el programa la celebrada el año pasado de forma ocasional y extraordinaria con el Cristo de la Misión en la tarde del Sábado de Pasión, se estrenará la aprobada para la noche del Jueves Santo a la Oración del Huerto y varias cambiarán incluso de día, con toque de atención para otras que están en declive y riesgo de desaparición.
Luis Argüello ha dedicado los últimos meses a mantener contactos y reuniones de forma individual con los representantes de las 20 cofradías de Valladolid. La intención era manifestar sus sensaciones y recoger ideas, inquietudes y propuestas de mejora. Una vez recabada la información y tras un largo periodo de reflexión, el pasado lunes por la tarde se celebró una reunión entre el responsable de la Iglesia de Valladolid –con premiso del arzobispo cardenal Ricardo Blázquez–, y todas las cofradías. El obispo comunicó sus propuestas, que sin ser impuestas, deben ser asumidas y aceptadas por las cofradías, de tal modo que todas ellas, con algunos matices, serán llevadas a término y efecto. No todas podrán entrar en vigor en la próxima Semana Santa. Algunas se demorarían hasta la Semana Santa del año 2021.
Libro de estilo
Un protocolo para reforzar el carácter religioso
Luis Argüello, máximo responsable eclesiástico de las cofradías de Semana Santa de Valladolid, dividió la reunión en dos aspectos esenciales. En una primera parte mostró su intención de crear una especie de libro de estilo, un protocolo que mejore la esencia de la Semana Santa, adaptando los recorridos y motivos de las procesiones a la liturgia, instando a mejorar la imagen, la uniformidad y fortaleciendo el carácter religioso de actos, cultos y procesiones. Se trata de sugerencias basadas en el razonamiento y la lógica para mejorar los 10 días de procesiones en Valladolid, entre el Viernes de Dolores y el Domingo de Ramos.
Procesiones nuevas
Dos citas fijas más para el calendario
Las dos decisiones inmediatas que entrarán en vigor esta Semana Santa son la salida a las calles de la nueva procesión de la Oración del Huerto en la noche del Jueves Santo, ya aprobada el año pasado, y la decisión de hacer fija en el programa de procesiones la que se celebró de forma extraordinaria el año pasado en la tarde del Sábado de Pasión, y que será fija. Esta última afecta al Cristo de la Misión, propiedad del ejército, y que procesiona a hombros la cofradía de los Artilleros o Ecce Homo, que se celebró con gran esplendor y respuesta del público en el entorno del Palacio Real en la Plaza San Pablo, con claro carácter castrense. La talla, anónima, del siglo XVII, había sido recuperada de un polvorín tras permanecer varios lustros abandonada.
Sábado Santo
Una procesión relevante, pero difícil para 2020
La gran novedad llegará en la mañana del Sábado Santo, en un proyecto que difícilmente prosperará –por la premura– en la Semana Santa de 2020. Afectaría a 3 o 4 cofradías, que sacarían a la calle un Cristo Yacente, la Cruz Desnuda, el Santo Sepulcro y alguna imagen de la Soledad o una Dolorosa, en definitiva, una Virgen en duelo, sin cabida para crucificados u otras advocaciones. La procesión debería tener una inspiración acorde con la liturgia del día, las lecturas y el recogimiento propio del momento entre la muerte y la resurrección. Esta procesión aunaría tres grandes alegrías, la de las cofradías implicadas, la del Ayuntamiento, que vería cumplido su anhelo de dar continuidad al programa de procesiones tras la apoteosis del Jueves Santo y el esplendor del Viernes Santo, fijando visitantes y turismo, que enlazaría con el tercer sector encantado con la idea, la hostelería de la ciudad.
Se trata de una demanda que viene de lejos, dado el extraño y paradójico vacío que se producía en Valladolid en este día, cuando otras ciudades celebran procesiones importantes.
Cambios de día
Cristo de Medinaceli y Sagrada Cena se trasladan
A partir de ahí, dos procesiones cambiarán de día. La primera en hacerlo será la del Cristo de Medinaceli, que dejará la tarde del Lunes Santo y se celebrará en la tarde del Domingo de Ramos, compartiendo protagonismo y horarios, presumiblemente, con el traslado del Cristo de los Trabajos de la cofradía de las Siete Palabras. Otra que cambiará de día es la de la Sagrada Cena del Miércoles Santo por la tarde (procesión de Perdón y Esperanza), que pasará a celebrarse en la noche del Viernes de Dolores. Dado su estructura y sentido de finalizar en la Catedral con un acto de carácter penitencial, Argüello ha hecho ver su idea de que tiene más sentido el último viernes de la Cuaresma, el de Dolores, día de penitencia y preparación para la Semana Santa por excelencia.
Adaptación
En riesgo la procesión de La Amargura de Cristo
Luis Argüello explicó su postura e ideas sobre varias procesiones más, sobre las cuales deberán reflexionar sus cofradías. Algunas de ellas ya han recibido claras instrucciones de cuáles deben ser sus modificaciones, con buen acogimiento por parte de las implicadas. Buen ejemplo de esta situación es la procesión de La Amargura de Cristo en la tarde del Jueves Santo, en la que tan siquiera sale la imagen que da nombre a una procesión que ha sufrido múltiples cambios a lo largo de los años, en la que ya no participa alguna de sus cofradías originales (Despojado), y en la que lo hacen dos que podrían dejar de hacerlo por tener pocos minutos más tarde, de noche, procesiones propias, como es el caso de la Oración del Huerto y El Descendimiento. O mucho cambian las cosas, o esta procesión, que en ocasiones se convierte en un galimatías, desaparecerá del programa.
Sermón de las Siete Palabras
Abrir más el acto al público vallisoletano
Otro momento crítico de la semana en la que tiene puesta toda su atención Luis Argüello es el de la mañana del Viernes Santo durante el acto del Sermón de las Siete Palabras. El obispo tiene grabada a fuego la escena de una Plaza Mayor desierta de cofrades, sillas vacías y público y pueblo fiel agolpado tras las vallas de separación para seguir el sermón. «Si las cofradías no acuden y sus cofrades lo hacen de forma minoritaria, hay que abrir esas vallas y permitir a quien sí está interesado en asistir al acto que pueda hacerlo cómodamente», resume Argüello.
Análisis y margen para implantar cambios hasta 2021
Luis Argüello cree que hay procesiones y días redondos, como las mañanas de Domingo de Ramos y Resurrección y la procesión general del Viernes Santo. Del mismo modo, perfectas son, a su juicio, las tardes de Lunes Santo, Martes Santo y Miércoles Santo, así como la mañana del Jueves Santo. A su juicio, la procesión central de la tarde del Jueves Santo debe ser la de la Sagrada Cena, porque es la que se ajusta y mejor responde a la liturgia propia del día. Su consejo es que habría que revisar el recorrido y el acto central de la misma. Argüello se muestra observante con varias procesiones en las que la participación es escasa, por no decir mínima, de cofrades y público asistente. Todo este planteamiento renovador debería estar implantado en la Semana Santa del 2021, siempre bajo una premisa, «las cofradías de Valladolid deben tener conciencia de que es de todos, sin individualidades. Es un proyecto de todos, y solo así crecerá y mejorará. Quien piense lo contrario está en un error y deberá replantear su postura e idea», sentencia.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión