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San Pedro regala arte con un emotivo recuerdo a Celia González
El barrio, junto con Los Viveros, celebra su tradicional feria cultural y rinde homenaje a la cantante fallecida a los 24 años
Hay ballenas, delfines, tigres, nubes, unas casitas y muchos árboles. Explican Jorge Consuegra y Alberto Sobrino, los artistas que han trazado la escena, que la ... obra tiene un componente «onírico», porque han sacado a los animales de su medio y los han emparejado en una colorida ensoñación. El trabajo en la tapia trasera de la Ebanistería Hermanos Martínez, en el parque de la calle Jardines de Sabatini, entre San Pedro Regalado y Los Viveros, comenzó el año pasado. Era una primera fase, que ha continuado este sábado dentro del iniciativa Regalarte, un potente programa de actividades culturales impulsado por la asociación de vecinos que agrupa a ambos barrios y en la que los residentes y visitantes despliegan todo su genio creador.
Desde media mañana, casi una treintena de niños se pusieron manos a la obra para llenar de color las nuevas figuras que pueblan un cerramiento que mantiene ese fondo gris cemento, típico de fábrica. «Lo hemos querido dejar así para que el color resalte más», apunta Jorge mientras reparte pinceles y da instrucciones a los pequeños artistas, que comienzan a ensuciarse la manos de verde, rojo o azul.
Ahí estaban Noa y Sara, que ya tienen experiencia en estas lides. Ambas desvelaban que habían dibujado antes murales en sus colegios de La Milagrosa y el Allúe Morer. «Nos gusta pintar, lo pasamos muy bien», confesaban concentradas. Pero en este caso su creación estará a la vista de toda la ciudad, de todos los que paseen por la zona. Una gozada. Junto a ellas, Tamara Vidanes, una de las madres participantes en la cita, destacaba el pulso que tiene el barrio a la hora de organizar eventos. «Es una manera de que los niños se entretengan, se hacen muchas cosas y eso está muy bien», subrayaba.
La tarea fue coral. Progenitores y vástagos compartieron el trabajo. Los primeros, indicando a los más peques que pusieran más presión al pincel para que el color cogiera fuerza, eso sí, sin salirse de las líneas de las figuras. Los niños, empeñados en rellenar con máximo cuidado los personajes y elementos que les habían asignado. De las partes más altas de la obra, se ocuparon, principalmente, padres y madres, acompañados por los diseñadores de esta propuesta plástica. Ojo, porque este mural no termina aquí. La idea es continuar hasta completar la tapia. Quizá con nuevas historias, con personas que salgan de esos hogares, con nuevos animales... Eso ya se decidirá en su momento.
Regalarte se desplegó este sábado por varios espacios del barrio con cantidad de propuestas. Desde un taller de grabado a exposiciones de fotografía pasando por demostraciones de danza urbana o murales más pequeños en otros enclaves. También se pudo disfrutar de un concierto infantil a cargo de Allende Mundi y otro para pequeños y mayores protagonizado por el grupo San Miguel Fraser, que combina el folk galés con la música tradicional de Castilla y León.
La jornada incluyó un emotivo homenaje. El que el peluquero y escultor aficionado Miguel Ángel González dedicó a su hija Celia, fallecida en febrero de 2024 a los 24 años de edad. Cantante, compositora y conocida artísticamente como Enclavedece, su recuerdo quedó plasmado en la obra elaborada por su progenitor. Realizada en cartón piedra, a las seis de la tarde se celebraba un acto en la plaza Carmen Ferreiro para descubrir esa figura, que, con el título 'La niña que jugaba con la música', pretende ensalzar el amor por este arte. La presidenta de la asociación de vecinos, Patricia Abarquero, con Elsa al piano, fueron las encargadas de presentar la obra.
«No tuvimos la suerte de conocerla, pero gracias a las personas que la amaban y a su obra podemos descubrirla, sentirla y disfrutarla; 'La chica que jugaba con la música' estará sentada ahí, recordándonos que existen emociones que transcienden el tiempo y el espacio, que hay vínculos que se crean, como el de Celia con la música, que transforman los lugares y conectan sentimientos entre personas que no se conoce», leyó Abarquero.
Este periódico aprovechó la visita a este activo barrio, ahora unido al nuevo desarrollo residencial de Los Viveros, para preguntar por sus aspiraciones. Con una presencia cada vez más importante de familias jóvenes, Noemí Garcimartín, de la junta directiva, desgranaba algunas. Entre las más importantes, la reforma de parque de la Campiña con la renovación de columpios, restaurar e iluminar a la Torre del Agua e instalar aparatos biosaludables para que los más veteranos de la zona puedan mantenerse en forma.
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