Una ruta por Valladolid para comérsela con patatas

La frita es la reina de todas las guarniciones, pero hay infinitas maneras de cortarlas y cocinarlas para disfrutar a lo grande de todas sus cualidades. La patata es un alimento saludable y económico, que siempre ha sido protagonista de nuestra gastronomía y que cada día, se reinventa en nuevas recetas. Asadas, cocidas, en parmentier o como ñoqui. Bravas o con alioli. Rellenas, revolconas o panaderas. En puré, en tortilla o en ensaladilla. Da igual lo que eches, el caso es que un buen plato de patatas, siempre resulta delicioso. Por eso, esta semana, El Norte te propone una ruta en la que disfrutarás a lo grande de este sabroso tubérculo. ¿Te vienes de ruta?

Este restaurante está ambientado como un gran salón del lejano Oeste, en el que se puede disfrutar de platos con un genuino sabor americano. Lo inauguró el conocido y respetado hostelero Jesús Mehri, fallecido el pasado mes de mayo en un accidente de tráfico. Fue, durante años, lugar de encuentro del ocio gastronómico en Arroyo de la Encomienda. Hace cuatro meses abrió de nuevo sus puertas con una nueva dirección. A su frente está ahora Claudio Vasile Tomoroba, quien ha decidido mantener la estética y filosofía culinaria que marcó su viejo amigo Jesús Mehri.

En su carta destacan, sobre todo, las carnes a la plancha y a la brasa. Hay otras muchas delicias con las que disfrutar como un auténtico cowboy, como las hamburguesas, las alitas de pollo, los nachos, jalapeños y aros de cebolla. Pero son las patatas uno de los platos más demandados por sus clientes. Normalmente las piden para compartir al centro, ya que las raciones son más que generosas. Ofrecen tres variedades, a cuál más deliciosa. Las Patatas Rodeo, con mezcla de quesos premium fundidos, bacon y pimentón. Son las más demandadas y su textura es cremosa y su sabor muy suave y sabroso. También están las Patatas Gran Cañón con mix de quesos, chile, carne picada y salsa brava. Resultan picantitas y son las favoritas de los amantes de los sabores fuertes y que perduran en el tiempo. Las Patatas Pulled Pork destacan por el inconfundible sabor de su salsa barbacoa. Incluye mezcla de quesos y carne mechada. ¡Yee-Haw! «Nunca utilizamos patatas de bolsa o congeladas. Empleamos producto de primera calidad y consumimos varios sacos a la semana. Pelarlas supone un enorme trabajo, pero que merece la pena. Los clientes las aprecian muchísimo por su sabor, por su precio asequible y por el buen ambiente que siempre hay en el bar», dicen Nico Arión, camarero del establecimiento y Sergio Miranda, su cocinero.

En el corazón de Parquesol encontramos esta cafetería-restaurante regentada por Juan Simón Sancha y Valentín Zazo. El primero atiende los fogones, mientras el segundo atiende con diligencia a los clientes. Juntos forman un buen tándem. Es un establecimiento donde la cocina tradicional manda y las patatas son uno de sus ingredientes fetiche. Las hacen de muchas maneras y la emplean mucho como guarnición para carnes y pescados. Las que más gustan son las 'Patatas remolino Vasi´s', con corte panadera, alioli y pimentón dulce. Son el santo y seña en la casa. Juan Simón, como hostelero experimentado, sabe que sus clientes aprecian los buenos guisos y a él le encanta hacerlos. Esta semana ha sorprendido a los habituales a su comedor con un delicioso plato que recuerda a los de las abuelas. Unas patatas con costillas y carne adobada. Tan buenas que querrás probar este plato una y otra vez. Se deshacen en la boca. «Las ofrecemos en el comedor, como primer plato y también como tapa gratuita con la consumición, un día a la semana, durante todo el invierno. Vamos variando para que los clientes prueben cosas diferentes cada día», dice este cocinero. «La patata tiene algo especial que hace que siempre esté buena, la hagas como la hagas. Es un alimento muy agradecido. Lo más importante es que sea de buena calidad. Además, con los tiempos que vivimos, en los que la economía y el ahorro son fundamentales, la patata se postula como un alimento muy económico, al alcance de cualquier bolsillo», prosigue este cocinero, al que le gusta emplear la variedad agria, con diferentes niveles de almidón, en función de si se trata de un guiso o son para freír.

El cacereño Raúl Domínguez es el jefe de cocina de este restaurante situado en el Paseo Zorrilla, en el Hotel Juan de Austria. En su carta brillan los guisos reconfortantes, nutritivos, con productos de temporada y con una elaboración hecha con mucho mimo. Siempre está lleno de comensales y eso sólo puede significar una cosa, que allí se come bien. Para esta ruta de El Norte, su propuesta consiste en un espléndido plato de patatas con atún, con un emplatado muy cuidado que invita a comerlo. «Nuestro pescadero de confianza nos provee de piezas de atún que son muy adecuadas para este tipo de guisos», cuenta este chef. «Su elaboración es muy sencilla. Lo hacemos, igual que ya lo hacían nuestras madres y abuelas, porque es lo que realmente demandan los clientes. Hacemos un buen fondo de verduras y un sofrito. Lo fondeamos y cascamos las patatas, que son de Castilla y León. Echamos un fumet que teníamos reservado y que hacemos a base de espinas y colas de rape. Dejamos cocer entre 15 y 20 minutos, en función del tamaño de la patata y agregamos el atún. Al parar la cocción, hay que dejarlo repasar durante 5 ó 6 minutos. Es un plato que nos demandan mucho. Nuestros clientes aprecian el cariño con el que lo hacemos», explica.

En su cocina, la patata es un ingrediente fundamental por su versatilidad. La utilizan para hacer aperitivos, cremas, purés para guarniciones y guisos, con chipirones, con carne, costillas. «Para freír utilizamos siempre la patata agria. Nos parece la más idónea ara la fritura. La monalisa es otra variedad que utilizamos mucho», subraya Domínguez.

Es parada obligada para los amantes del buen comer. Este emblemático mesón situado en lo más alto del cerro de San Cristóbal es conocido por sus excelentes asados, especialmente el lechazo, y por todos guisos tradicionales. Lo fundó Santos Samaniego, en 1992. Hoy lo dirige Milagros, quien está muy orgullosa del legado culinario que dejó su padre. Los sabores de toda la vida y elaboraciones sin prisas son el denominador común en la oferta de cuchareo de este establecimiento. «El cliente agradece comer un buen plato que le haga sentir como en casa y que le recuerde al puchero de la abuela», dice Mila, que también es la sumiller de este gran mesón. Sus patatas a la importancia son de otro planeta. «Es un plato que puede parecer básico, pero que requiere una larga elaboración. A los clientes les encanta, ya que al ser tan laborioso, no suelen hacerlo en casa. Por eso, cuando vienen lo disfrutan muchísimo. Es un plato habitual en nuestra oferta, desde que inauguramos el restaurante», explica Mila.

Sus patatas con níscalos, también son una propuesta muy interesante para los adictos a los tubérculos y a los sabores de siempre. También las cocinan con boletus y otros tipos de setas. «En la medida de lo posible utilizamos producto de proximidad. Concretamente las patatas son de San Miguel del Arroyo. Son de variedad monalisa y nos las trae directamente el agricultor, de la huerta a la mesa. Las patatas cobran muchísima importancia en casi todas las elaboraciones que hacemos. Las incorporamos a las lentejas, a las alubias y al cocido. Por no hablar de las patatas fritas que acompañan todas nuestras carnes a la brasa. Es un ingrediente estrella para nosotros», termina.

¿Y a ti? ¿Cuál es tu receta de patatas favorita? Déjanos tu recomendación en los comentarios de esta noticia. Si deseas conocer y disfrutar otras rutas gastronómicas, aquí te recomendamos algunas: los postres más alucinantes, los mejores chuletones o los gin tonics mejor preparados. Todo, en nuestro espacio dedicado a los mejores sitios para comer y beber en Valladolid. ¡Que aproveche!

• Temas
• Valladolid (Provincia)
• Arroyo de la Encomienda
• Patata
• Comer y beber en Valladolid