La Reforma Laboral en Valladolid: aumentan los fijos discontinuos y el 33% de los contratos son indefinidos

A pesar del aumento, la mayoría de los primeros contratos que se firman en la provincia todavía son temporales. En enero fueron 4.999 nuevos convenios por circunstancias de la producción, que suponen la mitad del total en todo el territorio. En marzo de 2022, el 54% de los contratos correspondían con estas características. Números similares a los que se desprenden de la variación anual desde entonces. Es decir, en 2022, el 55% de los convenios firmados eran por circunstancias de la producción y el 50% en 2023. De vuelta a la actualidad, en Valladolid se firmaron 3.369 contratos indefinidos en enero de 2024. El resto de contratos corresponden con nueve indefinidos a personas con discapacidad, 73 vinculados con programas de políticas activas de empleo, 26 de financiación de fondos europeos, 135 de artistas y personal técnico o auxiliar, 27 temporales de personas con discapacidad y 1.168 de sustitución.

Otro de los efectos más inmediatos tras la reforma están en el número de contratos que se convirtieron en indefinidos durante el primer año desde su aprobación. Es decir, contratos temporales que dejaron de serlo. En Valladolid, 13.457 convenios terminaron por ser indefinidos en 2022, para un total de 184.644 contratos que se firmaron en todo el periodo. En 2023, cuando ya se suavizó ese primer incremento, el número se redujo hasta 5.716 indefinidos, un descenso del 57%. Este año también disminuyó el número total de contratos firmados en la provincia, concretado en un descenso del 14%. La situación, ese primer gran incremento y relajación posterior, también se plasma a nivel autonómico y nacional, donde los contratos convertidos en indefinidos se redujeron el 63% después de la subida vivida en los primeros meses de reforma, que afectó por igual tanto a las mujeres como a los hombres. Según se desprende de los datos del Ministerio, los contratos de 6.961 hombres se convirtieron en indefinidos en 2022, así como los de 6.496 mujeres. Es una situación que contrasta por ejemplo con los datos del paro, donde la mayoría de las personas sin empleo son mujeres -el 59% en Castilla y León-, que además mayores de 45 años. En 2023, si bien se produjo este leve descenso posterior a la primera subida, la situación entre hombres y mujeres se abrió más. En el caso de ellos se convirtieron 3.022 contratos mientras que en el de ellas fueron 2.694.

Los primeros datos de 2024 marcan un pequeño cambio de tendencia. En enero de este año, el 4,5% de los contratos de trabajo iniciales se han convertido en indefinidos, mientras que en todo 2023 fueron solo el 3,6% y en 2022 se alcanzó el 7,2%. Los convenios laborales reconvertidos en indefinidos en el mes de enero suponen de momento 477 en todo Valladolid. Los informes del Ministerio pertenecientes a los últimos datos de parados, correspondientes con enero de 2024, reflejan que durante el último mes se firmaron en Valladolid un total de 10.409 contratos, de los cuales 6.554 fueron temporales y 3.855 indefinidos, donde además se incluyen los que se transformaron y los nuevos.

Los efectos de la Reforma Laboral adquieren mayor visibilidad si se comparan los datos actuales con los del año previo a la aprobación de la norma y su posterior entrada en vigor. En 2021 se firmaron en Valladolid 11.818 contratos indefinidos, una cifra que contrasta con los 47.970 de 2022 y con los 56.667 de 2023. El incremento desde entonces es del 379%. Durante estos años las personas que más se han beneficiado de la medida han sido hombres y mujeres mayores de 45 años, que congregan el grueso de contratos indefinidos. Pero desde que se aprobara la reforma, los jóvenes también han sido uno de los grupos más beneficiados. 14.121 menores de 25 años firmaron un contrato indefinido en 2023, frente a los 228 que lo hicieron en 2021. Ocurre lo mismo en el rango inmediatamente posterior, donde se encuentran las personas de entre 25 y 29 años, que en el mismo año solo suponían 274 de todos los contrato indefinidos de 2021. En 2023 pasaron a ser 8.290.

Las estadísticas del Ministerio también permiten saber qué tipo de jornada fue la más común entre los contratos indefinidos. Desde 2021, cuando suponían el 56% -6.672-, y hasta la actualidad, siempre ha sido el de jornada completa. En 2022, ya aprobada la norma, el número se redujo para suponer el 40% -19.457- del total. En los últimos datos disponibles se contrasta la pérdida de importancia de la jornada completa respecto a 2021, cuando han pasado a significar el 42% -24.185- del total. El descenso en este parámetro significa la subida en otro, los fijos discontinuos, que se han disparado desde se aprobara la norma. En 2021 solo eran 1.366 personas -el 11%-, mientras que en 2023 fueron 15.795, el 27% del total.

En declaraciones a Ical, el secretario de Acción Sindical, Coordinación y Diálogo Social de UGT en Castilla y León, Raúl Santa Eufemia, indicó que el aumento de los indefinidos frente a los temporales refleja que «la contratación temporal se empleaba de forma abusiva». «Ahora, la Inspección de Trabajo debería centrarse en vigilar los despidos a personas que no pasan el periodo de prueba, ya que antes era algo circunstancial y ahora es constante. Antes, los temporales entraban y salían muchas veces de un puesto en el mismo mes y la generación de empleo les correspondía, ahora se están convirtiendo en fijos discontinuos y no existen nuevos nichos. Hay un paro estructural brutal», añadió. Con esto, el secretario ponía de relieve la gran cantidad de contratos indefinidos que se firman con la cláusula del periodo de prueba. Una vez terminen estos meses, la empresa puede decidir si contratar o despedir al empleado.

En referencia a esto, la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, plantea acotar el periodo de prueba después de que se dispararan los despidos en estos contratos, que fueron 47.432 a nivel nacional en el último año. Así, el Gobierno asume la limitación de este periodo a un máximo de seis meses en el caso de técnicos y técnicas tituladas y de dos meses para el resto de trabajadores. En el caso de contratos temporales y de duración determinada, el periodo de prueba no podrá ser superior a un mes, si el contrato es de una duración igual o superior a medio año. Según los datos del Ministerio, en Valladolid se produjeron 5.424 despidos en el año de la aprobación de la Reforma Laboral, afectando en su mayoría a las mujeres, 3.144 frente a 2.280 hombres. En todo Castilla y León se produjeron un total de 21.987 despidos en 2022, la octava comunidad con el mayor número. Otro punto a destacar es que en 2023 hubo 873 personas en Valladolid que pasaron de tener un contrato de sustitución a uno indefinido.

Por provincias, los contratos iniciales descendieron en Segovia desde la pandemia (50.679), un 37,9%; en Ávila (37.623), un 37,7%; en Valladolid (152.144), un 34,9%; en Soria (24.828), un 30,7%; en Palencia (64.806), un 29%; en Burgos (100.063), un 28,2%; en León (97.471), un 26,7%; en Salamanca (90.956), un 20,5%; y en Zamora (44.115), un 19,6%. Los contratos indefinidos suscritos se dispararon en Zamora (11.895), un 501,7%; en Soria (9.333), un 467%; en León (36.510), un 427,6%; en Burgos (32.491), un 424%; en Ávila (12.949), un 405,8%; en Salamanca (28.558), un 380,9%; en Segovia (16.904), un 337,4%; en Valladolid (56.667), un 337,3%; y en Palencia (9.610), un 309,8%. Según el Instituto Nacional de Estadística, el número de asalariados con un contrato indefinido bajó en 200 personas en el cuarto trimestre en la comunidad y el de temporales se redujo en 11.300 asalariados.En total, el número de asalariados se situó en 842.500 personas, de los que 700.800 tenían contrato indefinido (el 83%) y 141.700, temporal (el 17%).