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El río Cega, a su paso por Viana, en una imagen de archivo. J. S.
La CHD vigila 58 kilómetros de ríos vallisoletanos por ser tramos con riesgo de provocar inundaciones

La CHD vigila 58 kilómetros de ríos vallisoletanos por ser tramos con riesgo de provocar inundaciones

El organismo amplía en su última revisión las zonas de vigilancia en la capital, Tordesillas, Simancas, Cabezón de Pisuerga y Fuensaldaña

Eva Esteban

Valladolid

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Miércoles, 2 de octubre 2019, 07:36

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Las condiciones climatológicas de la provincia de Valladolid invitan a pensar que no sería posible registrar episodios como los que se produjeron hace apenas quince días, cuando una tromba de agua anegó en menos de treinta minutos una decena de municipios, entre ellos la capital. Sin embargo, por mínimo que sea, el riesgo de que los ríos de la provincia se desborden e incluso supongan un riesgo para la población existe. Así, para identificar los cauces potencialmente inundables, la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) elaboró por primera vez, hace ocho años, un estudio en el que se recogían las Áreas de Riesgo Potencial Significativo de Inundación (ARPSIs). En aquella ocasión, el organismo de cuenca incluyó un total de dieciséis localidades vallisoletanas. Entre ellas, cabe destacar Arroyo de la Encomienda, pues en la última revisión, realizada en julio de este año, la entidad consideró que el paso del Esgueva y Pisuerga por el término municipal no supone ningún peligro.

En esta misma actualización, la CHD pone el punto de mira hasta en dieciocho tramos, si bien existen dos que, por su longitud, destacan sobre el resto: el correspondiente al río Pisuerga, a su paso por Valladolid, en la zona comprendida entre la Overuela y el Pinar de Simancas, que abarca 17,46 kilómetros; y en Tudela de Duero, al paso del río Duero, y que prolonga su alerta en 4,99 kilómetros. En total, la institución vigila 58,53 kilómetros de ríos vallisoletanos por ser tramos con riesgos de provocar inundaciones.

Asimismo, los municipios cuyos ríos tienen tramos con ARPSIs son San Miguel del Pino, Tordesillas, Pollos, Medina de Rioseco, Medina del Campo, Cabezón, Santovenia, Simancas, Fuensaldaña, Tudela de Duero, Villanueva de los Infantes, la capital, Peñafiel, Mojados, Viana de Cega, Olmedo y casi un kilómetro de la Ribera del Duero.

Habitantes afectados

Dentro del informe elaborado por la Confederación, en su segunda fase, se optó por ampliar o fusionar algunos de los tramos que se encuentran en situación de alerta, dentro de la provincia. En el caso de los ríos vallisoletanos, se incrementó el número de metros de especial vigilancia en un total de seis zonas. Es el caso del Duero, a su paso por Tordesillas, que pasó de 1,5 a 2,66 kilómetros; del arroyo Pozo Moza, en Fuensaldaña, que fue ampliado de 0,68 a 1,03;y del Esgueva, en Valladolid, que se incrementó de 2,74 a 3,32. El cauce del Pisuerga, a su paso por Valladolid, Simancas y Cabezón, también fue ampliado de 14,73 a 17,46 kilómetros; de 0,44 a 0,49;y de 2,23 a 2,54, respectivamente.

De manera más concreta, en Tordesillas, bañada por el Duero, un desbordamiento de sus aguas podría afectar hasta a 207 personas si la probabilidad es baja. En otras localidades como Simancas o Cabezón, siempre con una posibilidad reducida de que suceda, la CHD estima que una inundación podría perjudicar a 602 y 324 vecinos, respectivamente. En la capital, por ejemplo, hasta 88.085 habitantes pueden verse afectados por una crecida del Pisuerga, mientras que en el caso del Esgueva, esta cifra disminuye hasta los 60.898.

Se incorpora el paso del Esgueva por Villanueva de los Infantes

La probabilidad es baja, pero el peligro de desbordamiento en caso de intensas lluvias existe. Por ello, la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), en la última actualización de los Mapas de Peligrosidad y Riesgo de Inundación, realizada en julio de este año, decidió incorporar el río Esgueva a su paso por Villanueva de los Infantes. Es, por tanto, uno de los nueve tramos potencialmente inundables –el único de la provincia de Valladolid– incluidos y que no se recogieron en la Evaluación Preliminar del Riesgo de Inundación (EPRI) del primer ciclo.

El organismo de cuenca ha añadido únicamente 0,53 kilómetros de riesgo. En caso de una hipotética crecida, tan solo diecinueve habitantes –el número de censados en 2018 era de 107, según el Instituto Nacional de Estadística– se verían afectados. Eso ocurriría en el peor de los casos, pues la probabilidad de que ocurra es «baja», según lo califica la Confederación. En este sentido, si la posibilidad de que esto suceda es media, el número de vecinos a los que repercutiría sería menor: once.

Desde el punto de vista material, el daño, más allá del que pueda provocar en las parcelas situadas junto a la ribera –el alcalde, Jesús Palomo, aseguró que «son las mejores del pueblo y a nada que llueve se inundan»– sería mínimo. Dentro de la zona inundable no existe ni patrimonio cultural, ni áreas especiales de conservación (ZEC), ni protegidas (ZEPA), ni tampoco un entorno recreativo.

Se da la circunstancia que hace menos de un mes, y tan solo unos días antes de que la CHD publicara la incorporación del río Esgueva en Villanueva de los Infantes, el regidor solicitó al organismo que limpiara «de una vez» el cauce.

Según estimó, son veinticinco los años que lleva sin «ver una máquina» en el municipio vallisoletano. «Es una vergüenza, no podemos seguir así. Da verdadera pena ver a nuestro río tal y como está ahora», lamentó. Ante ello, la Confederación anticipó que la actuación en ese tramo está prevista para los «próximos meses».

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