El turismo de interior se hace fuerte frente a la covid-19
Las 62 oficinas municipales de atención a los visitantes de la provincia ante su nueva normalidad: sin folletos, con aplicaciones informáticas y atención en grupos reducidos
La provincia de Valladolid se perfila como un destino turístico cómodo, variado y, sobre todo, seguro frente al coronavirus. La flexibilidad y personalización de ... la atención al visitante son ahora, más que nunca, un valor añadido de confianza para las 62 oficinas de turismo municipales. Antes de su reapertura tras el estado de alarma, cada una de ellas hizo un ejercicio de autoevaluación que sirvió para marcar los protocolos de actuación aplicables a sus instalaciones y servicios, todo para disminuir el riesgo de contagio entre usuarios y trabajadores. Esas pautas siguen la guía elaborada por el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE) en coordinación con la Secretaría de Estado de Turismo, las autonomías y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Y establecen, entre otros aspectos, el aforo máximo y las medidas necesarias para asegurar la distancia social, la eliminación de la posibilidad de compartir materiales como papel y bolígrafos y que se eviten los envíos postales.
Se han suprimido también las zonas de autoservicio de guías y folletos de papel manipulables. En su lugar, el Patronato de Turismo de la Diputación de Valladolid ha facilitado a toda la red de oficinas cartelería con códigos QR para que el visitante pueda acceder desde su dispositivo móvil a toda la información de la zona que esté visitando. Permiten descargar un mapa de la provincia, planos de distintas rutas e información sobre los centros turísticos, entre otros recursos.
Como parte del plan de medidas de seguridad adoptadas frente al contagio de la covid, el Ayuntamiento de La Seca acaba de trasladar su oficina de turismo desde la calle Tomás Bayón a la planta baja del Consistorio. «Se trata de un espacio mucho más amplio y seguro a la hora de recibir y atender a los visitantes», explica Cristina Hernández, su responsable. «El protocolo municipal contempla la desinfección diaria de las instalaciones, en las que el uso de la mascarilla es obligatorio. Es aconsejable reservar previamente la visita para mantener un aforo limitado y por lo tanto seguro. Otras medidas que hemos tomado son la instalación de dispensadores de gel hidroalcohólico, la retirada del material promocional y la posibilidad de descarga de toda la información turística local a través de códigos QR. Las indicaciones turísticas las hacemos sobre un plano plastificado fácil de desinfectar y hemos instalado vinilos bien visibles con todo el protocolo higiénico-sanitario y los teléfonos de contacto del centro de salud más cercano», añade.
En cuanto a la oferta de actividades, el Área de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de La Seca ha elaborado diferentes propuestas creativas, dinámicas y novedosas implementadas dentro de la marca 'La Seca destino seguro', como las Veladas Verdejas o los paseos entre viñedos. «Se trata de mantener la seña de identidad de la atención turística, que se caracteriza por ser personalizada y flexible en función de los visitantes», dice Hernández, quien ha notado que las preferencias de los turistas han cambiado desde el último verano. «El perfil del visitante, en nuestro caso, sigue siendo el mismo: parejas jóvenes y urbanitas, que se sienten atraídos por el mundo del vino. Sin embargo, hace un año, las demandas del enoturismo entre viñedos no eran las mismas que en la actualidad. Hemos notado un incremento del interés por el disfrute de la cultura del vino a través de un entorno natural y muy especialmente un incremento en la demanda de turismo deportivo. En este caso, la mayoría de los que acuden lo hacen en grupo, atraídos por el itinerario de la Ruta Ecuestre, de Senderismo y BTT de la Ruta del Vino de Rueda, que discurre entre los viñedos de Medina del Campo, Rueda y La Seca», apostilla la guía local. «Se trata de conseguir que los destinos turísticos sean seguros, no solo de cara a los visitantes y trabajadores del sector, sino también de cara a los vecinos de los municipios. Que no vean a los turistas como un peligro de contagio, todas las medidas que se han tomado están pensando también en los habitantes de los pueblos», puntualiza.
Otro municipio que sirve de gran exponente del enoturismo en la provincia es Mucientes. Su oficina de turismo se ha sumado a la iniciativa solidaria #EnoturismoParaSanitarios, que pretende agradecer y premiar a los profesionales del sector por su trabajo durante la pandemia. Una iniciativa a la que ya se han unido más de 200 bodegas y consejos reguladores de todo el país. «Ofrecemos una visita guiada gratuita a todos los sanitarios. Se han sumado también las bodegas locales Sinfo y Mucy», dice Gloria Martín, técnico de turismo mucenteña, que en lo que va de mes, ha notado un aumento en el número de visitas respecto a años anteriores. En su caso, también lo más demandado son las actividades al aire libre. «El turista busca otras alternativas de esparcimiento que le permitan huir de los espacios cerrados, por eso estamos diseñando una guía con 17 rutas de senderismo», añade.
La oficina de turismo de Torrelobatón se encuentra situada en el interior del castillo, donde se puede visitar el Centro de Interpretación de los Comuneros. En la entrada se distinguen dos sellos, el de Calidad Turística y el de Turismo Responsable, emitido por el Gobierno de España, que acredita a la fortaleza como un espacio que cumple con todos los requisitos decretados por las autoridades sanitarias para prestar servicio con las máximas garantías frente a la covid-19. Todas las oficinas de turismo de la provincia lo han solicitado.
En el caso de la de Torrelobatón, las medidas de prevención han consistido en colocar una mampara de protección, dispensadores de gel en todas las salas del monumento y alfombras desinfectantes. «El recorrido del Centro de Interpretación incluye elementos interactivos y audioguías de uso compartido que se han inhabilitado y sustituido por altavoces, de forma que la calidad de la visita no se ha visto mermada», explica Lourdes Ortega, su responsable. «Controlamos mucho los aforos y no admitimos más de diez personas por grupo y, en vista de la estrechez de las escaleras, las pautas que damos a los visitantes es ceder la prioridad al que baja. Aparte de eso, desinfectamos las salas y los balaustres. La explicación de la visita la hacemos en la sala de abajo y luego los usuarios la completan a su ritmo. Hemos comprobado que de esta forma facilitamos su dispersión. Todo apunta a que será un verano similar en número de visitas al de años anteriores», añade Ortega.
En el Centro de Interpretación de la Resina de Traspinedo también han tenido que reinventarse por la pandemia. María Jesús Flores es su responsable y se ha encargado de retirar todos los elementos museográficos diseñados para el uso táctil y dejarlos disponibles únicamente para personas con discapacidad visual. «Hemos abierto las puertas en junio con un gran número de visitantes. Siempre trabajamos con cita previa y hacemos desinfección de las instalaciones entre grupo y grupo», dice Flores. Pero si por algo destaca la oferta turística traspindeja es por la variedad de actividades al aire libre. Desde el Ayuntamiento y la oficina de turismo están tratando de poner en valor sus dos rutas de senderismo ya homologadas, la Atalaya y el Sendero del Negredo.
Todas las oficinas de la provincia comparten la misma vocación, mostrar sus joyas patrimoniales con la máxima seguridad y cuidados para sus visitantes. Sin embargo, algunas se han visto obligadas a que dos de sus recursos más importantes permanezcan cerrados ante la dificultad de mantener la distancia interpersonal.
Es el caso de Matapozuelos. «La Giralda de Castilla y nuestro palomar son espacios tan reducidos que hemos preferido no abrirlos todavía.
En condiciones normales permitimos la entrada solo a diez personas. Esperaremos hasta que sea seguro», explica Tamara Díez, la guía turística de este municipio con otros muchos recursos turísticos y gastronómicos. «En 2019 recibimos 5.400 turistas. Este iba a ser un buen año. Hasta la declaración del estado de alarma habíamos recibido 450 visitantes. Poco a poco volvemos a recuperar el ritmo», concluye.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión