Valladolid
Reunión de los Magín de Tierra de CamposEste peculiar nombre reunió el pasado fin de semana en Palazuelo de Vedija, a escasos días de la celebración de su santo este 19 de agosto, a cinco vecinos de la comarca que lo comparten
La dicotomía de nombres bonitos y feos es totalmente subjetiva, ya que depende de la cultura, la época y las preferencias personales o familiares; más ... bien habría que hablar de los que son más comunes frente a los que no lo son, sonando mejor los primeros que los segundos al ser más escuchados. Magín pertenece al grupo de los pocos comunes, aunque el pasado fin de semana, a escasos días de la celebración de San Magín, el 19 de agosto, cinco vecinos de Tierra de Campos con este nombre coincidieron a la vez en Palazuelo de Vedija, entre los que se encontraba su alcalde, Magín Martín; su primo carnal, Magín Fernández, y Magín Alfonso Simón, Magín Alfonso Pardo y Magín Alfonso Urbano, padre, hijo y nieto. Con gran orgullo de su nombre, se hicieron una emotiva fotografía para el recuerdo junto al monumento al marranero.
Hablar de Magín Alfonso Simón, el de Aguilar de Campos, es hablar de una persona muy conocida y estimada en Tierra de Campos. Con motivo de una celebración familiar en Palazuelo, promovió el encuentro de los Magín. Su nombre lo heredó de su abuelo, Magín Alfonso Serrano, quien puso Magina a una de sus hija. A sus 74 años, aseguró que en sus muchos años de representante de comercio conoció a personas con su nombre, aunque no muchas, en especial en Galicia, el Bierzo y una en Cabezón de la Sal. Además tiene claro que «tenemos el gusto de no llamarnos de una forma común, lo que hace que quedemos grabados para siempre en todos aquellos que nos conocen». Un nombre que, en sus palabras, se relaciona con «una persona, simpática, abierta y extrovertida». Lo cierto es que siempre «he intentado ser una persona normal y portarme bien con las gente».
Algo que es seguro que ha tenido que ver para que desde hace 25 años los párrocos de pueblos de la zona de Villalón confíen en él para que, en su ausencia, lleve a cabo una celebración sin consagración, sin que falten sus acertadas homilías. Este veterano vecino de Aguilar, explicó que siempre le han llamado Magín, bien en el colegio, en la mili o cuando jugó de portero en el CD Rioseco, y nunca por su apellido, a pesar de llevar cuatro nombre como apellidos: Alfonso Simón Tomás. Antes de casarse convino con su mujer que su primer hijo, si era varón, se llamaría Magín, algo que sucedió con Magín Alfonso Pardo, que, a su vez, siguió los pasos de su padre y se lo puso a su hijo, Magín Alfonso Urbano, recordando que en España debe de haber unos 800 hombres con este nombre.
Magín Martín y Magín Fernández, de Palazuelo de Vedija, son bisnietos de Magín Martín Cuadrado, que llegó de Tiedra a la terracampina localidad. Uno de sus nietos, el padre del alcalde también tendrá este mismo nombre, Magín Martín Rodríguez, que falleció hace unos años. No es de extrañar que a esta familia se la conozca como los Magines. El alcalde explicó que, a día de hoy, todavía son muchos, incluso gente que le conoce, los que le dicen «pero en serio te llamas así, porque creía que era un diminutivo cariñoso». También reconoció que, más allá de las personas de su cercanía inmediata, tanto familiar como en la comarca, no ha conocido a nadie con este nombre, excepto a una persona que le llamaban Magín, pero era apellido. A sus 36 años, lo que tiene claro es que quiere que este nombre se perpetúe en la familia y ya tienen negociado con su pareja que, de ser tener un hijo y ser varón, se llamará Magín Martín en una cuarta generación con ese nombre y apellido, con su bisabuelo, su padre y él mismo.
El alcalde vedijano recordó que su nombre también tiene santo. La biblioteca digital Wikipedia explica que San Magín fue un ermitaño de Tarragona del siglo III y comienzos del siglo IV nacido en Tarragona quien, muertos sus padres, hizo vida eremítica en una cueva del monte Brufagaña durante treinta años. A la llegada de Publio Daciano a Tarragona persiguiendo a los cristianos conforme al edicto del emperador Maximiano, Magín salió a convencerles de la fe, siendo prendido y hecho prisionero en Tarragona.
Libertado milagrosamente, salió de la ciudad por la puerta del Carro, llamada posteriormente de San Magín, donde tiene dedicada una capilla y volvió al monte Brufagaña. Preso en la cueva de nuevo, fue llevado a Tarragona y en el torrente del Gayá hizo brotar unas fuentes para apagar la sed de sus verdugos, siendo finalmente degollado el 25 de agosto de 306. Es copatrón de Tarragona y en su honor se celebra la fiesta mayor de verano. Su festividad es el 19 de agosto.
El nombre Magín tiene un origen incierto, pero se barajan varias posibilidades: podría derivar del latín magnus (grande), o estar relacionado con el nombre romano Marius o con el topónimo Marín. También se asocia con la palabra maginar (imaginar) y con la idea de mente, ingenio. De hecho existe la palabra magín como nombre que el Diccionario de la Real Academia Española define coloquialmente como imaginación.
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