Valladolid

El presidente de la Cofradía de la Virgen de la Soterraña pregona las fiestas de Olmedo

Profesor de lengua inglesa, olmedano de nacimiento y residente en la villa, José María Salamanqués se arrancó diciendo «que uno no es profeta en su tierra y ser pregonero en la tierra de uno me parece harto difícil, sobre todo cuando me corresponde hacerlo después de pregoneros locales que tan buen recuerdo nos dejaron. Así que habiendo empezado mal por saltarme el protocolo de los saludos iniciales, vamos a ver cómo salimos de ésta». Tras ese cercano inicio, saludó a cuantos habían querido acompañarle en dicho acto, no novedoso para él, pero sí de enorme responsabilidad, ya que hace unos años ya pregonó la Semana Santa olmedana.

El pregonero aprovechó la ocasión para dedicarle unas palabras al ya exalcalde Alfonso Centeno, su amigo desde hace muchos años que, dimitió come regidor olmedano tras el fallo del caso Meseta Ski. «Por primera vez en 33 años, no estás viviendo en directo el pregón de las fiestas de tu pueblo y has preferido hacerlo a través de la retransmisión que se está ofreciendo en las redes sociales del Ayuntamiento, aún cuando sabes que tu sitio está entre los vecinos de tu pueblo como te han venido trasladando en estos últimos día», espetó.

A lo largo de su alocución, el pregonero repasó recuerdos del terreno personal, «No puedo evitar que me vengan a la cabeza vivencias, colores y olores de niñez, de juventud, de madurez vividos en mi pueblo, en nuestro pueblo. Nací un tórrido mediodía de agosto en la casa donde hoy vivo. Por una cabezonería de mi padre, empeñado en inscribirme de su puño y letra en el Registro Civil de Olmedo, a mi madre se le complicó el parto, lo que a esas horas de trajín por la plaza suscitó, según me contaron, la curiosidad o la expectación de muchas personas», señaló.

José María Salamanqués enumeró infinidad de anécdotas, lugares, amigos, establecimientos y personas de Olmedo que han formado parte de sus vivencias. «Cuando uno no vive todo el año en el pueblo, valora aún más las cosas del pueblo y eso me pasó a mí durante todos los años que viví en Valladolid», señaló para incidir después en que «venir a Olmedo en fiestas era algo que se esperaba desde que acababan las de un año hasta que empezaban las siguientes.

Mi tía María preparaba la maleta, la suya y la mía, esperaba a que yo saliera del cole ese viernes a mediodía y, a regañadientes de mi padre, cogíamos el coche-línea para llegar al encierro de por la tarde, que, al más puro estilo de la Villa, ha de ser 'incierre' y se debe esperar en 'el atalancao de la Pieja'», señaló durante un pregó nque provocó alguna que otra risa cuando hizo mención a aquellas primeras «indisposiciones nocturnas a base de 'Lirios' con cola 'La Revoltosa' que era lo más barato que podíamos comprar en Ca'l Campero».

Previo al pregón se proclamaron reinas las jóvenes Ángela María Arranz, Carla Santiago, Miriam Náñez, Aitana Villarreal y Lucia Capa que acompañadas de sus predecesoras Lucia Arroyo, Mencia Carretero, Lucia Calvo, Carolina Delgado y Raquel Carrión, del brazo de sus respectivos quintos, llegaron en pasacalles desde la Corrala del Palacio del Caballero arropadas por la corporación municipal, familiares, amigos y la banda de la Asociación Musical Villa de Olmedo. Por último, al acabar el acto, la junta directiva la Cofradía de la Virgen de la Soterraña entregó una placa al pregonero para reconocer su labor durante 29 años.