Matapozuelos se vuelca con la galga Liosa, la «más bonita y hermosa»

Esta perra de 26 meses, hija de Faruq (campeón de campeones) y Mora (una galga criada en casa a la antigua usanza), de salida fría pero capaz de hacerse en pocos segundos con su objetivo, ha revolucionado a los más de 1.000 habitantes de la localidad, que en cada una de las fases clasificatorias se han pegado a las pantallas del ordenador, teléfonos móviles y televisiones para «ver cómo una más de nuestro pueblo gana», indicó Vicente Herrera, quien no ha dudado ni un segundo en volar desde Palma de Mallorca hasta Matapozuelos para «ir a la final mañana (por hoy) y vivir en primera persona un evento de estas características, ya que estoy muy emocionado y contento por ver como por primera vez una perra de Matapozuelos es campeona de España».

Herrera, hostelero vallisoletano asentado en la isla balear desde hace décadas, dice que «cuando gane Liosa, en el restaurante voy a poner una foto o algo para que todos los turistas y todo el mundo que pase lo vea». El establecimiento está ubicado en las proximidades de la Catedral. El empresario se ha pasado todo el mes de enero enganchado a las carreras, que «ponía en la televisión y mientras servía los desayunos, explicaba a los clientes que la galga era de mi pueblo».

Con cada pase, salida y punto conseguido, Liosa no solo ha conquistado los corazones de los vecinos de esta localidad y toda la comarca, sino que también ha llegado hasta Irak, donde un grupo de militares vallisoletanos aficionados a la caza «siguen las carreras por Internet y celebran cada vez que los jueces levantan los tres pañuelos del color del collar que identifica a Liosa en cada collera».

El pescadero, Francis, deja de servir los filetes de lenguado para no perderse ni un segundo de las carreras y en el supermercado, Autoservicio Rebaque, sus propietarios y trabajadores han hecho célebre la frase de «Liosa la más bonita, la más hermosa». Los niños de la guardería hacen dibujos en los que la galga y una liebre son los protagonistas y el Ayuntamiento organiza hoy una fiesta de fin del Campeonato, con grupo de música y ágape en la Casa de Cultura, para «celebrar que Liosa ganará y este acontecimiento, ya que lo más bonito de todo es la unión que hemos conseguido a través de este deporte», explicó la concejala de Cultura, Cristina Diez López. «Es tal la afición, la pasión y la emoción que estamos viviendo en Matapozuelos con el Nacional, que algunos establecimientos comerciales y de servicios cerraban durante las carreras».

Los galgos llegaron a su casa antes de que ella naciera. Elisa Clemente reconoce «que es un sacrificio que muy poca gente estaría dispuesta hacer, pero si te gusta lo vives con esta pasión». La joven y la peña Inokuas han repartido cientos de pulseras por el pueblo en apoyo a Liosa. «Estoy muy contenta de que la galga de mi hermano esté en la final. Para nosotros es un sueño cumplido y más alto no podemos llegar» asegura. Dice que el nerviosismo se ha instalado en su casa desde que arrancara el Nacional. «Se pasa muy mal, muchos nervios y mucha angustia pero, cuando ganamos, respiramos y nos emocionamos».

A la antigua usanza

Aparte de la materia prima y del ADN de Liosa, cuentan con la ayuda del Sagrado Corazón de Jesús y de la patrona del municipio, la Virgen de Sieteiglesias. «Mi cuñada es muy creyente y tiene montado un altar para que gane Liosa», afirma el padre del propietario de la galga, Miguel Ángel Clemente que, emocionado, recuerda las largas jornadas de caza junto a su padre. «No podemos llegar más alto. Para todo galguero estar en un Nacional es un sueño. Pues imagina estar en una final».

Esta galga de gran corazón es cariñosa, tranquila y codiciosa, dicen sus patrocinadores. «Cuando vamos al campo está tranquila, pero en el momento que baja a la mano se le notan las ganas de correr». Nació el 4 de octubre de 2017 junto a una camada de otros seis animales. «Todos se quedan aquí, en el pueblo, con gente galguera de siempre. De los de antes. Nosotros no tenemos preparadores físicos. Criamos a los galgos a la antigua usanza», explica orgulloso Clemente, quien revela que este mes han recibido «varias llamadas a través de terceros para comprárnosla, pero no está en venta y no vamos a hacer negocio con ella. Somos galgueros de los de antes».

Pero también han sufrido durante este último mes la cara más oscura de la caza, en la que «no descansas ni duermes por miedo a que te roben la galga». Las patrullas para vigilar la casa han sido una constante, ya que «ahora mismo hay que tener mucho cuidado». La colaboración vecinal ha dado un respiro a Tomás y a su novia, Ángela Bernardo, quienes sostienen que, pase lo que pase, «para nosotros ya hemos ganado. Hemos visto recompensado el esfuerzo de muchos años y sabemos que es imposible volver a llegar a un Nacional, por lo que intentamos disfrutar al máximo de este sueño cumplido».