La fiesta de Villalar, una oportunidad por explorar
El emblemático municipio vallisoletano anhela que la actividad alrededor de la historia de los comuneros se extienda en el calendario y se convierta en un atractivo histórico-turístico
Dice el tópico que aquel que ignora su pasado está condenado a repetir sus errores en el futuro. En Villalar de los Comuneros esto podría ser parafraseado: aquel que ignora el pasado está condenado a no progresar, pues, teniendo la oportunidad de que el recuerdo sirva como impulso, darle la espalda sería un error. Y es que Villalar puede ser mucho más –es, de hecho, mucho más– que ese 23 de abril en el que Castilla y León festeja el Día de la Comunidad y se muestra orgulloso de sus valientes comuneros, aquellos que perdieron la vida reclamando derechos del pueblo.
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Desde aquel año 1978 en el que se concentraron 200.000 personas en la localidad para reclamar los valores de la revolución comunera, la igualdad, la justicia y la libertad, son muchos los que han pasado por la campa y por el municipio. Pero Villalar, tierra de los comuneros, pero también de gente acogedora, querría que esos visitantes que llegan atraídos por la historia les acompañasen más días, en otras fechas del año, a sabiendas de que la fecha señalada fue 'solo un día' en unas revueltas que merecen ser recordadas.
Por ello, estos últimos años el Ayuntamiento ha acometido varias mejoras de acondicionamiento de los accesos a la campa, entre otros, con el fin de que quienes allí yacieron puedan ser recordados con la comodidad que cualquier turista reclamaría en su visita a un lugar emblemático. Lamentan desde el Consistorio, sin embargo, que las ayudas por parte de las instituciones no sean las mejores de cara a ofrecer una experiencia de más calidad, como podría asemejarse a la que uno tiene al visitar otras zonas del país marcadas por acontecimientos relevantes como, por ejemplo, Gernika.
De la misma manera, buscando mejorar la percepción de sus lugares más significativos, el Ayuntamiento ha realizado obras durante este mandato como el acondicionamiento con un pavimento rústico de la Plaza de los Comuneros y de las calles adyacentes, conjunto monumental declarado como Sitio Histórico, y que, por tanto, tiene la misma calificación de un Bien de Interés Cultural. Esta catalogación, así como a su historia, desea agarrarse la localidad para combatir los problemas propios del rural castellano y conseguir atraer a más turistas que puedan colaborar con una mayor fijación de población, algo para lo que el Ayuntamiento fomenta también la existencia y la mejora de los servicios públicos que de él dependen.
Algunos de los existentes requieren de un mayor impulso, como es el caso de la atención ambulatoria, un tanto escasa al haber solamente tres días a la semana a pesar de tratarse de un municipio con la población envejecida, si bien cuentan con una residencia de altos estándares de calidad para intentar evitar el éxodo a otros municipios y mantener la vida de esos mayores en la localidad. A esto se le añaden alternativas de ocio, como la piscina de verano y actividades que se desarrollan de manera puntual para mantener activa a la ciudadanía o la piscina, servicio demandado sobre todo por los más jóvenes durante los meses de buen tiempo.
Próximamente, tratando de incentivar el alquiler social y la posibilidad de que se enraicen en la localidad jóvenes con problemas de acceso a la vivienda, el Ayuntamiento de Villalar construirá un edificio municipal, que contará con una vivienda destinada a esta modalidad de acceso y con un local de usos múltiples con el que pretende redundar en el acceso de los vecinos a diferentes tipos de actividades. Este equipamiento se llevará a cabo gracias a una subvención de la Junta de Castilla y León de 300.000 euros, enmarcada dentro del programa 'Arquitectura'.
