Félix López Yuguero, el herrero visionario

Comenta su sobrino Ricardo López Martín que no se entiende la vida de Félix sin su contexto familiar, al que ha estado muy unido desde siempre. Los seis hermanos perdieron prematuramente a sus padres y él, el mayor, que se quedó soltero, ha vivido siempre en comunión con Eliseo (hasta que este falleció hace diez años), su esposa Rosa y sus siete sobrinos, con quienes ha mantenido una relación muy estrecha hasta el final.

Los dos emprendedores hermanos montaron la herrería en Rodilana en 1948. «Arreglaban arados, remolques... Con el tiempo llegamos nosotros y poco a poco fue creciendo la empresa, en la que él estuvo siempre innovando y pendiente de todo lo que permitiera mejorar la actividad». La deformación que tenía en el pie desde pequeño no le impidió ser completamente autónomo y dedicarse a su pasión: «pensar en cómo ampliar el negocio y aplicar todas las novedades tecnológicas, estaba muy pendiente de las máquinas». No fue hasta hace dos años cuando el nonagenario tuvo que empezar a desplazarse en silla de ruedas. Pero ni después de su jubilación dejó de visitar a su sobrinos en el taller.

Recuerda Ricardo que su tío, hasta el último momento, «disfrutó de una memoria prodigiosa. Cuando venía alguien a verle le reconocía al instante, aunque hubieran pasado veinte años y se acordaba de todos los cumpleaños y fechas de eventos importantes».

Además de ser un trabajador incansable, el fútbol era su pasión y no perdonaba la quiniela. «Presumía de haber visto los partidos de su Real Madrid en todas las Copas de Europa, las 14, desde el año 1960», señala Ricardo, cuando se le pregunta por las aficiones de su tío. Todos los domingos se le podía ver en el Círculo de Rodilana echando la partida con sus vecinos. Tampoco perdonaba un buen postre, sobre todo si había natillas.

«Tenía un trato extraordinario con la gente, no le oías una mala palabra nunca, se hizo querer», concluye su sobrino, sobre la personalidad de Félix, a quien su familia, amigos y vecinos tributaron una despedida multitudinaria el pasado jueves en la parroquia de su pueblo, la iglesia de San Juan Bautista

La empresa Construcciones Metálicas Loyu 2000 es el resultado de la idea puesta en marcha en 1948 por los hermanos Félix y Eliseo López Yuguero para iniciar la actividad de herrería en el pueblo de Rodilana. Tras muchos años de dedicación y con la incorporación de los hijos, surge Loyu 2000 al ampliarse el negocio familiar. Son sesenta años de experiencia en una actividad muy diversificada: estructuras metálica para naves industriales, agrícolas, ganaderas e instalaciones deportivas, cerramientos de cubiertas y paredes para dichas instalaciones, carpintería metálica tanto en hierro como en acero inoxidable, reparación de maquinaria agrícola, corte por oxicorte, plasma y cizalla, plegados, punzonado y granallado.

Implantada en Medina del Campo, esta sociedad limitada realiza trabajos en toda la geografía española, con experiencia en obras realizadas las islas Canarias y Baleares, y también ha trabajado en Portugal y Francia.