Fallece a los 103 años Teodora Aceves, primera de las abuelas centenarias de Íscar
Su repentina muerte ha llevado el luto al municipio, ya que gozaba de una excelente salud y de una memoria prodigiosa
Familiares y vecinos de Íscar despedían con tristeza en la mañana del sábado a Teodora Aceves Cabrero, primera del grupo de abuelas centenarias de la ... villa carpintera, que falleció el viernes repentinamente, ya que gozaba de un excelente estado de salud y una prodigiosa memoria a sus 103 años.
Segunda en el orden de los cinco hijos que tuvo el matrimonio formado por David Aceves y Úrsula Cabrero, vino al mundo en Íscar coincidiendo con el final de la gripe española y cumplió cien años coincidiendo con la pandemia de la covid-19. Teodora superó los 103 años el 6 de mayo, lo que le convirtió en la decana de las mujeres que conforman la nómina de abuelas centenarias de la villa carpintera y que ahora encabeza Lourdes Herrero, que en febrero cumplió 101. La lista la sigue encabezando un hombre, Cirilo Sanz, quien el 9 de julio cumplirá 104 años.
Teodora, que vivió durante su infancia las precariedades derivadas de grave derrota militar sufrida por España en la guerra del Rif en tierras marroquíes, se formó siendo aún una adolescente como mujer durante los tres años de la contienda civil y volvió a padecer de nuevo las precariedades de la posguerra y el racionamiento. Ayudaba en la tareas del campo y la casa. Contrajo matrimonio a los 24 años con Eustaquio de la Fuente Merlo, popularmente conocido como 'Caco', del que enviudó en 1993. A lo largo de su vida, además de ayudar en la tareas agrícolas y ganaderas, se dedicó a la confección, a atender la casa y a cuidar de los cuatro hijos que tuvieron: José María, Pío, ya fallecido, Almudena y Pilar, que la han brindado una decena de nietos y más de una quincena de biznietos.
Hasta su jubilación estuvo al frente de una pequeña tienda de alimentación en la calle Olma junto a su domicilio. La iniciativa empresarial de Teodora y su esposo les llevó también a embarcarse en un negocio hostelero en otra zona de la calle Olma más próxima al centro, el bar Jopi acrónimo formado con los nombres de los dos hijos varones, que durante muchos años fue famoso por sus exquisitos calamares a la romana.
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