La Diputación se plantea el futuro de la Casa Cuna al caer las matrículas el 40% en dos años
Tan solo uno de cada cuatro menores que acuden a la escuela infantil proceden de pueblos de menos de 20.000 habitantes
El futuro de la Casa Cuna aún no está decidido ni se abordará de forma inmediata. La guardería del espacio, perteneciente a la Diputación y ... ubicada en la capital vallisoletana, afronta su último curso con la cifra de matriculaciones más baja de los últimos siete años: tan solo 25 niños, el 40% de su capacidad –tiene un total de 61 plazas–. Esta situación ha llevado a la institución provincial ha replantearse qué hacer con el inmueble, situado en el barrio de Arturo Eyries, pues la cifra de inscritos ha descendido gradualmente en los últimos años.
Así lo asegura el diputado delegado del área de Servicios Sociales, David Esteban, quien incide en que «es momento de hacer un punto de inflexión y reflexión y valorar todas las opciones». «Los datos no son buenos; es momento de pensar y en las próximas semanas hablaremos de cuál debe ser su futuro con los demás grupos políticos, intentando alcanzar el consenso, y se tomarán las decisiones que consideremos más adecuadas para todos», argumenta.
A todo ello, además, cabe añadir que solo seis de esos 25 alumnos proceden de la provincia, de municipios de menos de 20.000 habitantes. Uno de cada cuatro menores, una cifra «bastante baja», como se refiere el responsable de Servicios Sociales pero que, sin embargo, esconde una realidad «que habla bastante bien del medio rural». La Diputación no atribuye este descenso continuado en las matriculaciones a una posible prestación deficiente del servicio, sino «todo lo contrario»: a la «amplia oferta» existente en los pueblos. «La oferta que tenemos en los municipios con el programa 'Crecemos' y en las propias comarcas con los programas infantiles hacen que esa necesidad esté cubierta de forma directa en esas zonas de actuación y ya no se hace tan necesario acudir a la capital. Puede coincidir con que alguno de los progenitores trabaje en la capital, pero ahora no es tan necesario recurrir a este servicio», apostilla Esteban.
Sin embargo, también atribuye esta coyuntura tanto a la crisis sanitaria como a la caída de la natalidad en el mundo rural. «No hay una explicación objetiva;este año tanto a las personas con matrícula nueva como a los que tenían sitio la pandemia les ha provocado cierto miedo y han optado por otras opciones, por eso también hay plazas ocupadas. La natalidad también ha bajado en los pueblos y eso al final se acaba notando», sostiene el diputado, al tiempo que «no hay que ligarlo exclusivamente a la covid», pues ha «influido» pero es una tendencia existente «desde hace varios años».
El resto de escolares que acude a la guardería de la Casa Cuna proceden de Valladolid ciudad (la mayoría, diez), Arroyo de la Encomienda (siete) y dos de Laguna de Duero. Sin embargo, desde el curso 2012-2013 se ha mantenido esta tendencia, siendo los de la capital los principales beneficiados. «El porcentaje de municipios menores de 20.000 habitantes ha ido bajando. Se ve una evolución en la que nos dice que la guardería es cada vez menos necesaria, pero en todo caso las decisiones que se tengan que tomar serán en consenso con otros grupos políticos», subraya.
Sin aula mixta por primera vez
Otro indicador que calibra que la escuela infantil de la Casa Cuna no funciona «todo lo bien que nos gustaría» es que este año, por primera vez, no ha sido necesario constituir un aula mixta, algo que se hacía «cuando no conseguíamos hacer dos grupos de veinte», afirman fuentes de la entidad provincial. «Llevamos notando ya varios años esta tendencia, pero esta vez las matrículas se han visto muy resentidas; el hecho de no poder formar una aula mixta es la clave que nos dice que los datos son abrumadores», continúan.
El de la Casa Cuna fue uno de los proyectos que más controversia generó el pasado mandato. Hace cuatro años, la Fundación Personas planteó un proyecto para convertir este edificio en un centro de atención temprana para niños y niñas con discapacidad y edades comprendidas entre los 0 y los 3 años, aunque optó por retirar esta iniciativa ante las voces contrarias que surgieron desde algunos trabajadores y padres de la guardería de la Casa Cuna. Ahora, la opción continúa sobre la mesa. Así lo manifestó hace un año el presidente, Conrado Íscar, quien anticipó que la cesión estaba «muy avanzaba», aunque fuentes de la Diputación aseguran que «no hay nada cerrado y se acordará con los demás grupos».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión