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Valladolid
Jueves, 16 de enero 2025, 13:56
El propietario de una finca de Tudela de Duero ha sido denunciado por una ristra de posibles sanciones administrativas después de que la Guardia Civil localizara en su parcela un criadero ilegal con más de un centenar de gallos de la raza 'combatiente español', doce de los cuales presentaban las crestas cortadas, algo habitual cuando se utilizan para peleas. El caso es que el sospechoso carecía de licencia para su cría y para mantener una explotación ganadera, según han informado este jueves fuentes de la Benemérita.
Los agentes, con motivo del servicio de vigilancia que venían realizando por el término municipal de Tudela de Duero, observaron el pasado 16 de diciembre cómo en una parcela rústica había una «gran cantidad de jaulas con gallos y gallinas, unas individuales y otras con numerosos ejemplares».
A la vista de lo observado, tras la identificación del propietario, los guardias, apoyados por agentes de la Policía Local de Tudela de Duero y en colaboración con los Inspectores de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León, procedieron a realizar una inspección de las instalaciones para comprobar el estado de los animales y de la propia granja.
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De los hechos inspeccionados se desprendió «la carencia total de cualquier tipo de autorización, licencias, permiso o comunicación a las distintas autoridades locales, autonómicas o nacionales competentes»
En cuanto a las aves, 136 en total, todas resultaron ser de la raza 'gallo combatiente español', distribuidas entre jaulas y recintos vallados en función de las distintas fases de desarrollo y sexo. Doce de estas aves, todas machos, presentaban las crestas cortadas, «no dando el denunciado explicación alguna del motivo de ello, así como tampoco de la procedencia de las aves que se hallaban en las instalaciones».
Una vez finalizada y levantada acta de la inspección, se instruyeron las diversas denuncias administrativas contra el titular de la explotación de Tudela por carecer de licencias ambientales y autorizaciones de urbanismo; así como por incumplimientos relacionados con Sanidad Animal, Seguridad Social y Agencia Tributaria. Todas ellas han sido remitidas a las autoridades administrativas competentes.
La regulación sobre peleas de gallos en España es competencia de las comunidades autónomas y su práctica está prohibida y castigada por la vía penal. Castilla y León, en concreto, prohibió las peleas desde hace, al menos, veinte años.
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