El Chúndara del regreso y del recuerdo
La tradición retorna tres años después a las calles de la localidad peñafeliense
Al comienzo de la calle Derecha al Coso, que parte de la Plaza de España, en el adoquinado hay una placa en la que se puede leer: `A todos aquellos que levantan sus brazos cuando suenan las primeras notas del Chúndara, que se emocionan desde el primer compás de La Entrada, que han esperado un año entero para sentir esa emoción que solo sienten los que lo han bailado alguna vez´.
Es el punto exacto de comienzo del pasacalles, pero, especialmente, como bien refleja el texto, es un homenaje a todas las personas seducidas por la partitura de Quintín Esquembre interpretada por la Banda Municipal camino de la plaza del Coso donde, cada tarde del 15 al 17 de agosto, llegan en multitud bailando este pasodoble.
Un homenaje a los que fueron, a los que son y a los que serán, especialmente un año como este en el que, para llegar a él, ha habido que sortear una muy dura etapa, que comprende tres años, para volver a disfrutarlo. Este 2022 es un año de regreso y también de recuerdo.
Entrañable y emotivo recuerdo para aquellos que estarán, claro que sí, cómo no van a estar José Luis González `Chapi´, Manuel Diez `Pierres´, José María Barruso o Justo García y tantos queridos vecinos y vecinas, amigos, familiares y también forasteros y forasteras que durante esta larga y dura travesía, de la que pervive su estela, llegaron a su destino.
Estarán ahora y siempre en el corazón de todos. Sirvan estas líneas de homenaje a todas estas queridas personas, hombres y mujeres, de dentro y de fuera de Peñafiel, que han hecho del Chúndara una manifestación cultural, de convivencia y de hospitalidad de primer orden, con una onda expansiva que no para de extenderse y de abrazar a las nuevas generaciones que contribuyen a mantener esta tradición y a que siga creciendo.
Fueron, son y serán esencia del pasacalles peñafielense, y seguro que en el primer Chúndara de este 2022, el del día 15 de agosto, que se prevé multitudinario, van a estar muy presentes en el recuerdo de aquellos que levanten, bien alto, sus brazos al cielo a las cinco en punto de la tarde.
En primera línea, frente a los bombos de la banda, `Chapi´ y `Pierres´ levantarán sus brazos en el recuerdo de todos, como José María Barruso levantará su batuta para que empiecen a sonar las notas de La Entrada, partitura que él vio cómo en los años 50 del siglo pasado trasmutó de pasodoble a pasacalle icónico peñafielense, rebautizándose con la onomatopeya de sus primeras notas: ¡Chún-da-ra!
Vivió su nacimiento y su evolución, de cómo apenas duraba unos minutos a cómo se prolongó hasta las dos horas de la actualidad. Un recorrido de apenas 550 metros por las calles Derecha al Coso y La Parra para desembocar en la plaza del Coso, una comitiva que mantiene su carácter oficial, de acompañamiento a las autoridades para que den comienzo los festejos taurios de la tarde.
La figura de Justo García también se perfilará entre esas primeras notas mientras toma eso, notas, pero escritas; apuntes en su libreta para luego trasladar la desbordada emoción del pasacalles a las páginas de El Norte de Castilla, periódico del que fue corresponsal en Peñafiel durante 25 años, hasta los años 90.
Chúndara de recuerdo y también de reencuentro, de emociones y sentimientos de alto voltaje por volver a bailarlo, a disfrutarlo y a compartirlo.
El Chúndara inocula vida, contagia pasión, provoca y desencadena emoción en vena que se transmite de organismo en organismo por todo el torrente humano que circula lento, denso, compacto y fraternal por la calle Derecha y la Parra hasta desembocar en una catártica vuelta al ruedo en la Plaza del Coso. Una experiencia a conservar allí donde nuestro cuerpo atesora los mejores recuerdos, aquellos a los que se regresa con la mejor sonrisa: en el corazón. Un corazón, unos corazones que del 15 al 17 de agosto, de cinco a siete de la tarde, volverán a latir y bombear alegría al compás del dos por cuatro, el compás de La Entrada, el compás del Chúndara de ayer, de hoy y de siempre.
