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Un agente de la Policía Municipal de Simancas y otro de la Guardia Civil trabajan junto a Arturo Pascual y Jesús Beato en la zona de Pesqueruela. Gabriel Villamil
La búsqueda en Valladolid de un cocodrilo da con huellas, nidos y restos de un pez

La búsqueda en Valladolid de un cocodrilo da con huellas, nidos y restos de un pez

Expertos contrastados en la materia de una asociación que colabora con el MITECO inspeccionan la zona, junto al Seprona, durante el día de hoy

J. A. Pardal

Simancas (Valladolid)

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Domingo, 7 de junio 2020

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Intensa búsqueda en Pesqueruela siguiendo la pista del cocodrilo «de grandes dimensiones» que aseguran haber visto un grupo de jóvenes en la tarde del pasado viernes y un vecino de Simancas y un policía local del municipio en la jornada del sábado. Durante todo el domingo la Guardia Civil desplegó un importante dispositivo en la zona en la que confluyen el Duero y el Pisuerga, en la provincia de Valladolid, para intentar hallar al animal que, según los alertantes, sería un cocodrilo del Nilo que en opinión de algunos de los expertos con los que ayer trabajó la Benemérita podría medir «entre 2,5 y 3 metros de largo y pesar más de 200 kilos».

Aseguran esto a partir de los tres nidos que lograron localizar durante la jornada de ayer y también de los restos de un pez a medio devorar (solo quedó intacta su cabeza) que apareció en una de las zonas que presumiblemente habría sido utilizada por el saurio como lugar de descanso.

Hasta la zona se han desplazado en la mañana del lunes expertos contrastados en la materia de una asociación que colabora con el MITECO (Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico) que, junto al Seprona de la Guardia Civil, inspeccionarán la zona durante el dia de hoy.

En opinión del experto en reptiles Jesús Beato, las señales apuntan a que podría tratarse de un ejemplar que, por su tamaño, tendría al menos ocho años de edad al ser una especie «de crecimiento lento», aunque esta estimación a partir de su volumen podría variar «en función de cómo haya sido alimentado o de si ha comido o no en las últimas horas».

Arturo Pascual, de la empresa salmantina Isla Tortuga -experto en la cría en cautividad de este tipo de animales y también presente ayer en unas labores de búsqueda en las que se utilizaron trampas y carnaza para intentar atraer al animal- es de la misma opinión que su colega y asegura que la amplitud de las zonas «pisadas» y su capacidad para «tumbar juncos de metro y medio de alto» apuntan a que se trataría de un ejemplar de gran tamaño, perteneciente a esta variedad común en el África Subsahariana y la isla de Madagascar ya que, además, considera «imposible» que otros animales como una nutria o incluso un caimán tengan la potencia necesaria para realizar este tipo de camas.

No obstante, no había unanimidad entre todos los efectivos empleados para intentar encontrar al animal y algunos de ellos expresaron sus profundas dudas de una presencia que, desde luego, es absolutamente inesperada y que solo podría explicarse si el reptil se hubiera escapado recientemente de alguna finca.

Dos de los nidos hallados y, a la derecha, los restos del pez supuestamente devorado por el cocodrilo.
Dos de los nidos hallados y, a la derecha, los restos del pez supuestamente devorado por el cocodrilo. El Norte

Con drones para sobrevolar la zona e intentar mejorar el campo de visión y utilizando trampas que además de cebo tienen feromonas para intentar atraer al ejemplar, el dispositivo se desplegó durante toda la jornada intentado hallar al que podría ser un animal «de un máximo de 50 centímetros de ancho pero muy largo, potente y agresivo», como repetía Jesús Beato, que mostraba preocupación por la peligrosidad de este tipo de reptiles.

Arturo Pascual y Jesús Beato, durante los trabajos.
Arturo Pascual y Jesús Beato, durante los trabajos. El Norte

Pese a los indicios, ninguno de los estudiosos de este tipo de animales que trabajó ayer en la zona quería dar por hecha la presencia allí del ejemplar ante la extrañeza, por un lado, de que un saurio tan grande aparezca como de la nada en medio de un río de Castilla y, por otro, por la incapacidad para verlo pese a los grandes esfuerzos que se realizaron durante toda la jornada de ayer en una zona amplia que incluye las riberas de Simancas, Villamarciel, San Miguel del Pino y Tordesillas, en un recorrido de unos 20 kilómetros de distancia. La Guardia Civil, que desplazó a un equipo del GEAS con una zodiac para observar las orillas desde el río, se limitó ayer a informar de los trabajos en la zona para encontrar «evidencias» que permitan confirmar o descartar lo apuntado tras los avistamientos.

Bandos municipales

Ante la peligrosidad que conllevaría la presencia de un cocodrilo del Nilo en la zona, los ayuntamientos de los cuatro pueblos en los que se le busca emitieron entre la noche del sábado y la jornada de ayer sendos bandos pidiendo a sus vecinos que se mantuvieran alejados del río. El Ayuntamiento de Simancas prohibió el baño en el Duero y pidió a «vecinos y paseantes» que tengan «especial cuidado hasta que se proceda a la captura» del que definen como «un animal peligroso», mientras que el de Tordesillas acordonó una de las zonas en las que su cauce pasa por el término municipal para evitar así problemas ante la posible presencia del saurio en la zona.

La búsqueda continuará durante la jornada de hoy.

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