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Valladolid
Boecillo celebra la Final de la Liga Nacional de Futbolín 2025: «Es un deporte, no un juego»Los participantes vallisoletanos, Daniel Blanco y Víctor Manuel Aguiar, aspiran a ganar su tercer título consecutivo, con la doble gratificación de que sea en su «casa»
Lucía San José
Valladolid
Domingo, 20 de julio 2025, 18:17
«Se nota más inteligencia en las chicas y, generalmente, más fuerza en los chicos», destaca la jugadora vallisoletana Noelia Iglesias, quien ha convertido este ... deporte en su pasión desde que encontró de pequeña un futbolín en la casa de sus padres. Como ella, más de cuatrocientos equipos han disputado este fin de semana la Final Nacional de Futbolín 2025 en el Polideportivo Municipal de Boecillo en tres modalidades: parado, movimiento y femenino. El objetivo: entrar en los dieciséis primeros puestos que reciben galardón.
Entre partidas, Noelia Iglesias, junto a su compañera, Anastasia Tolstiviova, tomaba aire porque pronto el 'speaker' llamaba para seguir con la próxima ronda. «La experiencia está siendo buena, además nos ha pillado cerca de casa, que no es lo habitual». Para ella, ganar en Boecillo, cerca de su tierra, tendría un significado especial: «Al final es una recompensa, ganar en tu ciudad siempre emociona».
La competitividad se percibía en cada pitido de gol que sonaba en los futbolines. «Hay pique, tanto con chicos como con chicas», afirmaba la joven participante con una sonrisa antes de asegurar que en este deporte «lo mejor es la gente, el ambiente y la comunidad que se forma en cada torneo».
«Yo empecé siendo la peor del mundo y poco a poco voy construyendo mi estilo, mejorando ciertos movimientos y detalles para llegar más lejos», valora Iglesias sobre esta final que considera «un paso más en su evolución». Con la vista en futuras finales, aspira a seguir creciendo en técnica para competir en ambas modalidades, parado y movimiento, con nivel.
«200 equipos el sábado y 200 el domingo»
Félix Rodríguez
Delegado nacional de la LNF
«Hemos tenido 200 equipos el sábado y 200 el domingo», explica el delegado nacional de la liga, Félix Rodríguez, mientras revisa los horarios, ya que la jornada pasada «se nos fue un poco de hora y acabamos a la una la madrugada». El primer día se jugó la modalidad de movimiento, en la que no se permite parar la bola en las barras delantera y media, y el segundo, la de parado, en la que se aceptan los bloqueos.
Cada ronda se jugaba al que consiguiese antes cinco puntos y ganase dos partidas. «Algunas pueden llegar a durar una hora», indica el delegado. «Son finales muy competidas y al final todo el mundo quiere ganar», destaca Rodríguez mientras apunta los horarios del domingo, que pretendían cerrar sobre las 21:00 horas si las finales no se extendían.
El ambiente de competitividad demostraba que el campeonato trascendía el ocio para convertirse en un verdadero deporte. Lo subraya el propio delegado nacional: «Estamos peleando para que se reconozca como deporte y cada vez hay más jugadores que entrenan y se cuidan para estar en forma». Algunos equipos dedican entre cuatro y cinco horas semanales a entrenar movimientos, precisión y estrategia para alcanzar finales como esta.
Boecillo, elegido estratégicamente por su ubicación, ha abierto sus puertas a la Liga Nacional de Futbolín con el apoyo del Ayuntamiento, que ha puesto a disposición su pabellón para una cita que trae jugadores de toda España. «Estamos encantados con el recibimiento. Se han volcado con nosotros», agradece el delegado nacional.
Daniel Blanco y Víctor Manuel Aguiar, ganadores en 2024 y 2025
«Aquí no se viene solo a jugar al futbolín, se viene a pelear cada bola», explica Daniel Blanco, jugador del campeonato. El vallisoletano, con su compañero Victor Manuel Aguiar, consiguió ganar esta liga las dos ediciones pasadas en la modalidad de parado. «Me llaman 'El Pitufo' porque así se llamaba un bar que tuve. Además, cuando empecé vi que había muchos con mi nombre», bromea Aguiar mientras esperaba el turno de su partida.
El pabellón ha celebrado cada gol con aplausos rápidos porque al instante empezaba el siguiente saque. «Este año hay muchísimo nivel», reconoce Blanco. Pero el camino es largo, porque llegar a la final no es sencillo. «Primero pasas por una fase de grupos y depende de si quedas primero o segundo saltas una ronda, pero si quedas tercero o cuarto, tienes que pasar una ronda previa y luego te enfrentas a los más fuertes», resume el jugador. El proceso es «duro» y requiere una mentalidad competitiva constante.
Para el joven tordesillano, revalidar el título sería una experiencia que pretende repetir. «Ganar una liga nacional es un orgullo tremendo, recoger el trofeo y que te reconozcan como el mejor es algo que no se olvida nunca», confiesa. Aunque reconoce que siempre es difícil ganar, en la mañana del domingo mantenía la confianza: «Siempre nos vemos con posibilidades, no hay rival al que le tenga miedo». Aunque esta edición ha destacado la temporada de Javier, de Santander, y Óscar Villa, de Valladolid, nombres que resuenan en las barras del futbolín como candidatos de esta gran Final Nacional de Futbolín 2025.
Deporte de precisión, estrategia y control de nervios
«Es un deporte de precisión, estrategia y control de los nervios», señala Blanco ante una jornada que definirá si puede acumular el tercer título consecutivo. Observar cada posición, cada rebote, cada pase exige una gran habilidad.
Los futbolines alineados en filas, los sonidos metálicos de las bolas y el ambiente de competición han convertido el polideportvo de Boecillo en un escenario de concentración y pasión. Para muchos, considerado una afición; para otros, un deporte que les enseña constancia, respeto y esfuerzo.
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