Las bodegas buscan en el enoturismo un balón de oxígeno para sortear la pandemia

«Todavía no podemos hablar de certezas, pero vemos la campaña de verano con confianza y una mirada optimista, ya que las vacunas están ayudando a atenuar la pandemia y las medidas restrictivas se están relajando, lo que da un respiro al empresario y a la población en general», explica el presidente de la Ruta del Vino de Rueda y director general de Bodegas Menade, Juan José Calvo. Además de la esperada movilidad, cree que también ayudará a este empuje «el crecimiento del turismo de interior y la clara disposición al consumo de ocio y experiencia turísticas como vía de escape postpandemia».

En la DO Rueda las iniciativas ya están en marcha. La mayoría de las bodegas asociadas a esta Ruta organizan visitas de manera habitual y algunas han reabierto las puertas de sus tiendas con amplitud horaria. Todos han adaptado sus propuestas al nuevo escenario y las visitas a viñedos o actividades en el exterior necesitan reserva previa para ajustarse a los aforos limitados.

La previsión y organización por parte del viajero es mayor y los ayuntamientos de las Rutas del Vino mantienen reuniones de trabajo para dar forma a la oferta turística y retomar actividades. Este es el caso del Tren del Vino y del Canal de Castilla, iniciativas promovida por la Diputación de Valladolid, en colaboración con Renfe, que retomará su actividad este mes de junio con la llegada de los primeros viajeros.

«Es un año complicado y difícil, pero esperamos poder llegar, si la situación sanitaria lo permite, a las cifras de 2019», explica la presidenta de Sodeva y diputada provincial, Inmaculada Toledano. La temporada de trenes tiene previstos un total de siete viajes, uno al mes por cada opción, y se visitarán las denominaciones de origen de la provincia. Esta iniciativa, que surgió en 2018 pero fue suspendida el pasado año por la covid, tiene como objetivo promover el turismo en la zona con visitas a bodegas y recursos turísticos con maridaje de vinos y gastronomía.

Por esta última opción se inclina el Ayuntamiento de La Seca, municipio viticultor por excelencia. «Todavía no tenemos nada cerrado, pero mantendremos la actividad de maridar el vino y descubrir la historia Comunera en la localidad», afirma la responsable de la Oficina de Turismo local, Cristina Hernández. Seguirán con las rutas senderistas entre Medina del Campo, Rueda y La Seca, un recurso muy demandado, y apostarán por la cultura del vino y el viñedo en un formato con espacios abiertos.

Tordesillas, que hasta la pandemia era uno de los municipios con mayor número de turismo de la provincia, retomará las jornadas gastronómicas con menús comuneros a partir de la segunda quincena de agosto, ofrecerá visitas guiadas a los principales recursos turísticos del municipio y también visitas teatralizadas.

Mientras tanto, las bodegas de la DO Ribera de Duero, comarca vitivinícola que se recupera de los daños que el pedrisco originó en parte de su superficie, apuestan por el enoturismo y han retomado sus actividades, que incluyen visitas a bodega y viñedo, catas, maridajes, experiencias gastronómicas, pequeños conciertos y otras propuestas, adaptándose a la normativa covid.

Miguel Sanz, director general de Ribera del Duero, mira al futuro con optimismo y explica que están trabajando ya en planes que tengan al vino y al Espíritu Ribera –nombre del plan y estrategia de comunicación, marketing, eventos, acciones solidarias, culturales..., de la DO– como protagonistas durante los próximos meses. Sanz detalla que han renovado su acuerdo con Sonorama Ribera, «y será un festival diferente, pero real, donde convivan la música y el vino de nuestras bodegas».

Desde el Consejo recalcan que todo lo que se programe se hará respetando las medidas, «porque la seguridad de todos es lo prioritario, y somos los primeros interesados en el bienestar de nuestra gente». Además, están inmersos también en la programación de la Gran Fiesta de la Vendimia de la Ribera del Duero. En 2021 Ribera del Duero ha retomado en cierto modo la actividad y ha participado en eventos como los Premios Feroz. También será el vino oficial de los Premios MIN (Premios Música Independiente) que se celebran en Burgos el 16 de junio.

De cómo se desarrollen los próximos meses dependerán también las ventas de vino de Ribera del Duero. A pesar de que en 2020 la caída no fue tan drástica, y se incrementó el consumo de vinos de gran perfil –reservas y grandes reservas–, el poder volver a vivir en comunidad el tiempo de ocio será fundamental para acabar este 2021 con datos positivos, anotan desde la DO.

Su director general indica que «la marca Ribera del Duero es una garantía y por eso las consecuencias de todo lo pasado han sido leves. Pero necesitamos recuperar la normalidad, la convivencia. Porque el vino es un elemento de disfrute y de vida, que se comparte, que está ligado a nuestra forma de entender la vida. Si podemos volver a los bares, a brindar con los amigos, compartir una botella de vino en un restaurante… O bajar a la peña, hacer meriendas en pandilla, vivir las fiestas de los pueblos... Eso será determinante porque el vino es protagonistas de todos esos momentos en comunidad».

Las 25 bodegas de conforman actualmente la DO Cigales han superado, no sin dificultad, más de un año y medio de severas restricciones que han mermado las ventas de estas empresas en un 12% durante el 2020. Tanto las de carácter familiar como las que llegan a producir más de millón y medio de kilos por temporada tuvieron que reinventarse y pasar al mercado 'on line' o la creación de páginas web para poner sus productos a la venta.

«Se destina parte importante a agroalimentación y, fundamentalmente a la hostelería, pero con el confinamiento y los cierres sucesivos o aforos en los establecimientos, las bodegas se han tenido que reinventar y buscar un formato 'on line' que les permitiese hacer las ventas de forma telemática», explica Raúl Escudero, gerente de la DO Cigales.

Este organismo, que conforman diez bodegas de Valladolid y una de Palencia, exporta un 30% de su producción total cada año, y desde marzo han notado una tímida reactivación del sector que les da esperanza para seguir recuperándose de un año complicado. «Esperamos que de cara al verano se logre una buena temporada, sobre todo, en rosado». Desde la DO Cigales afrontan el futuro más inmediato pendientes de la evolución de la pandemia, pero «tenemos que avanzar», resume Escudero.

Un balón de oxígeno para este sector se centra en el enoturismo y las actividades relacionadas con el mundo vitivinícola que plantean desde las principales DO. En este caso, retoma el Tren del Vino, «que servirá sin duda para publicitar nuestros vinos y bodegas, «así como las visitas guiadas y ruta, y continuaremos con las catas virtuales, manteniendo nuestros contactos con periodistas o prescriptores del mundo del vino a nivel nacional. También barajamos la posibilidad de dirigirnos a un público más joven con distintas propuestas que estamos planteando para la Feria de la Vendimia. Hay que reinventarse, pero aún dependemos de las restricciones», concluye el gerente de la DO Cigales.