Portales inmobiliarios anuncian la venta de más de 40 negocios hosteleros en Valladolid
Donde antes se leían los menús del día y se presentaba la carta de platos estrella de la casa ahora cuelgan carteles que anticipan la ... crónica de una muerte anunciada: «Se vende» o «se alquila». El hilo de oxígeno del que pende la hostelería es demasiado fino y muchos propietarios están con el agua al cuello. A punto de caer. Sin embargo, otros –demasiados– no han tenido la misma 'fortuna' y se han quedado por el camino.
En la actualidad, son al menos cuarenta los bares o restaurantes de Valladolid que están a la venta en portales inmobiliarios, páginas que ejercen como trampolín para intentar encontrar nuevo dueño. Muchos, la mayoría, están anunciados en la red desde hace menos de un año, aunque no necesariamente condicionados por el virus, sino que también se han dado otras causas como jubilaciones o cambios de negocio. Otros, los que menos, bajaron la persiana antes de que la covid trastocara la rutina.
Una cifra que, sin embargo, podría ser mucho más elevada, según las estimaciones que maneja la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Valladolid (Aspriva). Porque no todos optan por publicarlo en Internet, sino que se limitan a hacerlo a través de inmobiliarias particulares, con emplazamiento físico, o bien por cuenta ajena, con los tradicionales carteles en sus fachadas.
Las frases
«Nos va a costar mucho volver al sitio que estábamos. Vamos a necesitar mucha ayuda para que los que queden vivos puedan remontar»
María José Hernández, presidenta de la asociación de hosteleros
«La rotación normal en un año entre cierres por jubilación, traspasos o cambios de negocio está entre diez y quince. Ahora se multiplica por tres»
Gonzalo Jolín, presidente de la asociación de promotores inmobiliarios
Así lo confirma el presidente del colectivo de promotores, Gonzalo Jolín, quien asegura que «los locales de restauración son, de todos los nichos del terciario, los que más están sufriendo». «No todo el mundo que vende un restaurante o una cafetería lo anuncia en los portales; también están aquellos que están pendientes de sacarse a la venta o alquiler o directamente están cerrados y que, de momento, no tienen otro tipo de iniciativa», argumenta.
Por todo ello, cree que el número «real» de negocios hosteleros que buscan una segunda oportunidad a día de hoy en la provincia de Valladolid oscila entre los «sesenta u ochenta». «La cifra real puede estar como un 50% por encima de los anunciados. Esos cuarenta que están en portales están muy por debajo de la realidad», comenta Jolín, al tiempo que destaca que «en la rotación normal de un año entre cierres por jubilaciones, traspasos o cambios de negocio, los locales en venta pueden estar entre diez y quince anuales».
De los 34.500 euros en Las Delicias a más de un millón en el centro
El precio de venta de los locales hosteleros varía en función del barrio en el que se encuentren. Así, de los que están anunciados en portales inmobiliarios, los más baratos se localizan en Las Delicias y Pajarillos. Allí, adquirir un espacio de estas características oscila entre los 34.500 euros de zonas como Padre Manjón a los 225.000 euros en la Avenida de Segovia, junto al túnel de Labradores. El más caro de los anunciados en la capital cuesta 1,4 millones de euros. Está ubicado en el entorno de la Plaza Mayor. «Está acondicionado para funcionar como restaurante y dispone de chimenea a tejado», reza el anuncio.
Por tanto, este año hay el triple de bares o restaurantes a la venta que otros anteriores, muchos clausurados al no poder sobrevivir al impacto que ha supuesto el coronavirus en forma de restricciones y desplome de las ventas. Donde antes se servían cañas y se leía la prensa, ahora no son más que espacios cerrados a cal y canto que cogen polvo. «Y cada vez serán más si no se hace algo pronto. Nos va a costar mucho recuperarnos», advierte la presidenta de la asociación vallisoletana de hosteleros, María José Hernández, quien no oculta su sorpresa porque «haya tantos bares que se anuncien».
Zonas más 'afectadas'
El centro y Las Delicias son las zonas de la capital más 'afectadas' por esta situación, aunque también destacan Rondilla, Pajarillos o Circular. Concretamente, de los más de cuarenta anuncios publicados en los portales de Idealista, Milanuncios y Fotocasa, un cuarto se localizan en el entorno de la Plaza Mayor y el Paseo Zorrilla y siete, en Las Delicias.
Uno de los «primeros impactos» que las inmobiliarias detectaron en el sector y que ha permitido frenar la sangría de cierres es una «renegociación colectiva de las condiciones» entre propietarios de los establecimientos y quienes lo gestionan, lo que se ha traducido –generalmente– en una bajada en el precio del alquiler. «En ocasiones, lo que se ha hecho ha sido cambiar precio por plazo; se negocia el precio, pero también trae consigo una subida en el plazo de obligado cumplimiento», subraya Jolín.
También cree que, según sus previsiones, aún quedan unos meses «duros». «Veremos esta tendencia como mínimo un mes o mes y pico más», sentencia.
«Estamos peor que nunca»
La presidenta de los hosteleros, por su parte, se muestra menos optimista. «La hostelería, a fecha de hoy, está peor que nunca. La situación es lamentable, sin turismo, sin clientes y sin ayudas directas», critica Hernández. «Nos va a costar mucho volver al sitio que estábamos. Vamos a necesitar mucha ayuda de las administraciones para que los negocios que queden vivos puedan remontar», señala María José Hernández. También apunta hacia un «buen plan estratégico» como única vía para salvar al sector. «Con lo importante que es la hostelería para Valladolid, va a ser muy complicado que remontemos».
«Si no hubiera habido covid enseguida lo habríamos vendido, pero ¿quién va a comprar un bar ahora?»
«Bodega, bien situada en el barrio de La Victoria. Gran rentabilidad, libre de máquinas y totalmente equipada», reza el anuncio de un portal inmobiliario, que ejerce como intermediario para dar salida al inmueble en cuestión. Aún no lo han conseguido. Sus propietarios lo pusieron a la venta hace más de un año, antes de que la covid trastocara la rutina y pusiera todo patas arriba, pero «no hay forma».
Lo dice Pilar Monzón, una de las dueñas, quien también reconoce que en los últimos doce meses «no se ha interesado absolutamente nadie» en adquirir 'Los Arcos de Pepe', un exitoso negocio familiar que funcionó «de maravilla» desde su apertura, en 1995, y hasta su cierre, hace poco más de un año. «Es una herencia, y al fallecer mi suegro decidimos ponerlo a la venta», argumenta esta mujer, al tiempo que considera que «si no hubiese habido covid, enseguida lo habríamos vendido». «Pero, ¿quién va a comprar un bar ahora? Con la que está cayendo, y encima a los que más culpa supuestamente están echando es a los hosteleros. ¿Y si no tienes terraza qué haces? No es momento de abrir un bar o un restaurante», se cuestiona.
Asimismo, desvela que «nada más cerrarlo», varios usuarios se interesaron por adquirirlo, aunque las operaciones no terminaron de fraguarse. «La gente nos preguntaba muchísimo, nos llamaban a menudo para interesarse por ello. En principio lo íbamos a vender, pero llegó la pandemia y nada», sostiene.
Ahora –cuenta– sus intenciones con 'Los Arcos de Pepe' pasan por «dejarlo a la venta». «Qué le vamos a hacer», comenta resignada. También se planteó regentar ella el local, al quedarse sin trabajo, pero pronto descartó la opción. «Cómo me voy a lanzar a abrir la bodega tal y como están las cosas. No se puede, está todo complicado», añade. El establecimiento se encuentra en «buen estado».
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