La Policía duda del testigo que alertó del robo de 400 euros a un repartidor de bebidas
El viandante que advirtió de la posible sustracción del dinero ofreció una declaración con titubeos, además de tener antecedentes y hechos delictivos similares
No se descarta ninguna hipótesis. Ni siquiera la implicación de un testigo que supuestamente presenció los hechos, pero que a la hora de declarar ofreció ... más dudas que certezas sobre un hurto de 400 euros. Los hechos tuvieron lugar el pasado 9 de mayo en la calle Arzobispo García Goldaraz, junto a la plaza del Ejército. Allí, un repartidor a primera hora de la tarde completaba un pedido en un establecimiento cercano. Se bajó del camión de reparto y a la vuelta le habían levantado la recaudación (400 euros) y algunas cervezas.
Fue en ese momento cuando comunicó el robo al descuido a la Policía Municipal, que inició una investigación que ya está en manos del Grupo de Robos de la Policía Nacional. «Dejé la puerta cerrada, pero sin echar la cerradura. Han entrado por la puerta lateral, han quitado el reposacabezas y han accedido al dinero junto a la palanca de cambios», apuntó a los agentes la víctima.
Pero mientras el repartidor esperaba a la llegada de la Policía Municipal, un viandante, al escuchar la situación que padecía, le indicó que él había visto llegar un coche. Aunque no pudo precisar el modelo, apreció que del mismo se bajó una persona para, acto seguido, subirse al furgón. En un principio, según su testimonio, no pensó que fuera un hecho delictivo, ya que ese sospechoso portaba unos pantalones similares a los del repartidor. De igual manera, le facilitó su dirección y el bloque en el que residía, sin concretar la vivienda exacta, por si necesitaba alguna aclaración.
Con todas esas testificales, los agentes encontraron incongruencias por lo que dijeron a la víctima que comunicara los hechos a la Policía Nacional (la respuesta fue que no se podían movilizar y que se acercara el repartidor a denunciar a la comisaría), si bien los policías municipales se trasladaron hasta el domicilio del testigo, en la calle Arzobispo Marcelo González (confluencia con Arzobispo García Goldaraz). Al no conocer el piso en el que residía el testigo, llamaron puerta por puerta hasta que dieron con este hombre.
En ese momento volvió a repetir que él pasó sobre esa hora por delante del furgón para hacer unas gestiones. Vio un coche gris con dos personas del que se bajó una, mientras el vehículo siguió su camino, si bien no dio más importancia al pensar que era un trabajador de la empresa de reparto.
Desorden del relato
Esa declaración arrojó dudas a los policías municipales, sobre todo por el desorden en su relato, contradicciones y titubeos. Además, se encontraba agitado y nervioso. Las pesquisas policiales avanzaron después de que estos averiguaran que el supuesto testigo en al menos una ocasión había intentado vender bebida de forma particular en uno de los establecimientos de la zona, si bien su responsable no se las quiso comprar, entre otros motivos, por la «mala reputación» que tiene entre los vecinos.
Información, toda esta, que ya obra en manos del Grupo de Robos de la Policía Nacional para intentar esclarecer el hurto de 400 euros y unas cervezas en la calle Arzobispo García Goldaraz. De momento, ya saben que el supuesto testigo ha tenido múltiples causas penales.
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