

Secciones
Servicios
Destacamos
Un cartel naranja en el que se puede leer 'Se traspasa' destaca sobre las decenas de revistas del escaparate de uno de los comercios de ... proximidad con más solera de Las Delicias. Piedad cierra el quiosco, el mismo que abrió en la calle Huelva llena de ilusión el 1 de octubre de 1986, ese del que ahora se despide, 36 años después, con sentimientos encontrados. «Aquí he pasado más de media vida. He estado muy cómoda, pero no me compensa estar trabajando más porque no tengo ningún día descanso. El tiempo que pase aquí son días que pierdo de vida», señala la quiosquera que, a sus 64 años, podría seguir trabajando pero recalca que a estas alturas lo que más valora es la libertad.
Cuando eche la persiana «a mediados de diciembre» los vecinos de la zona de Las Delicias más cercana a San Isidro se quedarán sin un lugar al que ir a comprar el periódico, el pan o chucherías, pero sobre todo perderán un espacio en el que poder debatir con alguien que, tras su mostrador, ha visto crecer varias generaciones. «Creo que he servido a mis clientes más como psicóloga que como quiosquera. Muchas vecinas que no tienen nada que hacer bajan un rato y se ponen a contarte su historia. Al final, te sabes la vida de toda la gente del barrio, pero no porque la preguntes, sino porque te la cuentan. Soy la guardiana de los secretos de medio barrio», asegura Piedad Rodríguez, que amenaza, en tono de humor, con convertirse en novelista en el momento en el cierre el quiosco. «Tengo que escribir un libro con las historias de cada uno sin poner nombres. Puedo hablar de todo, de lo bueno y de lo malo. Iba a ser un 'best seller'», añade.
Piedad se sabe el nombre de todas las personas que entran por la puerta de su negocio. «Aquí tienes tu barra, Elena», dice a una clienta para arrancarse después con una pregunta a una niña que acaba de llegar. «¿Le gustaron a tu madre los regalices nuevos que se llevó el otro día?», pregunta para que la pequeña le responda con un tímido «claro que sí, 'pi'». Y es que Piedad es 'pi' para sus clientes más jóvenes. «Me llaman así para hacerlo más fácil», afirma la quiosquera, que reconoce que lo único que se hecho más fácil en su negocio con el paso de los años es su nombre. «La venta de periódicos y revistas está como está y los niños no tiene ni un duro, les compran las chucherías sus madres en el supermercado. Si no hubiera sido por el pan, que lo metí hace unos años, tenía que haber cerrado ya», sentencia.
Atrás quedan los años de bonanza para el negocio de Piedad. Las Delicias era un barrio lleno de niños que jugaban en la calle y que estaban dispuestos a invertir la propina del domingo en cromos, gusanitos o gominolas. Además, en la puerta de su quiosco paraba el autobús escolar que llevaba hace años, «demasiados», a los escolares del barrio al colegio San Agustín. «Ahora aquellos niños vienen sus hijos», afirma la quiosquera con una cierta dosis de nostalgia que le lleva a emocionarse por un segundo, pero se repone al pensar que va a dejar atrás lo bueno de este negocio y también lo malo. «Antes una persona detrás de un mostrador era alguien y ahora mismo es una mierda porque el respeto y la educación se han perdido por completo», explica.
Y con estas premisas, el cartel naranja de la puerta del quiosco aún no ha surtido efecto. Pero, pase lo que pase con el traspaso, Piedad va a cerrar. «Me daría pena que no lo cogiese nadie, pero soy consciente de que va a ser complicado», explica la tendera, que en Navidad abandonará un trabajo que considera esclavo para quitarse los grilletes y vivir de otra manera. «Me encanta ser libre. Lo que más me gusta de la vida es no dar explicaciones y tengo que dar muchas aquí. Me gusta mucho la gente, pero también disfruto de la soledad», concluye la que quiosquera de la calle Huelva desde el local que abrió allá por 1986 y que espera nuevo inquilino en 2022.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.