Obituario: José Pedro Marcos Gallego, ex inspector provincial de Farmacia

Farmacéutico del Cuerpo Nacional de Sanidad y académico de número de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Valladolid, institución en la que también fue tesorero y vicepresidente, sus colegas de profesión lo tenían en muy alta estima: «En los hombres selectos y de excepción, como José Pedro, hay algo más importante que todo lo que pueden expresar sus títulos y efemérides: las cualidades nativas y cultivadas», señala Marañón, quien no duda en recordarle como una persona «honesta y cabal, un hombre recto y muy generoso».

Marcos Gallego cursó con notas brillantes la carrera universitaria en la Facultad de Farmacia de la Universidad Central de Madrid, obteniendo el título en 1957. Así lo destacó el 'Diario de Burgos', haciéndose eco, además, del excelente rendimiento académico de aquel «joven de 23 años» que en 1958 recibía el Premio Doctor Graíño de la Real Academia de Farmacia. Bajo la dirección de su maestro Ángel Ortiz Santos defendió en 1960 la tesis doctoral 'Mecanismo de inhibición de antibióticos sobre la Glutamínico descarboxilasa', que obtuvo la máxima nota (sobresaliente 'cum laude'). Técnico bromatólogo y especialista en Bioquímica, en 1965 contrajo matrimonio en Sevilla con Soledad Porras Castro, que ha sido profesora titular de Filología de la Universidad de Valladolid. Formó parte del Cuerpo de Farmacia del Ejército del Aire, donde fue teniente y capitán farmacéutico y ejerció como profesor en el Instituto de Farmacia del Equipo de Burgos y del Instituto de Farmacia del Aire. En enero de 1967 pasó a la situación de «supernumerario» en dicho Cuerpo.

Años antes, concretamente en 1962, había sido nombrado por oposición jefe de la Sección de Análisis Higiénico-Sanitarios de los Institutos Provinciales de Sanidad junto con el también burgalés Juan Manuel Reol Tejada, futuro primer presidente del Consejo Preautonómico de Castilla y León. Pero su etapa profesional más relevante la desarrolló en la ciudad del Pisuerga a partir de la segunda mitad de los años sesenta, como inspector provincial de Farmacia y jefe de la Sección de Análisis Higiénico-Sanitarios de la Jefatura Provincial de Sanidad. Asimismo, en 1968 se le adjudicó por concurso de méritos la plaza de farmacéutico de la Residencia Sanitaria de esta ciudad.

Como recuerda Antonio Otero, presidente del Colegio de Médicos de Valladolid entre 2010 y 2018 y concejal de Salud Pública y Seguridad hasta el pasado miércoles, José Pedro Marcos era «un hombre muy educado, muy querido entre los farmacéuticos en sus tiempos de inspector provincial, bondadoso, asistente fiel a todas las sesiones de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Valladolid».

Nombrado por unanimidad para la sección de Farmacología y Terapéutica de la misma, en su acto de recepción, celebrado en diciembre de 1970, disertó sobre «Los métodos físico-químicos en la investigación de los metabolitos de los medicamentos», siendo contestado por Martín Santos Romero, académico de número y alcalde de Valladolid entre 1965 y 1971.

Fueron muchas las veces en las que José Pedro Marcos Gallego actuó como conferenciante en temas de su especialidad, durante el ejercicio de su profesión pero también como encargado de la sección de Ciencias del Ateneo de Valladolid, sin olvidar su activa participación, como ponente y moderador, en las sesiones científicas organizadas por la Real Academia de Medicina y Cirugía. A principios de los años 80 y hasta mediados de la década siguiente, coincidiendo con la puesta en marcha y posterior desarrollo del estado autonómico, ejerció como de jefe de la sección de Higiene de los Alimentos y Medio Ambiente del Servicio Territorial de Sanidad y Bienestar Social.