La nueva banda del BMW asalta su séptima perfumería en un mes con un alunizaje en Toro

La reiteración de los asaltos no deja ya lugar a dudas sobre el regreso de una nueva versión dela banda del BMW, la novena, mucho más activa, incluso, que su antecesora y que solo en el último mes suma siete asaltos a perfumerías de la cadena Avenida situadas en Medina de Rioseco, Palencia, Laguna de Duero y, el último, en Toro (Zamora). El sorprendente denominador común de seis de los siete golpes es que los autoresutilizaron papeleras sustraídas previamente en la capital vallisoletana para cargar el botín en especie (habitualmente perfumes). De manera que la banda, que bien podría denominarse a estas alturas de la 'papelera', repitió su 'modus operandi' en su segunda visita en los últimos veinte días a la perfumería Avenida de la localidad zamorana de Toro, situada en pleno casco urbano, en la calle Amor de Dios, donde ya intentaron un primer golpe infructuoso el 30 de noviembre y en el que sí consiguieron llevarse un «abultado botín» en la madrugada del pasado lunes, según confirman las propias víctimas.

El asalto tuvo lugar a las cinco de la mañana y los autores se desplazaron al comercio a bordo de, al menos, un coche, un Seat Ibiza de color rojo, según relatarían después distintos testigos de su huida. El vehículo en cuestión, según todos los indicios, coincide con uno sustraído en las horas previas en Valladolid, cuyos propietarios publicaron en las redes sociales un cartel apelando a la colaboración ciudadana para su localización. Se trata de un viejo modelo de color rojo, con llantas negras, con matrícula de la serie DNY. El coche, por ahora, no ha sido recuperado. Y fue precisamente el «Ibiza rojo» el que los delincuentes empotraron marcha atrás contra la luna de seguridad del escaparate de la perfumería de Toro. «No lo hicieron a mucha velocidad sino, al parecer, despacito hasta que consiguieron romper el cristal a presión con la parte trasera del coche», relatan las víctimas

Los autores, una vez reventada la luna, que fue repuesta ayer, hicieron acopio de «bastantes productos –perfumes, en su mayoría–», que sacaron cargados en cuatro papeleras grises que después dejaron tiradas ante el negocio. Las cuatro, al igual que ocurrió en seis de los últimos golpes, en todos salvo el de Palencia, lucían los logotipos del Ayuntamiento de Valladolid, su lugar de origen. Se trata de recipientes grises de polietileno, de los más comunes en la ciudad, con un coste por unidad de setenta euros.

La alarma saltó, pero no sirvió de nada. Los ladrones huyeron finalmente con el botín y volvieron a dar esquinazo a las patrullas de la Guardia Civil, que cuenta con puesto en la localidad zamorana, situado a cuatrocientos metros lineales de la perfumería. «Hemos podido volver a abrir e intentaremos vender lo que nos han dejado», lamentan las víctimas.

El anterior intento de robo al negocio ocurrió el 30 de noviembre, cuando los autores robaron inicialmente un Seat León, intentaron reventar el bombín y finalmente la emprendieron a mazazos con la luna antes de huir sin botín ante la inminente llegada de los agentes. La escena se repitió, con el mismo vehículo y una furgoneta blanca, que también vieron los testigos en Toro, en la perfumería Avenida de la travesía de la carretera de León de Medina de Rioseco. Allí, en su segunda visita en trece días –en la anterior también huyeron con un abultado botín–, sí consiguieron sustraer de nuevo productos.

El negocio de la cadena Avenida de Rioseco volvería a sufrir un tercer asalto, siempre con el mismo 'modus operandi' y dejando papeleras de la capital tiradas a la puerta, en la madrugada del 6 de diciembre. Solo cuatro días después se repetiría la escena en otra perfumería Avenida de la capital palentina y, al día siguiente, el 11, los delincuentes sumarían su sexto asalto a un negocio de la cadena en Laguna de Duero, situado en la avenida del Estadio, en un bajo rodeado de viviendas. En este último negocio dejaron media docena de papeleras grises de la capital tiradas ante la puerta. Allí accedieron cortando, presumiblemente con una cizalla, los barrotes de la reja y luego forzaron el bombín de la puerta para huir con un botín en especie.

Las anteriores versiones de la banda del BMW ya desvalijaron distintas perfumerías Avenida tanto en la capital como en Laguna en plena campaña navideña. La única diferencia es que entonces no portaban papeleras grises sustraídas de la capital vallisoletana.

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