Valladolid
La mujer escondida en el armario de su ex, una historia que se repiteSucedió con otro ex al encerrarse en su vehículo de reparto, que terminó retirado de la vía pública en grúa con ella dentro
Fue un vecino del mismo inmueble el que avisó al hombre de que su expareja había entrado en casa. Así que el exnovio, poseedor también ... de la orden de alejamiento mutua, esperó en la calle con su vecino, que le insistió para que llamara a la Policía para comunicar los hechos. Pero fue finalmente el propio vecino el que comunicó la situación.
Una llamada a la sala conjunta para que la Policía Nacional, acompañada de la Municipal, se personara en la calle Arzobispo Marcelo González, donde se encontraron al hombre y al vecino de este. El inquilino del piso entregó una llave para que accedieran al domicilio y allí, en un armario, se econtraba su expareja. Ella, al igual que él, tiene una orden de alejamiento, que incumplió al entrar en su casa.
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Comunicaciones varias con el juzgado, así como comprobaciones en aplicaciones para confirmar la vigencia de las órdenes de alejamiento, confirmaron los hechos. Por un lado, el hombre portaba entre sus pertenencias la orden impresa. Por su parte, la mujer ratificó, sin documentación, la existencia de esa norma, lo que derivó en su detención. Ella alegó que fue hasta ese domicilio para recoger algún objeto.
Una historia similar pasó hace tiempo con la misma mujer como protagonista, según la versión del vecino que llamó a la Policía. Conocedor de la mujer, que mantuvo una relación con un conocido suyo, fue testigo de cómo hace tiempo (no especificó cuánto) sucedió un hecho similar con otro exnovio.
En ese caso, la mujer se llegó a encerrar en el vehículo de reparto de su expareja cuando este la dejó abierta por un encargo. Se bajó de la furgoneta, la dejó abierta y se marchó. Momento en el que la mujer, de unos 40 años actualmente, se subió a bordo del vehículo. A la par llegó la Policía Municipal para dar aviso a la grúa y que retirase el vehículo al estar mal estacionado. Un traslado que se llevó a cabo con la mujer en el interior, asegura el vecino.
En esta ocasión, en los hechos ocurridos en la madrugada de este miércoles, no había furgonetas de por medio, pero sí ordenes de alejamiento y en las que se conocían, al trasladárselo al juzgado, los domicilios concretos en los que residen. Y entre las dos viviendas, con mediciones de Google Maps, existe una distancia de dos kilómetros. 26 minutos a pie, diez en coche y ocho en bicicleta.
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