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Momento en el que el alcalde de Matapozuelos, Conrado Íscar, rodeado de sus vecinos, se dispone a introducir el maletín de los recuerdos en el interior del crucero de la iglesia. P. G.
Matapozuelos guarda sus recuerdos para las futuras generaciones

Matapozuelos guarda sus recuerdos para las futuras generaciones

Entierra una cápsula del tiempo para continuar con la tradición de un vecino, que en 1925 depositó una similar en el crucero de la iglesia

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Viernes, 22 de junio 2018, 18:32

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En el lugar más emblemático de la localidad. En las raíces y pilares de su seña de identidad. A los pies de la torre de la Iglesia de Santa María Magdalena, más conocida en la Comarca Tierras de Medina como la giralda de Castilla, ayer los vecinos del pequeño municipio de Matapozuelos decidieron rendir un homenaje a sus mayores y enterraron su particular cápsula del tiempo como hiciera uno de sus habitantes en el año 1925. La iniciativa, puesta en marcha a través del área de animación sociocultural del Ayuntamiento, ha contado con un respaldo mayoritario entre los residentes de esta localidad que a pesar de las elevadas temperaturas registradas durante la mañana de ayer no dudaron ni un segundo en hacer suyo este proyecto de participación ciudadana que «llevará al futuro nuestra forma de vida, y el día de mañana cuando alguien encuentre nuestro maletín verá fotos y recuerdos de cómo vivíamos en el 2018», aseguraron muchos de los asistentes al acto, que no dudaron ni un segundo en inmortalizar con sus teléfonos móviles el momento en el que la cápsula del tiempo fue enterrada en el crucero del templo.

Muchos de los jóvenes -y no tan jóvenes- de Matapozuelos siempre habían escuchado como en el año 1925 el herrero del pueblo, Enrique, enterró sobre el basamento del crucero de la iglesia un buje de carro cerrado con forja en su fragua. En este artilugio el propulsor de la primera cápsula del tiempo introdujo un mensaje y diversos recuerdos como monedas y una etiqueta de champán francés firmada en su reverso por Mamerto López, bodeguero de la familia Arévalo Ayllón en ese momento. «Nosotros siempre habíamos escuchado esta historia y hace ocho meses cuando empezaron las obras de adecuación del entorno de la Iglesia descubrimos la cápsula del tiempo», explicó el alcalde del municipio, Conrado Íscar, que detalla que «el crucero de la iglesia se movió en varias ocasiones. Una de ellas fue en 1925 cuando se decidió hacer la carretera que une Portillo y Medina más accesible. En ese momento se cambió el emplazamiento de la cruz de piedra y fue cuando Enrique el herrero decidió hacer su particular caja del tiempo».

Ese mensaje, escrito por el herrero y cuya caligrafía era ilegible debido a las condiciones en las que el buje permaneció décadas y décadas, apareció hace ocho meses en el arranque de las obras. «Fue toda una sorpresa ya que la leyenda sobre la cápsula del tiempo del herrero era una realidad», concretó el alcalde que, junto al técnico de animación sociocultural, Diego López, citaron a los miembros de la mesa de participación ciudadana, mesa conformada por alrededor de una docena de asociaciones y colectivos del municipio, a crear su propia cápsula del tiempo.

Nuevos tiempos

El buje del herrero ha sido sustituido por un sofisticado maletín, pero el emplazamiento seguirá siendo el mismo: el basamento del crucero. «Nosotros les dijimos a todos los miembros de la mesa que pensaran en algo que fuera representativo», explicó López, que concretó que «la implicación ciudadana ha sido muy importante ya que todo el mundo no dudó ni un segundo en participar».

El maletín, que ayer fue enterrado, cuenta con multitud de recuerdos, como una bufanda de fútbol del equipo local, fotografías de los niños que este año han tomado la comunión, una botella de vino de la Denominación de Origen Rueda, un plato de barro en homenaje al mondongo, pañuelos y reseñas redactadas por los quintos, un ejemplar de El Norte de Castilla, programas de las fiestas, planos de las obras de reconstrucción de la iglesia... Eso sí, todos ellos plastificados, por «si el día de mañana alguien lo encuentra, para que pueda leer todos nuestros mensajes».

El maletín con los recuerdos, antes de ser enterrado.
El maletín con los recuerdos, antes de ser enterrado. P. G.

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