Manu Serrano: «En El Caballo de Troya siempre pido ensaladilla, huevos con jamón y foie, callos y chuletón»

El nombre de Manu Serrano es sinónimo de rugby vallisoletano. Excapitán del equipo El Savador, sigue vinculado al club como entrenador de la melé. Ha participado en la conquista de 23 títulos y jugado 36 partidos internacionales. Su restaurante favorito es El Caballo de Troya, donde se siente «como en casa» y del que destaca su buena materia prima y el cariño con el que cocinan. «Sara, la dueña, es la mujer de uno de mis mejores amigos y hacemos muchísimas celebraciones aquí como las comidas de Navidad o en las fiestas de San Lorenzo. Me gusta todo de la carta, sobre todo el cuchareo, la comida tradicional y casera que hace que sea un restaurante top. También preparan muy bien el bacalao y la merluza... pero si tengo que quedarme con algo sería con la ensaladilla, los callos, los huevos con jamón y foie y el chuletón, que es lo que siempre pedimos», asegura.

Además de El Caballo de Troya, Manu Serrano señala otros cuatro restaurantes «alto nivel», tres en la ciudad y uno en la provincia: Paco Espinosa, en La Victoria, del que destaca sus anchoas; La Cocina de Manuel, donde recomienda las albóndigas; Gabi García, del que se queda su canelón de carrillera de buey con champiñones cremoso; y Los Tres Olmos, en Santibáñez de Valcorba, porque sirve «los mejores pinchos de lechazo al Sarmiento que he comido nunca». Para maridar sus platos favoritos, escoge un buen Ribera de Duero, como Dehesa de los Canónigos o Cuesta de las Vírgenes.

Otro de sus lugares de referencia es, por supuesto, La Central, sede de su club de rugby, que ha sido testigo de «mil anécdotas, mil festejos, y también momentos de lamerse las heridas después de perder. Todos los pinchos de Mari son especiales pero me quedo con el de tortilla rellena de bonito. El bar de Pablo es un lugar histórico y un punto de encuentro para el rugby y los universitarios», afirma. Completan su lista de tapas imprescindibles las patatas a la importancia de Los Ilustres y las gildas de El Farolito, en la zona de la Catedral, una de sus preferidas. «Nos movemos mucho por ese entorno. Se está muy bien tanto para comer como para tomarte una copa», explica. Para tomar algo también elige Melêl, Bowie, Cucú Bananas y Desierto Rojo.

En cuanto a los barrios, Manu Serrano señala Villa de Prado por su oferta gastronómica. «Vamos muchas veces a desayunar al Marieta, que además tiene una barra estupenda y un menú del día buenísimo. Está al lado del Paquidermo, que también está muy bien».

Manu Serrano se siente muy orgulloso del trabajo que lleva haciendo el club de rugby vallisoletano El Salvador desde hace años y agradece la rivalidad sana con el VRAC que hace que ambos se superen cada día. «Creo que estamos haciendo las cosas muy bien con la cantera y con todos los equipos. Nuestro equipo femenino está siendo este año un puntal también, tenemos el equipo inclusivo... pienso que estamos logrando cosas muy buenas para el deporte vallisoletano».

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