La ilusión llegó a la provincia de Valladolid por tierra, agua y aire

Melchor, Gaspar y Baltasar volvieron a ingeniárselas ayer para visitar todos y cada uno de los rincones de una provincia con 225 estaciones. Y llegaron cargados de ilusiones por tierra, agua e, incluso, aire. Este último fue el caso de Matilla de los Caños, una localidad con apenas un centenar de habitantes censados, en la que aterrizaron en avioneta para llevar la ilusión a una veintena de niños, de los que solo uno, Sergio, de 7 años, vive allí habitualmente. «Hemos querido facilitar este despliegue para él por ser el único niño empadronado en el pueblo y estamos emocionados», destacó Juan Antonio Gallego, el alcalde y anfitrión de los

Sus Majestades dieron un merecido descanso a sus fatigados camellos en Medina de Rioseco y visitaron la elegida como Ciudad europea de la Navidad surcando las gélidas aguas del Canal de Castilla a bordo del barco Antonio de Ulloa. Allí fueron recibidos en la dársena, a los pies de la fábrica de harinas, con fuegos artificiales y mucha emoción, la misma que recorrió las calles de la provincia para recibir a sus majestades en carrozas, a pie, en tren o en un flamante Cadillac rojo, como ocurrió en ­Fuensaldaña.