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Caso Esther López
Los guardias civiles ratifican la «complejidad» de ver el cadáver en la cunetaLarga mañana la de este martes en el Juzgado de Instrucción número 5 de Valladolid en un nuevo episodio del caso Esther López. La jornada ... ha estado marcada por las continuas ratificaciones de las catorce personas que han declarado para esclarecer si el cadáver de la mujer de Traspinedo se hallaba en el mismo punto desde el día de su desaparición o si, como indica la defensa del único investigado, Óscar Sanz, se colocó a posteriori, lo que tiraría por tierra la versión incriminatoria de la UCO.
Así que después de más de tres años desde los hechos, la causa volvía al punto de partida con la testifical de los agentes que, en su mayoría, han destacado la «complejidad» de percibir un cuerpo «a no ser que estuvieras a escasos metros del mismo». En esos términos han versado las declaraciones de los agentes pertenecientes a varias unidades del instituto armado. «La cuneta tiene una profundidad un poco superior a un metro. Es un hoyo, si no estás encima... No lo ves. Te tienen que indicar dónde se encuentra», ha reflejado más de un agente que durante los días de búsqueda pasaron supuestamente cerca del cadáver.
Y son estas explicaciones a las que se agarra el letrado de la familia de Esther López para dar por zanjada la hipótesis de que el cuerpo no estuvo allí desde un primer momento. «A día de hoy seguimos en el mismo punto. Toda prueba está practicada, debemos ya proceder a juicio porque con tres años de investigación ya es suficiente», ha agregado Guillermo Ruiz.
Además, por sede judicial han pasado también voluntarios que participaron durante las batidas y que han declarado ante la jueza. Precisamente ha sido una mujer la que ha recalcado con contundencia que «allí no estaba Esther», según la defensa del único sospechoso. «Ha sido tajante», han apuntado las dos letradas de Óscar Sanz.
En cambio, para el abogado de la familia de la víctima ese testimonio carece de fundamentos al hablar de un hecho negativo. «Nunca se puede probar un hecho negativo, nunca se puede probar que algo no está, no se puede probar que algo no existe, eso no se puede probar. Entonces esta señora lo que viene a decir es que ella pasa por ahí y que no lo veía. Es muy complicado darle valor a esa testifical. Esta señora que con toda su buena fe ha explicado lo que ella cree y lo ha hecho muy claro. Ella cree pero no es lo que ve», ha agregado Ruiz ante los medios y después de cuatro horas de continuas declaraciones (algunas de ellas se descartaron ya que estaban citadas 18 personas). «La dificultad de detectar el cadáver en ese punto ha quedado claro», ha concluido.
Por su parte, la defensa de Óscar Sanz ha insistido en que el caso de que nadie viera el cuerpo de Esther López es indiciario de que el cadáver no estuvo allí desde el primer día que se iniciaron las batidas. «Nos sorprende mucho que, por mucha dificultad que hubiera, que parece ser que es lo que decían las acusaciones, de maleza y demás, ni por tierra, ni con perros, ni con motos, ni el personal de búsqueda viera absolutamente nada», ha reiterado Loreto Sancho. «Ni por aire», ha continuado Ana María Pérez, la otra abogada.
Abogadas defensoras de Óscar Sanz
Así que esas catorce declaraciones, incluidas las de los guardias civiles, no han cambiado la versión de los hechos que hasta el momento han mantenido con firmeza la defensa. «Habrá que seguir investigando qué es lo que realmente sucedió», han añadido mientras han restado valor a la declaración del hombre que encontró el cuerpo sin vida. «Ha declarado dos veces ante la Guardia Civil y hoy ha ofrecido nuevos datos», han añadido las letradas.
Porque ellas lo tienen claro. Si el cuerpo no permaneció todo ese tiempo en ese punto, Óscar Sanz no lo pudo colocar. «Su coche estaba balizado y no estuvo por la zona», han subrayado. «Nuestro representado siempre ha estado, desde el primer momento, inspeccionado y vigilado. Ha colaborado absolutamente en todo, no ha puesto ningún problema, ni de vehículo, ni de declaraciones... Nos sorprende mucho que se siga manteniendo esa versión, nos resulta prácticamente imposible», prosiguen.
Y esa versión a la que hacen mención es la de la UCO de la Guardia Civil, que siempre ha señalado a Óscar Sanz como el autor de la muerte violenta de la vecina de Traspinedo. El relato de los hechos apunta en la dirección de Óscar Sanz, la última persona que se conoce que vio con vida a Esther López. Le acusaba de atropellar, huir y ocultar el cadáver. Lo tildaba, la UCO, tras un «arrebato en caliente» en las inmediaciones de una residencia familiar de Óscar en Traspinedo. Una descripción que la propia Fiscalía copió y pegó en sus informes sobre unos hechos ocurridos hace más de tres años. Esther López se quedó «sin posibilidades de defensa, desamparada y a merced de su agresor, imposibilitada de obtener ayuda de terceras personas, sin capacidad real de oponerse y con sus efectos personales dispersos en el escenario».
Si por un lado la defensa de Óscar Sanz solicita que se siga investigando, por la otra parte, la de la familia de la víctima, piden que se dé el empujón necesario para sentar al sospechoso en el banquillo de los acusados ante un jurado popular. En octubre del año pasado, la jueza instructora parecía que daba el paso definitivo con un auto de transformación en tribunal del jurado con el que encaminaba al sospechoso a un presumiblemente juicio por la Ley del Jurado. Desde entonces, más de medio año después, ni rastro del auto de apertura de juicio oral. «Debemos haber practicado estas últimas diligencias y caminar hacia el juicio», ha concluido el abogado de la defensa.
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