Los Violincheli Brothers, de triunfar en 'Got talent' a actuar en las fiestas de Valladolid

-¿Cuándo comienza?

-Yo diría que incluso antes de nacer. Nuestros padres siempre han querido transmitirnos el buen gusto por la música. Él es oboe solista en la Orquesta de Valencia. Ella, profesora y directora de una academia de música allí. Nos cuentan que, cuando estábamos en el seno de nuestras madre, ya nos ponían música para que nos fuéramos familiarizando. Luego, a los cinco años, fue la primera vez que cogimos nuestros instrumentos.

-¿Cómo los eligieron?

-Realmente, no fuimos nosotros. Con una edad tan pequeña no estás capacitado para decidir qué instrumento quieres tocar. Ni siquiera si de verdad lo quieres tocar. Tienen que se los padres, con su propia iniciativa, los que quieran o al menos comprueben si de verdad a sus hijos les gusta, si lo quieren o no. Así que, lo más natural es que a una edad tan pequeña lo elijan los padres. Pero, a medida que te haces mayor, eres tú el que te vas formando, quien te das cuenta de si te gusta lo que estás haciendo. En nuestro caso, nos encanta.

-¿Cuántas horas ensayan?

-La cantidad de horas en música no es algo que esté estipulado. Tampoco que, por ensayar tantas horas se corresponda con tocar de determinada manera. Ni mucho menos. Pero sí que es verdad que tienes que intentar echar el máximo de horas de que dispongas. Y más si te decides a vivir de ello. De normal, intentamos que sean tres horas diarias mínimo. Si estamos de vacaciones, se intenta que sea un extra. Pero cuando tienes conciertos, concursos, giras... intentas aumentar la cantidad de horas para llegar a tu cien por cien. Pero lo importante, al fin y al cabo, es la calidad, no la cantidad.

-¿Y eso cómo lo compaginan con otras actividades propias de su edad?

-Intentamos compaginarlo de tal forma que sigamos disfrutando de todo y que la música no se convierta en una obligación ni en una rutina. Queremos que siga siendo nuestro sueño y nuestra pasión, al mismo tiempo que un hobby y una profesión. Pero sí que es verdad que no somos unos chicos normales, en ese aspecto. No tenemos tanto tiempo como otros niños de nuestra dedad para salir. Sabemos que eso no es bueno ni mal, simplemente, es diferente.

-Se dieron a conocer a través del programa de televisión 'Got talent'.

-Si eres músico clásico, no es algo muy común ir a este tipo de programas. Se nos brindó una oportunidad única, muy bonita, para poder mostrar (y sorprender, por qué no decirlo) lo que se puede hacer con un violín y un violonchelo.

-¿Qué les ha aportado?

-Muchas cosas. Fue un placer y una alegría inmensa estar acompañados en semifinales por nuestro magnífico pianista y arreglista, Pau Chafer, y en la final, por nuestro querido Chafer Jazz Trío, con Miguel Giner (cajón flamenco) , Carlos Maeso (Bajo) y el propio Pau Chafer al piano. La verdad es que pasamos unos días muy bonitos. Aparte de por lo conseguido, fue algo que lo llevaremos toda la vida grabado a fuego. Nos ha aportado que más gente te reconozca por lo que haces. Al final, es muy bonito que se te valore por lo que haces y por ese amor a la musica.

-¿Cómo es el espectáculo con el que se acercan a Valladolid?

-Es tan variado que no nos atrevemos a decir un estilo en particular. El concierto está diseñado para que todo el mundo que venga se lo pase bien, tanto si estás más acostumbrado a ir asiduamente a la sala de conciertos como si no. Un buen ejemplo de ello es que abrimos el telón con Antonio Vivaldi y lo acabamos con Freddy Mercury, pasando por un sinfín de generos y compositores.

-¿Cómo eligen las obras?

-Entre nosotros, con nuestro padre, nuestro querido guionista Joaquín Daniel y el arreglista Pau Chafer. Entre todos intetamos crear como una lista de obras que creemos interesantes y después de haberlas analizado, decidimos porque sí y porque no deberían estar. Y en el caso de estar en el repertorio seleccionado, saber dónde colocarlas cada una dentro del concierto .

-¿Es un concierto al uso?

-Nos salimos un poco de los cánones establecidos. Aparte de mezclar diversos géneros, juntamos teatro con musica, humor para todas las edades, y algunas sorpresas que mejor no desvelar. Cualquier espectador que venga a vernos va a disfrutar y se va a ir a casa con una sensación única, y no como muchas veces ocurre tristemente, que no sabes ni de dónde vienes .

-¿Cómo se preparan para un recital de este tipo? 

-Bueno, el estreno de un espectáculo concierto de estas características se prepara con mucho tiempo de antelación, no se crea de un día para otro. Para nuestro primer espectáculo ('Desconcertantes', que estrenamos en 2018), estuvimos un año preparándonos, tanto teatral como actoral y musicalmente.

-¿Tienen algún ritual de concentración, de cuidado o limpieza y conservación de los instrumentos...?

-Sí, es muy importante tener una constancia (antes y después de acabar de estudiar y de los conciertos) de limpiar el instrumento. Es una rutina precisa para cualquier instrumentista.

-¿Tocan siempre con el mismo instrumento, el mismo violín...?

-Disponemos de varios instrumentos y dependiendo de si los conciertos son al aire libre o en auditorios, elegimos uno u otro. Yo (Pablo) acabo de adquirir un violín nuevo (un Bergonzi), que requiere un cuidado más especial, aún si cabe, por lo que tengo dos violines para diversas ocasiones. Cada instrumentista, al comprar un instrumento, quiere y prima unas características que igual para otro no son tan importantes. Cada uno busca cosas diferentes en un mismo instrumento. En mi caso, tuve la inestimable ayuda de mis dos profesores, Enrique Palomares y Jordan Tejedor. Me ayudaron a encontrar un violín con unas características concretas, con un sonido muy potente y muy amplio y un timbre bonito .

-¿Cómo es compartir pasión, gira, escenarios con un hermano?

-Pues es algo que no mucha gente tiene la suerte y la oportunidad de hacer. Es una experiencia muy reconfortante que te da todo tipo de sentimientos (algunas veces tienes ganas de matar a tu hermano y luego eres su mejor amigo). Somos muy diferentes, pero nos complementamos a la perfección.