Cariño reivindica el pop fresquito y disfrutón con un recital por la diversidad en Valladolid
El trío monta una fiesta de pistas pregrabadas, canciones y saltos eternos en la Plaza Mayor
El espíritu del pop fresquito, desenfadado y disfrutón de Los Fresones Rebeldes se ha apoderado de Cariño y conquistado esta noche de sábado la Plaza ... Mayor de Valladolid. El trío, que nació de un fracaso en Tinder, cristalizó en banda cuando María, Paola y Alicia se aliaron para cultivar con ironía y acordes eso que en los medios bautizaron como 'tontipop'.
O sea, la música como aliada contra el aburrimiento. El desparpajo en los estribillos. Las melodías con ecos de la infancia que esconden puñetazos de realidad. Porque con un poco de azúcar, esa píldora que os dan tal vez se trague un poco mejor.
«Hola peña, cuánta gente, ¿no?», dicen desde el escenario, entre 'Mierda seca' y 'Año de mierda', en una noche que tal vez necesitaría subtítulos para entender las letras mejor. No los necesitan los cientos de fans que rugen y aplauden piezas hasta con nombre de emoticono ':(' . Antes de tocar 'Souvenir', desvelan el que se llevan de Valladolid («un buen lechazo, ¿es o no?).
Y siguen después con un festival de buen rollo, saltos y pistas pregrabadas en temas como 'Todos los días' («Vente conmigo a jugar al parque, Tengo un puñao' de cromos donde apareces tú»), 'Soy una perra', 'Bisexual', donde subrayan su compromiso con la diversidad, o 'Te brillan' y 'Si quieres', con los que terminan su actuación.
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