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Coronavirus Valladolid: Fallece José María Alaejos, víctima de la covid

Fallece José María Alaejos tras una vida entre libros

Promotor de apartamentos para mayores y creador del premio literario Jeromín, pasó 161 días en la UCI del Clínico por la covid-19

Claudia Carrascal

Martes, 1 de septiembre 2020, 08:43

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Su vitalidad y perseverancia no pasaban desapercibidas para quien conocía a José María Alaejos (Ciudad Rodrigo, 1940). Este salmantino de nacimiento vinculado a Valladolid durante gran parte de su vida fue editor y promotor, pionero en la implantación de apartamentos asistidos para mayores. El pasado lunes, poco después de las 14:00 horas, fallecía en la UCI del Hospital Río Hortega, donde ingresó el 23 de marzo por coronavirus.

Su mujer, Charo Castaño, asegura que es el paciente que más tiempo ha estado en cuidados intensivos en Valladolid y lamenta que a pesar de su incansable lucha no haya logrado vencer las secuelas de la covid-19. El problema, a su juicio, es que se contagió cuando este virus era todavía un gran desconocido para la comunidad médica y científica porque «él estaba mal, pero estuvo ocho días en casa con fiebre y hasta que no tuvo problemas graves de respiración y ruidos fuertes en el pecho no le ingresaron», comenta. Aunque logró superar la covid, las complicaciones se sucedieron y cuenta que ha pasado varias neumonías y bacterias que finalmente han acabado con su vida. «Cada vez cogía una cosa diferente y se había quedado muy débil, sin masa muscular, por lo que ha llegado un momento en el que no ha podido más».

Hace 20 años impulsó el premio de narrativa infantil y juvenil Jeromín, que recibió el año pasado más de mil manuscritos

No tenía patologías previas y se encontraba «en perfecto estado de salud, no tomaba ninguna pastilla a sus 80 años, además, tenía una vitalidad tremenda, era muy movido y le encantaba jugar al pádel», indica Charo. Su familia destaca su bondad, su capacidad de lucha y su cariñosa personalidad. Asimismo, lo definen como un hombre que siempre se ha dedicado a los demás. Su afán por la literatura era indiscutible, trabajó durante toda su vida para la editorial Plaza & Janés, de la que fue director de la zona norte de España. Hace 20 años impulsó el Premio Jeromín de narrativa infantil y juvenil y posteriormente el Certamen literario para mayores 'Las Fuentes de la Edad', asociación cultural a la que también se vinculó para publicar una revista con el mismo nombre, que estaba destinada a la población de avanzada edad.

Desde esa dirección de correo llegaba el mazazo enviado por su hija Yolanda: «Pepe Alaejos, como le conocéis todos, ha muerto». Y le definía en una frase: «Ha sido un gran luchador de proyectos». Y precisamente uno de sus proyectos se ha convertido en uno de sus más valiosos legados. El Premio Jeromín recibió el año pasado más de mil manuscritos. «Muchos le conocisteis al principio de esta trayectoria, cuando se comenzaron a preparar las bases de lo que ahora ya es un premio consolidado en nuestra ciudad, Premio Jeromín (concurso de narrativa infantil y juvenil) con la ayuda de amigos, compañeros y del Ayuntamiento de Valladolid, que año tras año se ha ido consolidando, llegando a tener 20 ediciones», recordaba Yolanda. Quince ediciones cumple en este pandémico 2020 el certamen de relatos de Las Fuentes de la Edad. Once, el de poesía.

«Estaba perfecto de salud, no tomaba ninguna pastilla a sus 80 años», cuenta su esposa, Charo Castaño

Su generosidad quedaba patente en su implicación con las diferentes asociaciones del país y es que, tal y como recuerda su mujer, siempre donaba el importe recaudado con la publicación de los relatos ganadores del concurso literario para mayores a fines sociales.

Una de sus grandes preocupaciones siempre fue mejorar la calidad de vida de los más veteranos de la población. Por eso, desde hace más de 20 años investigaba nuevas fórmulas que les permitieran mantener su forma de vida y su hogar, pero estando bien atendidos y acompañados. Primero creó el complejo de viviendas para mayores Profuturo siguiendo el modelo de Holanda y de Málaga, que fue la primera ciudad del país en poner en marcha esta iniciativa. «Ahora estaba muy ilusionado con la inauguración del complejo Fuenteolivo, de 70 apartamentos en el centro de Valladolid, porque su objetivo era que los mayores tuvieran un sitio digno en el que vivir». En este sentido, Charo subraya que se trata de un proyecto muy interesante porque tienen profesionales a su disposición en la planta baja del edificio, pero cuentan con independencia y pueden combatir la soledad en las salas de juegos, en la piscina o en el gimnasio. Aunque este proyecto era su gran ilusión no ha podido verlo en funcionamiento, pero confía en que su esfuerzo servirá de ejemplo.

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