Valladolid
El encarecimiento de los alquileres complica la búsqueda de pisos de estudiantes: «Cada vez se exigen más garantías»El coste de los arrendamientos ronda los 300 euros por habitación y acerca el presupuesto mensual al precio de las residencias
Lucía San José
Valladolid
Lunes, 21 de julio 2025, 06:39
Lo que antes era una decisión sencilla para los universitarios: piso si se quiere ahorrar y residencia si puede permitírselo, ahora se ha convertido en ... una elección mucho más complicada. Valladolid se enfrenta a un cambio en forma de subida de los precios de alquiler de la vivienda hasta el punto de que el coste de ambas alternativas se aproxima. El gerente de la inmobiliaria Bosco, el estudiante Bruno De Llanos y el director de la residencia Belardes explican la evolución de la oferta y la demanda con la primera lista de admitidos a la Universidad de Valladolid (UVA) publicada y los próximos estudiantes a punto de elegir sus hogares.
«Ahora mismo una habitación de estudiante está entre 250 y 300 euros al mes», explica Íñigo Fernández, gerente de la inmobiliaria Bosco, situada en la calle Juan de Juni, quien ya tiene todos los pisos que ofrece ocupados. «Si le sumas gastos de luz, gas y agua son otros 60 a 70 euros más por cabeza», añade. De manera que cada uno de los inquilinos puede llegar a pagar hasta 400 euros al mes por la vivienda.
La diferencia existe, pero la brecha se reduce, ya que el precio del alquiler en la capital ha subido entre un 25% y un 30% desde 2020, según señala Fernández, con un incremento de más de un 10% solo en el último año. Además, la inmobiliaria predice que para el próximo «estaremos entre 375 y 400 euros por habitación, sin contar gastos».
«Los estudiantes quieren pisos de tres y cuatro habitaciones cerca del Campus»
Íñigo Fernández
inmobiliaria Bosco
Estos jóvenes suelen «buscar pisos de tres o cuatro habitaciones cerca del Campus de la Universidad de Valladolid, con derecho a cocina y sala de estar, pero el mercado está tensionado» apunta el responsable de la inmobiliaria.
El problema está en la oferta: «No tengo ningún piso disponible para estudiantes ahora mismo, está todo agotado. Hay muchísimos clientes y muy poca oferta», confirma Íñigo Fernández antes de subrayar que los propietarios «cada vez exigen más garantías, con avales de padres y contratos complejos que frenan a muchos arrendadores».
La alta demanda provoca que incluso en barrios más alejados los precios no bajen significativamente respecto a zonas cercanas a la Universidad. Esta situación se extiende a toda la ciudad, «incluso a barrios como Pajarillos», donde se ofertan pisos en «edificios sin ascensor» que encuentran salida en los jóvenes, ya que «no los quiere nadie», explica Fernández.
«Aquí lo tienes todo cubierto para que no vivan a base de pasta y pizza»
Jorge Olivares
Director de la residencia Belardes
Mientras, los precios de las habitaciones en las residencias de Valladolid oscilan entre 600 y 800 euros e incluyen limpieza, pensión completa y servicios comunes. «Si sumas 50 euros de electricidad, 40 de Internet, 80 de gimnasio y 200 de comida al mes, ya te pones entre 370 y 400 euros de gastos adicionales en un piso», explica el director de la residencia universitaria Belardes, Jorge Olivares.
«Aquí lo tienen todo cubierto, con menús variados y equilibrados preparados por cocineras profesionales, para que no vivan a base de pasta y pizza», apunta. Por ello, la residencia de la calle Velardes mantiene una tasa de renovación del 65% al 70% de estudiantes de primero y segundo, mientras que en tercero y cuarto muchos optan por independizarse y cambiar al piso compartido.
La mayoría de alumnos que eligen estas habitaciones provienen de la rama de biosanitaria, «que necesitan estar cien por cien dedicados a sus estudios y no tener nada que les distraiga», afirma el director. Esta tranquilidad también se refleja en los padres: «Saben que si su hijo se pone malo una noche nos va a avisar a nosotros y nos vamos a preocupar por él».
Otras residencias, como Labouré, ubicada en la calle Madre de Dios, coinciden en destacar la «alta demanda» de los últimos años, tal y como señala la directora Felicidad Sacristán. Sus habitaciones cuestan desde 620 a 670 euros y ya tiene «varias personas en la lista de espera», pero los datos aún no son definitivos, ya que hasta septiembre los alumnos pueden cambiar su destino: «De todas las universidades, se apuntan a varias y hay muchos líos», subraya.
Aunque la residencia incluye casi todo, los horarios fijos de comidas y la falta de libertad «pesan mucho», reconoce el estudiante de Periodismo de la Universidad de Valladolid, Bruno De Llanos, quien añade que «en el piso tienes autonomía, eliges con quién vives».
«En la residencia haces amigos, pero a partir de tercero mejor a piso»
Bruno De Llanos
Estudiante de la UVA
«Yo recomiendo que los dos primeros años vayan a residencia porque haces amigos y te integras, pero a partir de tercero a piso», apunta el universitario. Reconoce que «evidentemente sale más barato el piso», pero aclara que no tanto como hace unos años: «Una residencia está en torno a 700 euros con todo incluido y un piso te puede salir por 360 con los gastos propios de luz o agua, pero sin limpieza, comida...».
Más de diez mil alumnos han solicitado iniciar sus estudios universitarios en la UVA para el curso 2025-2026. Y muchos de ellos, los que vienen de fuera, tendrán que elegir entre residencias o piso. Una elección que depende no solo del precio sino también de la disponibilidad.
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