Dos meses sin noticias de Ángel Benéitez, un capitán jubilado desaparecido en Valladolid
La Policía centra la búsqueda, aún sin resultados, en el sur de la ciudad después de la última geolocalización del móvil de este exmilitar de 89 años
Son ya más de dos meses sin noticias de Ángel Benéitez. Ni rastro del anciano de 89 años, exmilitar de profesión, al que se le ... perdió la pista a finales de mayo. Fue su médica de familia la que dio la voz de alarma después de no saber nada de su paciente. Pensó que le podía haber pasado algo, sobre todo por su avanzada edad y la sintomatología de las dolencias, por lo que puso en conocimiento de la Policía la desaparición.
Desde entonces, la investigación no ha arrojado novedades. Se inició la búsqueda por los entornos del Puente de Hispanoamérica, debido a que solía salir a pasear por esa zona, pues su vivienda se encuentra en el sur de la ciudad. Un primer operativo, en el que colaboraron diferentes organismos, pero del que no se desprendió ninguna pista. Con el paso de los días, el despliegue se fue modificando, principalmente, tras conocer la geolocalización del teléfono móvil el día de la desaparición. Esa ubicación se trasladaba a los aledaños del edificio PRAE (Propuestas Ambientales Educativas) y a la carretera CL-610.
Por los entornos se volvió a movilizar a varios equipos, siempre liderados por el grupo de Homicidios y Desaparecidos de la Policía Nacional. Y de igual manera, ningún indicio fue hallado. Sin ninguna certeza, los bomberos y los GEAS de la Guardia Civil también surcaron las aguas del Pisuerga, sobre todo desde el Puente de Hispanoamérica hasta los límites con Arroyo de la Encomienda. En estos dos meses también se ha precisado del apoyo de drones para abarcar más terreno.
El móvil de Ángel, que le ubicaba cerca del PRAE, tampoco ha sido hallado por la Policía
Labores de búsqueda que, a pesar de ser infructuosas, no han cesado en el tiempo. Eso sí, no existe ningún indicio que apunte a una desaparición involuntaria o forzosa. Con la llegada del verano, las batidas han continuado, si bien -precisan desde la Policía Nacional- con «días esporádicos», tanto por tierra como por el río.
Días de tormentas
De igual forma, los agentes tampoco han podido localizar el móvil que situaba a Ángel Benéitez en el PRAE. Creen los agentes que la tromba de agua de esos días, en los que la ciudad se anegó además de colapsarse, ha impedido encontrar el terminal telefónico.
Sin pistas, el caso de Ángel Benéitez se asoma a una extensa lista de desaparecidos de larga duración en Valladolid en los últimos años. Con él serían ya 40 las personas que un día desaparecieron y nunca más se volvió a saber de ellos. Uno de los más recientes es el caso de Teodoro Sánchez en Tordesillas hace exactamente cuatro años, cuando tenía 95 años. Salió a pasear sin teléfono y sin documentación un 2 de agosto y nunca más se supo de él. Según apuntó su familia, la Guardia Civil les descartó que se tratase de un robo con fuerza.
Cuarenta casos de desaparecidos en la provincia vallisoletana, de los que quince son adultos y 25, menores de edad. Y, por sexos, 23 son hombres y 16, mujeres. Así al menos se desprende del informe anual del Centro Nacional de Desaparecidos (CNDES), organismo dependiente del Ministerio del Interior, en el que también se recoge que, al finalizar 2024, eran 173 los desaparecidos en Castilla y León cuyas causas seguían sin cerrarse. De ellos, 76 eran menores (ninguno en Zamora). En el conjunto del país, esta cifra ascendió hasta las 6.722 denuncias activas (3.068 menores de edad).
Asimismo, a nivel regional, Valladolid es la provincia de la comunidad con más casos activos de desapariciones el año pasado, seguida de León (35), Salamanca (32) y Burgos (22), mientras que otras como Palencia o Segovia despidieron el 2024 con 13 y 7 causas abiertas, respectivamente.
Cuatro alertas activadas
A pesar de todo, solo son cuatro las alertas que mantiene activas en el CNDES en Valladolid (actualmente no se encuentra la de Ángel Benéitez, de quien nunca se ha facilitado una fotografía ni nombre de forma oficial). Además de la mencionada de Teodoro Sánchez, dos se corresponden a menores de edad en el momento en el que se les perdió el rastro. Una de ellas, Simona Camelia Melu, desapareció en Nava del Rey, donde residía con su madre, tía, primos y hermana, hace prácticamente seis años. Tenía 15 años. Su familia la vio por última vez la noche del 9 de julio de 2019, cuando manifestó que se iba a dar un paseo con una amiga, pero jamás regresó. Hasta el momento no se han obtenido pruebas concluyentes, únicamente la declaración de una amiga, que sostiene que la joven se marchó voluntariamente con su pareja.
Otra menor de edad desaparecida, de la que se desconoce su paradero desde julio del año pasado, es Claudia N. A., de 15 años. Sin embargo, no fue hasta diciembre cuando trascendió su desaparición a raíz de una alerta difundida por la Asociación SOS Desaparecidos. Entonces, fuentes de la Policía Nacional informaban de que «en un principio se trata de una desaparición voluntaria».
La otra cara de la moneda la representa María Dolores Sánchez Moya. Sus familiares no saben nada de ella desde el 24 de julio de 1990. A la mañana siguiente, esta mujer, entonces de 21 años, debía coger un tren desde Medina del Campo hasta Valladolid, donde trabajaba como asistenta del hogar en una casa. Pero nunca llegó a subirse en aquel ferrocarril. Nadie la vio aquella mañana y desde entonces no han tenido ninguna noticia al respecto.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión