Valladolid
Cuando el dolor tiene nombre de bebé: «Si pierdes a tus padres eres huérfano, pero cuando se muere tu hijo...»Las familias que han perdido a sus pequeños en el embarazo o nada más nacer comparten su «dolor infinito» en el cementerio de Las Contiendas
«Es un duelo que en nuestra sociedad es un tanto tabú y que se lleva en silencio», lamenta Cristina García, una madre que perdió ... a su bebé a las cuarenta horas de dar a luz y que ahora forma parte de una red de apoyo para progenitores que han pasado por el mismo trance. Este domingo, algunos de ellos se han reunido en el cementerio de Las Contiendas, en torno a la escultura 'Amar sin latido', obra de Trapiello (colocada allí en 2022), donde han podido compartir su «dolor infinito» por sus pérdidas.
«Hoy todos vamos a llorar juntos y a compartir nuestro dolor», apuntaba Mónica de la Fuente, también madre, que perdió a su hija a los dieciocho meses de gestación, mientras trataba de consolar a una joven que rompía a llorar antes de comenzar el emotivo acto, en el que los progenitores y los hermanos pequeños de los bebés que «se fueron al cielo», colocaron piedrecitas decoradas con sus nombres ante el pedestal de la obra de Jesús García Trapiello y soltaron después globos, también con ellos escritos, rumbo «a las estrellas».
«Cada familia vive el duelo a su manera y nosotras ofrecemos un espacio de ayuda a través de un grupo de apoyo en el que los padres y madres puedan compartir su pena y buscar el mejor camino para salir adelante de un duelo que nunca cesa y con el que hay que aprender a vivir», explica Mónica, responsable junto a Cristina, de la red 'El hueco de mi vientre', un grupo que este año ha prestado dicha ayuda a catorce familias que pasaron por el trance de perder a sus bebés. «El dolor se lleva siempre y a nadie se le pide que olvide», reconoce.
«El dolor se lleva siempre y a nadie se le pide que olvide»
'Amar sin latido', la escultura colocada cerca de la entrada principal del camposanto de la avenida de Gijón (siguiendo de frente y a la izquierda del segundo cruce de sus viales), sirve de punto de encuentro para que estas familias compartan su pena y dejen allí el testimonio, en forma de piedrecita, del fugaz paso por este mundo de sus hijos.
Allí han leído poemas y escuchado la canción 'La historia de un sueño', de La Oreja de Van Gogh, antes de soltar los globos al cielo. «Es un tema simbólico y lo hemos elegido porque muchas veces piensas que lo que te ha ocurrido es una simple pesadilla, un sueño del que quieres despertar, pero es un sueño muy real», reconoce Cristina antes de incidir en que el «dolor silencioso» que muchas veces arrastran los progenitores: «Cuando pierdes a tu padres eras huérfano, pero cuando se muere tu hijo en el vientre o nada más nacer... -suspira-, no hay un nombre para eso».
Cada familia ha mostrado este domingo al mediodía ese dolor con sus propias palabras, o sin ellas, en este punto de encuentro al que acuden cada mes de octubre, desde hace tres años, los progenitores que han perdido a sus bebés con motivo de la celebración, el día 15, del día internacional de la muerte gestacional y neonatal.
«Cuando ves el positivo en el test ya te sientes madre y es muy duro el momento terrible en el que te dicen que no se escucha el latido o que has perdido a tu hijo, como fue mi caso, a las pocas horas de nacer», recuerda con tristeza Cristina, quien considera que «tener este espacio y el reconocimiento a todos ellos es algo bonito y necesario para las familias».
Y «cuesta mucho asimilar la pérdida de un bebé», coinciden en apuntar Mónica y Cristina para después explicar que «cada familia necesita tiempos diferentes para superarlo o aprender a vivir con ello y lo vive de formas diferentes». Su red de apoyo nació en 2013 e inició su andadura en Valladolid en 2018. Desde entonces han atendido a más de una treintena de familias, catorce de ellas solo en el último año, a través de reuniones de grupo o iniciativas como sus 'cafés madre o padre'. También les asisten por teléfono o en persona. «Se trata, sobre todo, de acompañarles», concluyen antes de incidir en la importancia de visibilizar este tipo de pérdidas tradicionalmente «silenciadas en nuestra sociedad».
Un rincón para el recuerdo
El 'rincón blanco', que así lo llaman, situado a los pies de la escultura de Trapiello -una figura femenina que simboliza la pérdida del bebé- en Las Contiendas, acoge desde este domingo nuevos nombres pintados en piedrecitas para recordar a los bebés fallecidos en el último año, y en los anteriores, en Valladolid.
En este pequeño jardín destacan ahora las piedrecitas, cantos en su mayoría, esos nuevos recuerdos, mezclados con otros borrados por el paso del tiempo de años atrás. «Las pintamos los padres y madres o los hermanos, si los tienes..., con pintura acrílica para que duren, al menos un año y luego los reponemos», explica Cristina. Algunos son ahora cantos lisos, sin apenas restos de pintura... Y es que, insiste, «cada familia lleva el dolor de una forma y con tiempos distintos».
Pero las responsables de la red 'El hueco de mi vientre' destacan la importancia de recibir ese apoyo en los primeros momentos para afrontar el duelo y recuerdan que «nosotras siempre estamos ahí para cuando necesiten nuestro apoyo, haya pasado un año, dos o los que sean, porque sabemos que son pérdidas que nunca puedes olvidar». Y allí, en Las Contiendas, cada año, o cada día, pueden acudir a recordar a sus pequeños seres queridos.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión