Valladolid
Los descuentos disparan los bonos de Auvasa y solo el 3% de viajes son con billete ordinarioEl transporte público marcó nuevo récord de pasajeros en el primer semestre, justo antes de la subida de precios
¿Por qué bate récords Auvasa? ¿Por qué ha alcanzado durante el primer semestre su mejor cifra de pasajeros desde hace quince años? Entre enero ... y junio, los autobuses municipales contabilizaron 15.543.357 viajes (el 7,7% más que durante el mismo periodo que el año pasado, el 15,7% más que en el primer semestre de 2019). ¿A qué se debe este incremento? Una explicación puede estar en la entrada en vigor de nuevos servicios, como las lanzaderas que desde septiembre de 2024 conectan el centro con Delicias, Covaresa y Parquesol. O en la ampliación de frecuencias y paradas (acaba de reforzarse la línea 4 en Pinar de Jalón). O en una expansión de la ciudad por la periferia que aleja el casco histórico de los barrios (Parquesol, Los Santos Pilarica, El Peral). Incluso podría esgrimirse que la nueva zona de baja emisiones (ZBE) invita a dejar el coche en casa y coger el autobús (el primer día en vigor se detectó un aumento de usuarios del 1,8% respecto a la misma jornada del año anterior).
Todos estos motivos pueden ayudar. Pero si hay que buscar un responsable claro, la mirada se tiene que dirigir sin dudarlo al monedero. La entrada en vigor de los descuentos en el transporte público (implantada después de la pandemia) ha disparado el número de usuarios de Auvasa, especialmente los vinculados con los bonos de transporte (que son los directamente beneficiados con la reducción de tarifas). En septiembre de 2022 el Gobierno aprobó un descuento del 30%. El Ayuntamiento añadió otro 20% desde enero de 2023. Así, los viajeros habituales de Auvasa se han encontrado durante una larga temporada con sus viajes a mitad de precio. Eso ha cambiado el pasado 1 de julio, porque las ayudas estatales han bajado del 30% al 20% (con lo que han subido, de 38 a 45 céntimos, los viajes con bonobús). Esta rebaja de precios, en todo caso, ha impactado de lleno en el uso del transporte público.
En el primer semestre de 2022, justo antes de que entraran en vigor estas bonificaciones (y después de dos años complicados por la pandemia), Auvasa registraba 10.215.838 desplazamientos. En este primer semestre de 2025, han sido cinco millones más (15.543.357). Pero claro, este incremento de viajeros no ha venido de la mano de un aumento de los ingresos que dejan en las arcas de la entidad municipal. El récord de los últimos años se alcanzó en el arranque de 2019, con 8.111.541 euros. Al año siguiente (2020), en plena pandemia, cayeron a la mitad, en línea con el descenso de pasajeros (4.065.012 euros, con 6.831.010 viajes). Este año, con 15,5 millones de viajeros (el 127,5% más respecto a 2020), los ingresos apenas han aumentado el 21,86%.
Estas son dos grandes consecuencias de los descuentos: más viajeros, menos ingresos. Pero hay más, y de gran calado. Porque esta reducción de precios ha conseguido fidelizar a los viajeros del autobús. Esto se aprecia en el peso que, sobre el total de viajes, tienen aquellos que se han llevado a cabo después de picar el bono. El 66,9% de los viajes registrados entre enero y junio (dos de cada tres) proceden de los usuarios del bonobús ordinario.
Por primera vez en la serie histórica se han superado (en un primer semestre) los diez millones de desplazamientos pagados con este medio de transporte (10.396.318, frente a los 9.577.166 del año pasado). Y el porcentaje de usos no deja de crecer. En 2018, el 55,8% de los desplazamientos en Auvasa se pagaban con este bonobús ordinario (fueron el 55,3% en 2019).
Con la pandemia, este porcentaje creció ligeramente, lo que demostraba que los usuarios habituales del bus lo siguieron utilizando en mayor medida que aquellos viajeros esporádicos que compraban billetes sueltos. Con la puesta en marcha de los descuentos, el uso del bonobús se ha intensificado, con once puntos porcentuales más que hace ocho años. El del bono joven ha bajado en porcentaje (del 12,7% al 11%), aunque se ha incrementado en términos absolutos (1.679.057 viajes en 2018 y 1.716.655 en 2025). Y aquí hay que introducir un matiz. Desde el año 2020, los menores de 15 años pueden viajar gratis con el bono infantil. Hasta ese momento, se aplicaba a los que no superaban los 12. Así, con más posibles beneficiarios, más usos. En el primer semestre de 2019, el bono infantil implicó 255.460 viajes (el 3,7%). En 2025 han sido 858.004 (el 5,5%).
Y a estos habría que sumar los bonos de recarga mensuales, que también se han incrementado, tanto para los adultos como para los jóvenes.
De este modo, si se suman todas posibilidades de bono, el peso de este tipo de viaje se ha acentuado en los últimos años hasta dejar el uso de los billetes de un solo viaje en algo meramente testimonial. Entre enero y junio se despacharon 469.192 boletos de este tipo. Son 56.390 más que en ese periodo de 2024, pero suponen apenas el 3% del total de los desplazamientos registrados por Auvasa. Es un porcentaje muy bajo si se compara con lo que ocurría antes de pandemia (y de las bonificaciones). En 2019, el 6,8% de los viajes estaban vinculados con estos billetes (fueron 908.775).
Por meses, el mayor incremento con respecto al año pasado se registró en marzo. Una subida del 15,51%. Pero aquí hay un truquillo, porque influye mucho la Semana Santa. En 2024 coincidió con marzo. En este 2025 ha sido en abril. Y los días festivos, el uso del transporte público se reduce de forma significativa. Cojamos como ejemplo el mes de mayo. En los domingos y festivos de ese mes (el Día del Trabajo y San Pedro Regalado), la media de usos diarios fue de 41.189. La cifra creció a 63.149 los sábados. Y en jornadas laborables, pasa a 105.032. Después de marzo, junio fue el siguiente mes con más crecimiento porcentual (el 10,45%).
¿Y qué ocurre con las líneas? Hay tres trayectos que concentran casi la mitad de los desplazamientos que se producen en transporte público en la ciudad. El 45,6% de los viajeros cogen la línea 1 (Barrio España-Covaresa), la 2 (San Pedro Regalado-Covaresa) o la Circular, que durante el último año ha vivido un importante crecimiento (del 13,57%) que le lleva casi a empatar con la línea 1, la más usada de Valladolid.
Después de la C, la línea ordinaria que más ha incrementado su volumen de usuarios es la 6 (Delicias-La Victoria), al crecer el 10,57% y reunir 1,4 millones de desplazamientos. Después están la línea 5 (La Victoria-Santa Ana-Entrepinos), con un aumento del 7,69% y le sigue la 7 (Arturo Eyries-Los Santos Pilarica).
Noticias relacionadas
Junto a estos datos oficiales que facilita Auvasa, están también los estudios elaborados por Vallabús, una plataforma de usuarios que elabora sus propios informes a partir de los datos abiertos que sirve la compañía en su página web. El último análisis de Vallabús, correspondiente a mayo de este año (con 1,3 millones de registros en 569 paradas) consignan que el 45% de los autobuses llegaron puntuales (con un margen de dos minutos), mientras que el 38% lo hicieron con retraso y el 17% con adelanto sobre el horario previsto. La puntualidad de los autobuses ha mejorado en diez puntos porcentuales desde enero. Ese mes, el 35% de los vehículos llegaban a su hora, según el análisis de Vallabús (fueron el 32% en noviembre). Ese porcentaje del 45% es incluso mejor en dos de las líneas más usadas (del 52% en la 1, del 48% en la 2), aunque cae hasta el 42% en la C1 y el 30% en la C2.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión