Valladolid

Desalojan a dos personas de una vivienda tapiada que habían ocupado en Delicias

Este sábado, sobre las 14:10 horas, dos patrullas policiales lo desalojaron de la vivienda tapiada en la que había entrado y que ocupaba, junto con un amigo de su país, de forma ilegal desde hace semanas. Se trata de una casa molinera que sus propietarios tapiaron en su día (la puerta y dos ventanas)en el número 54 de la calle San José de Calasanz, en Delicias.

Los vecinos alertan de los movimientos de ocupación en la vivienda. Primero, dicen, varias personas de la República Dominicana.Después, varios compatriotas de Mohamed. «Cuando llegué, ya habían quitado los ladrillo, esto estaba abierto», dice asomado a la ventana de la casa que le han obligado a abandonar.

Esa habitación –que puede verse desde la calle– está llena de basura. Están las estructuras de dos camas sin somier, el suelo lleno de cristales, papeles y viejas fotos, botellas de agua vacías, una butaca rota y restos de un precinto policial. Mohamed y su compañero han ocupado dos habitaciones del interior de la vivienda. Allí duermen y viven.

«Hemos pasado por el albergue, pero allí no se puede dormir. Hay mucho jaleo, mucho ruido.Queremos tranquilidad», dice Mohamed. Cuenta que cuando salió de Marruecos estuvo en Francia y Bélgica. Que después regresó a España, con breves estancias en San Sebastián, Barcelona (en 2019 y Madrid.

«Desde hace dos años estoy en Valladolid. Empadronado en Cigales», dice. «No tengo papeles. Así que no tengo trabajo fijo». Cuenta que todos los días, a las cinco y media, se acerca hasta la gasolinera de la plaza del Carmen, donde le recogen (con fortuna) para media jornada en la recogida de la patata. No siempre tiene suerte. Esos días en los que no le sale trabajo en el campo, explica que le toca buscar en la basura, recoger chatarra.

«Yo quiero tener papeles, un trabajo y un lugar tranquilo donde dormir», asegura. Hasta que ocupó esta vivienda de las Delicias pasó varias noches al raso en el parque de Canterac. «No se puede dormir en la calle. Me robaron las zapatillas», dice Mohamed, quien cuenta lo que atesora en esta vivienda de San José de Calasanz («cama, manta, un poco de ropa, nada de comida»).

Los agentes desalojaron a Mohamed este sábado a mediodía de la vivienda, que pudo de nuevo volver a ser ocupada ya que no se tapió la ventana (por la que se entra y sale de la casa). Los vecinos han alertado en reiteradas ocasiones sobre la ocupacion irregular de la vivienda y reclaman una solución que no llega. «Yo no quiero problemas, pero necesito un lugar donde quedarme hasta tener papeles», asegura Mohamed.