Edificio de la calle San José precintado tras el incendio. Alberto Mingueza
Valladolid

Los desalojados por el fuego de la calle San José vuelven a sus casas para coger «lo básico»

Desde la concejalía de Urbanismo calculan que las obras de rehabilitación y desescombro se prolongarán «como mínimo dos meses»

Sofía Fernández

Valladolid

Viernes, 1 de agosto 2025, 15:01

Han pasado cinco días desde que los nueve vecinos afectados por el fuego, que se originó de madrugada en la buhardilla del edificio, salieran de ... sus casas al ser avisados uno a uno por policía y bomberos. Las llamas, que la noche del domingo dejaron seriamente dañada la zona del tejado y la caja de escaleras de este centenario edificio situado en el número 7 de la calle San José, provocaron que los vecinos despertasen sobresaltados por el suceso que desde entonces ha trastocado por completo su día a día.

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Las llamas se extinguieron tras tres horas de intenso esfuerzo por parte de más de una veintena de bomberos, pero las condiciones en las que ha quedado el bloque lo hacen inhabitable. Algunos de los residentes, con edades entre los 50 y los 65 años, pensaron que podrían volver antes, pero a medida que han ido pasando los días y a tenor de la valoración del informe elaborado por los técnicos de Urbanismo del Ayuntamiento son más conscientes de que esa vuelta a casa se va a demorar más de lo que habían previsto en un primer momento. El concejal de Urbanismo, José Ignacio Zarandona hablaba esta semana de «unos dos meses como mínimo», entre presentación de los permisos requeridos, ejecución de las obras de sujección de la estructura afectada y se lleva a cabo el proyecto con las posteriores obras de regeneración de la cubierta.

«Estamos a la expectativa, el propietario nos ha dicho que ya están en ello y no podemos hacer más porque todo es papeleo. Está todo en el aire y ya nada depende de nosotros», dice uno de los nueve vecinos alquilados que han sido desalojados por este incendio. Este jueves a mediodía todos se han vuelto a ver, «ha sido de forma momentánea porque hemos podido acceder a nuestras casas para coger lo básico», explica. Cada vecino que ha accedido a la vivienda lo ha hecho escoltado por personal de policía y bomberos con el fin de evitar cualquier peligro en un edificio donde existe inestabilidad en los elementos superiores, hay vigas muy afectadas por el fuego y escombros acumulados en las zonas superiores. «La primera planta y la segunda están más o menos bien, pero la tercera (la zona más próxima a la buhardilla donde se declaró el incendio) está algo peor porque ahí falta parte del tejado».

La entrada se hizo de forma ordenada y cada uno cogía lo que más necesitaba. «Fueron muy comprensivos con la situación y nos dieron el tiempo necesario, sin pausa pero sin prisa, para poder hacer las maletas. La mayoría nos hemos llevado ropa y calzado, pero también hay quien ha cogido sus plantas porque saben que van a tardar tiempo en volver y no quieren perderlas», apunta uno de los afectados.

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Uno de los residentes afectados regresó este jueves con más ganas que el resto porque la madrugada del lunes tuvo que dejar dentro a sus dos gatos. «Los bomberos lo intentaron pero no pudieron sacarlos el día del incendio porque se escondieron por la vivienda, pero se ocuparon de dejarles suficiente comida y agua para que después fueran rescatados. Los dos estaban bien», asegura.

Tras recoger lo básico para «ir tirando» los vecinos ahora deben plantearse qué hacer durante estos meses que permanecerán fuera de sus casas. «La mayoría -todos menos un residente que se hospeda en un hotel- hemos tirado de familiares, pero habrá qué pensar que hacer a partir de ahora si se prolonga la situación tanto como han anunciado para causar también las menores molestias a los nuestros», finaliza.

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