Valladolid
Sin fecha de regreso para los desalojados por el incendio de la calle San José: «Hay vigas que pueden colapsar»El edificio permanece precintado y sin acceso posible para sus nueve vecinos porque «no se garantiza la seguridad»
El olor a quemado se hace más intenso a medida que uno se acerca al número 7 de la calle San José, donde la madrugada ... del domingo al lunes se originó un incendio en la zona de la cubierta de este centenario edificio que acabó con parte de la estructura superior devorada por las llamas y con importantes daños materiales en la zona de escaleras del inmueble que, por el momento hacen que las seis viviendas de este bloque sean inaccesibles.
Esta centenaria construcción conecta precisamente por la zona de la cubierta (que fue pasto de las llamas) los número 7 y 9 de la céntrica calle, por ello, pese a que en un primer momento fueron desalojados todos los residentes, en total 16 personas, a las pocas horas de declararse el incendio (eran las 3:47 de la madrugada cuando acudieron los bomberos) los residentes del número 9, los más alejados del foco donde se originó el fuego, volvieron a sus viviendas recuperando así la normalidad tras el tremendo susto.
Pero este martes, el portal número 7 permanecía precintado y desierto de sus nueve vecinos, que por el momento no pueden volver a sus casas debido al estado en el que ha quedado el bloque, los daños que ha sufrido la estructura superior y las zonas comunes tras el fuego. De hecho, después de la reunión mantenida la mañana del lunes entre el servicio de bomberos, los técnicos del Ayuntamiento y efectivos de Policía Nacional determinó que «el bloque no estaba en condiciones de ser habitado» pues no se podía garantizar la seguridad de la zona al haber presencia de elementos inestables en el edificio, así como riesgo de caída de cascotes y madera.
«Hay vigas que pueden colapsar en la zona de escaleras que da acceso al tercer piso y a la cubierta, que son absolutamente inseguras y aunque el hueco de escalera de la primera y la segunda planta puedan usarse, no se garantiza la seguridad», inciden desde el servicio de bomberos del Ayuntamiento.
Precisamente desde el Consistorio explicaban este martes que «todos los vecinos del bloque afectado se encuentran en régimen de alquiler, por lo que desde el Ayuntamiento no tenemos mayor capacidad de actuación en estos casos que la atención inmediata que se prestó en ese momento, porque en estos casos o bien la solución habitacional la cubre el propio seguro del alquiler si se cuenta con él o por medios propios se buscan otro alquiler, pero por el momento no nos ha llegado petición alguna de cualquier necesidad por parte de estos vecinos», explica el concejal de Servicios Sociales Rodrigo Nieto, quien está «en permanente contacto con los técnicos del Ayuntamiento, los Centros de Acción Social y bomberos para estar al tanto del transcurso de los hechos».
En el mismo momento en el que los nueve vecinos fueron desalojados por policía y bomberos la madrugada del lunes y bajaron a la calle con lo puesto, ambos cuerpos se aseguraron de que todos tuviesen opción a un recurso habitacional al que pudiesen acudir. De hecho, tal y como aseguran desde el servicio de extinción de incendios que intervino allí, «no se detectó ningún caso de precariedad inmediata», lo que hubiera activado otros mecanismos de ayuda en ese mismo momento.
Durante la tarde del lunes, tanto en el número 7 como en el número 9, varios técnicos del servicio de Urbanismo del Ayuntamiento de Valladolid entraron a valorar los daños del centenario bloque para realizar los informes pertinentes que completen la información sobre el estado del edificio. Por su parte, el dueño del edificio ha declinado ofrecer declaración alguna al respecto de este incendio, que ha dejado parte del tejado y de la buhardilla del inmueble seriamente dañados, cuyas causas se están investigando.
Vuelta a la normalidad
«Seguimos igual que cuando nos desalojaron, preguntándonos qué ha podido pasar o cuál ha sido el origen del fuego», dice una joven del tercer piso. Fue una de las primeras en poder regresar a su casa, pero aún recuerda lo sucedido la madrugada del lunes «con el susto en el cuerpo, porque hasta que te das cuenta y más en plena noche no sabes lo que está pasando». Ella estaba dormida y cuando llamaron al telefonillo de su casa, a las cuatro menos cuarto de la madrugada, no le dio importancia. «A veces alguna persona bebida hace la gracia», pero cuando escuchó las voces de la policía despertó. «Estaban gritando por la escalera y dando golpes en todas las puertas, ahí me di cuenta del olor a quemado y ya nos dijeron que había un incendio al otro lado y teníamos que bajar», dice la joven que dejó a sus dos gatas en la vivienda. «Fue lo que me aconsejaron y yo me fié de sus tranquilidad y el manejo de la situación», confiesa.
Una vez en la calle se reunió con los otros 15 vecinos que fueron desalojados por el incendio que les mantuvo en vilo varias horas. «Al volver a casa nos acompañaron los bomberos y comprobaron cada vivienda, una por una, por dentro para asegurarse de que todo estaba bien», dice la mujer, quien da las gracias por vivir en el lado menos afectado de este fuego. «Los vecinos del bloque 7 no han vuelto y se mantiene precintado, la verdad que no sé cuándo podrán volver a sus casas porque ahí si ha quedado dañada toda la zona de escalera», finaliza la joven.
Un piso más abajo, en el segundo, José Luis Arranz, agradece la rapidez de actuación de policía y bomberos. «Escuché ruidos en la calle, los coches de policía y todo el dispositivo y ya me di cuenta de que era aquí», comenta este veterano vecino que lleva en el bloque 9 (el contiguo al incendio) un cuarto de siglo. «Menos mal que avisaron inmediatamente, porque yo no tengo olfato y no olía nada», puntualiza el vecino de 67 años que tras el incendio pudo comprobar de primera mano el estado de la cubierta pasto de las llamas del edificio más afectado por las llamas. «Lo apagaron enseguida y menos mal que no fue a más porque las dos buhardillas están conectadas en estos edificios en los que se han puesto unos tablones y cuatro cosas que había por ahí para que no entre nadie porque eso tiene peligro», finaliza Arranz, al hablar de un incendio cuyas causas permanecen bajo investigación.
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