

«Nos decía que le soltáramos, que se quería tirar al río y que la vida no tenía sentido»
Los policías locales Juan Ángel y Luis relatan cómo intervinieron para salvar una vida en el Puente Mayor de Valladolid
Con la adrenalina en el cuerpo se presentaron en el Puente Mayor de Valladolid el pasado domingo los policías locales Juan Ángel y Luis. Estaban ... rematando el servicio del turno de tarde cuando, ya en las dependencias de la avenida de Burgos, recibieron el aviso de que un joven intentaba precipitarse al río.
Sin pensarlo, se volvieron a montar en el coche y emprendieron rumbo al lugar de la llamada. Eran las 23:00 horas, por lo que el tráfico, escaso en ese momento del día, propició que atravesaran el puente en dirección contraria. «Solo nos cruzamos con tres coches y una moto», apunta Juan Ángel antes de relatar los momentos más tensos de la intervención.
«No es fácil afrontar la situación de intervenir ante una persona que ha decidido acabar con su vida»
«Nos encontramos con un matrimonio, de unos 60 años, que estaba intentando retener al joven. Conseguimos tirarle al suelo, pero nos decía que le soltáramos, que se quería tirar al río y que la vida no merece la pena. Le inmovilizamos, vinieron otras dotaciones y llegó la ambulancia. Tuvo dos o tres intentos de levantarse, pero la ambulancia medicalizada le calmó», afirman las caras visibles del acto heroico.
Son los rostros de un hecho en el que participaron más agentes y, en especial, el matrimonio de 60 años. «Su papel fue clave, porque paralizaron a un chico con cierta corpulencia. Tuvieron la sangre fría de sujetarle porque tenía fuerza y de llamar al teléfono de emergencias. Estaban muy agradecidos porque llegáramos, pero es al revés porque sin ellos no se podría haber conseguido nada», añaden Juan Ángel y Luis sobre «el mal rato que pasaron porque de ellos dependía salvar una vida».
Situaciones frecuentes
Lo que vivieron este domingo los dos agentes y el matrimonio anónimo es una situación «frecuente» durante el día a día a la que no se acaban de acostumbrar. «Veníamos pensando en que nos tocaría tirarnos al agua por cómo habían transmitido el mensaje. No es fácil afrontar la situación de intervenir ante una persona que ha decidido acabar con su vida. Hay que ser capaz de contenerle y de distraerle hasta que llegue el equipo médico, quien tiene más formación en estos asuntos», concluyen.
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