El contenedor amarillo llegará en agosto a Valladolid con el rechazo de Ecologistas y la Federación Vecinal
La resolución de un recurso a la licitación retrasa la implantación de la recogida de envases ligeros, prevista para este mes de junio
La resolución de un recurso presentado por una empresa al proceso de licitación de la recogida selectiva de envases ligeros y de plástico retrasará hasta ... agosto la colocación de los depósitos amarillos en las calles de la ciudad. El Ayuntamiento tenía previsto iniciar en junio la instalación de los 1.500 contenedores, pero esta alegación ante el Tarcyl, que no ha prosperado, ha obligado a posponerlo. Está previsto que el despliegue se prolongue hasta el mes de diciembre.
El Consistorio adjudicó a FCC Medio Ambiente este servicio de recogida por 1,7 millones de euros para un plazo de dos años. Será la Fundación Ecoembes la encargada del reciclaje posterior de los residuos. La previsión es lograr la recuperación de 450 toneladas al año.
Lejos de recibir la noticia como un paso más en la mejora de la gestión de desechos en Valladolid, tanto Ecologistas en Acción como la Federación de Vecinos Antonio Machado se oponen a su implantación. Ya lo expresaron en mayo con una protesta en la Plaza Mayor y ahora está previsto continuar con una campaña de movilizaciones en los barrios.
Javier Gutiérrez, portavoz de la organización verde, es contundente al considerar que este nuevo contenedor no soluciona el problema medioambiental. Aporta dos datos. El primero lo rescata del informe de Greenpeace 'Ecoembes miente' en el que se asegura que el nivel de recuperación de envases de plástico por parte de esta 'marca' es del 25,4%, muy lejos del 75% que asegura recuperar el gestor. Además, se subraya que buena parte de lo recogido se vende en países extranjeros.
Asimismo, aseguran que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico reconoce que más del 40% de los envases recogidos en el cubo amarillo es rechazado en las plantas de separación. Ecoembes ya ha desmentido los datos de Greenpeace a la que acusa de cometer una «enorme irresponsabilidad», ya que se puede desincentivar el hábito del reciclaje entre los ciudadanos.
Ecologistas suma otro aspecto más local. De las 189.456 toneladas de residuos que llegaron a la planta vallisoletana en 2019, ejercicio en el que se realizó la última auditoría, 143.087 –el 76%– fueron directamente al vertedero. No se reciclaron. Así, Ecologistas y la Federación de Vecinos instan al Ayuntamiento y a la Junta a que implanten un sistema de depósito, devolución y retorno de envases en el que el consumidor se compromete a hacerse cargo del residuo que genera y, cuando lo hace, se le premia con la devolución del dinero (en el caso del comercio y la hostelería sería de 3 céntimos por envase), una fórmula implantada ya en muchos países centroeuropeos.
La decisión municipal parece inamovible en este momento, porque la gestión de Ecoembes está implantada a nivel estatal y respaldad por el Gobierno. Ante las críticas de privatización del servicio con este contrato, desde la Concejalía de Seguridad y Salud se aclaran que no se puede privatizar algo que nunca ha sido público. El despliegue de los contenedores, que obligará a reorganizar las líneas de depósitos de desechos –orgánicos, resto, papel, vidrio y aceite– para respetar en la medida de lo posible las plazas de aparcamiento, irá acompañado de una amplia campaña informativa para que los vecinos sepan qué depositar en ellos.
Ecoembes aclara en su web que estos cubos se colocan para el reciclaje de botellas de plástico, latas, papel film y papel de aluminio, tapas y tapones de plástico, metal y chapas, aerosoles, botes de desodorante, tubos de pasta de dientes, envases de yogures, bandejas de corcho o bricks de todo tipo, entre otros elementos. No deben tirarse en él, por ejemplo, juguetes de plástico, biberones y chupetes, utensilios de cocina o los cubos de plástico, que deberán ir al contenedor de restos inorgánicos.
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